Dolor en Mocoa. La despedida en la catedral. La avalancha de la semana pasada dejó más de 270 muertos. Ayer se sepultó a decenas de ellos.
"Mocoa no está sola. ¡Ánimo!", dijo el presidente Juan Manuel Santos al visitar el hospital local, poco antes de asistir a una eucaristía en la catedral en la que pidió "fortaleza y templanza".
Más temprano, dijo a periodistas que "afortunadamente" la cifra de fallecidos se mantiene en 273, y en 262 la de heridos. Muchos llevaban tapabocas para cubrirse de la polvareda que se levanta mientras el barro se seca.
Hay plantas potabilizadoras y generadores de emergencia ante la falta de agua corriente y fluido eléctrico en la ciudad, capital del departamento de Putumayo. Otros regresaban a sus hogares a recoger lo que puedan rescatar de los escombros.
Santos, que pasó la noche en Mocoa, donde coordina las labores de ayuda y reconstrucción, informó que 160 cadáveres ya han sido entregados a sus familiares, un proceso que se esperaba termine al final del día. Pero muchos deudos aún esperaban los cuerpos de sus seres queridos para llorarlos en paz.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario