Describió al capo como un hombre muy cuidadoso y pendiente de todos los detalles de seguridad, mujeriego y que tenía como ídolo al colombiano Pablo Escobar.
La historia comienza con un empresario que contacta al piloto en Miami, donde residía, para ofrecerle un trabajo en México en el que tendría un sueldo mensual de 25.000 dólares. Sin embargo, hasta ese momento el piloto ignoraba quién era su empleador.
La hoja de vida del piloto y su historial laboral –había trabajado con importantes empresas de aviación y conocía la región– fue estudiado de cerca por “El Chapo”.
Tres días después de su encuentro con el empresario, el piloto, a quien el capo mexicano llamaba “Tinieblo”, viajó a México a encontrarse con él.
El primer encuentro sucedió siete días después. “El Chapo” arribó en una caravana de dos enormes camionetas blindadas 4×4. El capo venía en el primer vehículo, sentado en el asiento del copiloto, acompañada de cuatro escoltas armados con poderosos fusiles AK 47. En la camioneta de atrás venían 10 escoltas más.
Uno de los trabajadores de “El Chapo”, quien había estado acompañado al piloto, le dio instrucciones precisas de cómo debía saludar al capo.“Das la mano, luego abrazas y vuelves a dar la mano. Así tiene que ser siempre aquí y mucho más con El Señor”, le dijo.
Luego de saludar a “El Chapo” y llamarlo “señor”, éste le pidió que lo llamara tío.
El capo se presentó: “Yo soy ‘El Chapo’ Guzmán, a mucho honor, pero no quiero que jamás me llames así, ‘Tinieblo’. Estuve ocho años preso en la cárcel de Puente Grande, en Jalisco. Me agarraron en Guatemala, pero me escapé y ahora toda mi gente tiene que ser de más confianza que nunca. Por eso te tengo aquí, no quiero ningún pinche piloto que conozca gente aquí con la que pueda delatarme”.
El capo se preocupaba por mantener todo en secreto y bajo control. No quería que ninguno de sus trabajadores conociera la identidad de su piloto, ni que el piloto conociera la identidad de sus trabajadores. Por eso nadie se refería al otro por su nombre original. Para todo había un alias, incluso para los lugares.
El “Tinieblo” tampoco tenía conocimiento de los negocios del narco ni del funcionamiento militar de su cartel. La razón por la que “El Chapo” hacía esto era porque si por alguna razón el piloto era capturado y fuera torturado de la peor forma, no podría decir nada por la poca información que tenía.
iNFOBAE
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