Trump firmó el viernes un decreto que suspende la acogida de refugiados musulmanes durante 120 días, así como el ingreso por 90 días de ciudadanos de Irán, Irak, Libia, Somalia, Sudán, Siria y Yemen.
Tras la promulgación del decreto, decenas de pasajeros de esos países fueron arrestados en varios aeropuertos, sin que se sepa el número exacto.
La jueza federal Ann Donnelly ordenó a las autoridades no deportar a ningún ciudadano que posea papeles en regla para ingresar a Estados Unidos.
Asimismo, ordenó al gobierno comunicar la lista de todas las personas retenidas en los aeropuertos desde la noche del viernes.
El fallo se produjo tras una demanda interpuesta por organizaciones defensoras de los derechos civiles, anticipando lo que será una dura batalla en los tribunales.
La querella fue presentada por la Unión estadounidense de Libertades Civiles (ACLU) y otros grupos luego de que dos iraquíes fueran detenidos la noche del viernes en el aeropuerto John F. Kennedy de Nueva York. Uno de los cuales trabajó para el gobierno estadounidense en Irak durante 10 años y el otro vino a Estados Unidos a reunirse con su esposa, que trabaja para una empresa contratista estadounidense, precisa la demanda.
Conversaciones
Trump habló este sábado con varios líderes mundiales: el presidente ruso Vladimir Putin, el primer ministro japonés Shinzo Abe, la canciller alemana Angela Merkel, y el mandatario francés François Hollande.
Trump tuvo la oportunidad de explicarles su política migratoria.
Hollande le solicitó respeto al principio de acogida de refugiados y le advirtió sobre las consecuencias del proteccionismo comercial que impulsa, según un comunicado de la presidencia francesa.
Con Putin, en cambio, el diálogo fue un “significativo comienzo” para mejorar los lazos entre Washington y Moscú, según la Casa Blanca, que agregó que también hablaron de cooperar en la lucha contra el grupo Estado Islámico.
En Moscú, el Kremlin dijo habían acordado desarrollar relaciones “de igual a igual”, dando “prioridad” a la lucha contra el terrorismo y estableciendo una “real coordinación” contra el EI en Siria.
Agregó que Trump y Putin abordaron varios temas, desde desde el acuerdo nuclear con Irán hasta Ucrania, pasando por el conflicto palestinoisraelí, la península coreana y las relaciones comerciales. También hablaron del deseo de ambos de reunirse, señaló.
La postura amigable de Trump hacia Putin, a quien Francia y Alemania acusan de intentar socavar la unidad occidental, es mirada con lupa desde que ganó las elecciones del 8 de noviembre.
A los líderes europeos también les preocupa sobre las virulentas críticas de Trump contra la OTAN, a la que ha calificado de “obsoleta”, cuando es su principal defensa frente a Moscú. Sin embargo, dijo en su conversación con Merkel que la OTAN es “de fundamental importancia” para la Casa Blanca.
En tanto, ratificó a Abe el “férreo compromiso” de Washington con la seguridad de Japón, y se anunció que lo recibirá el 10 de febrero en Washington.
Trump habló este sábado con varios líderes mundiales: el presidente ruso Vladimir Putin, el primer ministro japonés Shinzo Abe, la canciller alemana Angela Merkel, y el mandatario francés François Hollande.
Trump tuvo la oportunidad de explicarles su política migratoria.
Hollande le solicitó respeto al principio de acogida de refugiados y le advirtió sobre las consecuencias del proteccionismo comercial que impulsa, según un comunicado de la presidencia francesa.
Con Putin, en cambio, el diálogo fue un “significativo comienzo” para mejorar los lazos entre Washington y Moscú, según la Casa Blanca, que agregó que también hablaron de cooperar en la lucha contra el grupo Estado Islámico.
En Moscú, el Kremlin dijo habían acordado desarrollar relaciones “de igual a igual”, dando “prioridad” a la lucha contra el terrorismo y estableciendo una “real coordinación” contra el EI en Siria.
Agregó que Trump y Putin abordaron varios temas, desde desde el acuerdo nuclear con Irán hasta Ucrania, pasando por el conflicto palestinoisraelí, la península coreana y las relaciones comerciales. También hablaron del deseo de ambos de reunirse, señaló.
La postura amigable de Trump hacia Putin, a quien Francia y Alemania acusan de intentar socavar la unidad occidental, es mirada con lupa desde que ganó las elecciones del 8 de noviembre.
A los líderes europeos también les preocupa sobre las virulentas críticas de Trump contra la OTAN, a la que ha calificado de “obsoleta”, cuando es su principal defensa frente a Moscú. Sin embargo, dijo en su conversación con Merkel que la OTAN es “de fundamental importancia” para la Casa Blanca.
En tanto, ratificó a Abe el “férreo compromiso” de Washington con la seguridad de Japón, y se anunció que lo recibirá el 10 de febrero en Washington.
Protestas
“Está funcionando muy bien. Se ve en los aeropuertos, se ve en todas partes”, dijo Trump a los periodistas, en alusión al decreto, antes de conocerse el fallo.
“Vamos a tener una prohibición muy, muy estricta y vamos a tener el análisis extremo que debimos haber tenido en este país desde hace muchos años”, agregó.
El polémico decreto desató protestas en varios aeropuertos estadounidenses, que se vieron perturbados por las medidas del gobierno.
En la terminal aérea JFK, centenares de personas que venían a recoger pasajeros tuvieron dificultades para encontrar a sus allegados, pues las autoridades habían bloqueado las principales salidas utilizadas por los viajeros.
Mientras, en el estacionamiento de la terminal, varios centenares de manifestantes protestaban contra el decreto.
“¡Déjenlos entrar!, ¡Déjenlos entrar!”, gritaban los manifestantes, bajo la mirada de numerosos policías.
Otras manifestaciones se registraron en los aeropuertos de Dulles, cerca de Washington, Chicago (norte), Minneapolis (norte), Denver (centro), Los Angeles (sudoeste), San Francisco (oeste) y Dallas (sur), dónde unas 50 personas fueron detenidas, según el periódico USA Today.
“Está funcionando muy bien. Se ve en los aeropuertos, se ve en todas partes”, dijo Trump a los periodistas, en alusión al decreto, antes de conocerse el fallo.
“Vamos a tener una prohibición muy, muy estricta y vamos a tener el análisis extremo que debimos haber tenido en este país desde hace muchos años”, agregó.
El polémico decreto desató protestas en varios aeropuertos estadounidenses, que se vieron perturbados por las medidas del gobierno.
En la terminal aérea JFK, centenares de personas que venían a recoger pasajeros tuvieron dificultades para encontrar a sus allegados, pues las autoridades habían bloqueado las principales salidas utilizadas por los viajeros.
Mientras, en el estacionamiento de la terminal, varios centenares de manifestantes protestaban contra el decreto.
“¡Déjenlos entrar!, ¡Déjenlos entrar!”, gritaban los manifestantes, bajo la mirada de numerosos policías.
Otras manifestaciones se registraron en los aeropuertos de Dulles, cerca de Washington, Chicago (norte), Minneapolis (norte), Denver (centro), Los Angeles (sudoeste), San Francisco (oeste) y Dallas (sur), dónde unas 50 personas fueron detenidas, según el periódico USA Today.
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