La Oficina de Derechos Humanos de la ONU afirmó este lunes sentirse “alarmada” por la expansión de asentamientos israelíes en la Cisjordania ocupada y Jerusalén Este, pese a que, recuerdan en un comunicado, estos van en contra del derecho internacional. El organismo critica algunas de las últimas medidas llevadas a cabo por el Ejecutivo del primer ministro, Benjamín Netanyahu, con el objetivo de dar carta de naturaleza al movimiento colono, como la legalización de los llamados puestos de avanzada, paso previo a la ocupación ilegal de territorios.
Otra de las políticas que afeó la ONU es la aprobación por parte del ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, el pasado 14 de agosto de una orden militar para asignar 148 áreas de tierra para el nuevo asentamiento de Nahal Heletz, que se construirá al oeste de Belén, invadiendo el sitio palestino Battir, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Smotrich, además de ser el titular de Finanzas, ocupa un cargo en el Ministerio de Defensa con responsabilidad sobre asuntos civiles en los territorios palestinos ocupados de Cisjordania, y ha abogado en más de una ocasión por la expansión de los asentamientos ilegales y la construcción de nuevas colonias.
En el ámbito de la diplomacia, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, confirmó que Israel apoya la propuesta de EE UU para un alto el fuego en Gaza y pidió a Hamás que haga lo mismo en una rueda de prensa en Tel Aviv, a donde viajó el domingo para impulsar un acuerdo. El noveno viaje de Blinken a Oriente Medio desde que comenzó el conflicto se ha producido días después de que los emisarios internacionales que median entre Israel y Hamás expresaran un renovado optimismo sobre la posibilidad de un acuerdo. Sin embargo, la milicia islamista se ha mostrado descontenta con la última propuesta de EE UU, que consideran hecha a medida de las demandas de Israel.
Horas antes de la rueda de prensa, Blinken se reunión con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, quien insistió en que se mantendrá “firme” en las negociaciones para un alto el fuego para no ceder en las “necesidades de seguridad de Israel”. Netanyahu conversó en Jerusalén durante unas tres horas con el máximo representante de la diplomacia estadounidense, en una reunión que “ha sido positiva y se ha conducido con buen espíritu”, según un comunicado de la oficina del primer ministro. El mandatario israelí reiteró " el compromiso de Israel con la última propuesta estadounidense sobre la liberación de los secuestrados, que tiene en cuenta las necesidades de seguridad de Israel, en las que él se mantiene firme”, añadió el comunicado sin dar más detalles.
En Líbano, el otro frente de la guerra que se libra en Oriente Medio, Hezbolá aseguró que dos de sus combatientes murieron en un ataque israelí. Previamente, el Centro de Operaciones de Emergencia del Ministerio de Salud libanés había informado de la muerte de dos personas en la ciudad de Hula. El ejército de Israel confirmó que su Fuerza Aérea alcanzó “edificios militares de Hezbolá” en varias zonas del sur de Líbano. Por su parte, la milicia libanesa se atribuyó ataques al norte de Israel, algunos de ellos con drones cargados de explosivos.
Por su parte, Hamás retoma los atentados suicidas en Israel, una estrategia que llevaba años sin llevar a cabo. Los brazos armados de la milicia palestina y la Yihad Islámica se atribuyeron la responsabilidad de la explosión el domingo de un artefacto cerca de una sinagoga en Tel Aviv. El hombre que transportaba la bomba murió y un transeúnte resultó herido en el incidente, según la policía. En su declaración, las organizaciones amenazaron con que sus “operaciones” dentro de Israel volverán al primer plano mientras “continúen las masacres y la política de asesinatos de la ocupación”, en alusión a la ofensiva israelí en Gaza y el asesinato del líder de Hamás, Ismail Haniya, el 31 de julio en Teherán.
Fuente: ELpais
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