Washington.-Las encuestas vaticinan que las elecciones presidenciales del 5 de noviembre, entre la demócrata Kamala Harris y el republicano Donald Trump, serán unas de las más reñidas de la historia de los Estados Unidos.
Un promedio de sondeos del sitio RealClearPolitics le asigna ahora a la vicepresidenta una leve ventaja de dos puntos a nivel nacional sobre el magnate, pero el número aún está dentro del margen de error.
Y si bien cada elección es distinta, las experiencias recientes encienden una alarma en las filas demócratas: en 2016, Hillary Clinton le llevaba a esta altura 4,6 puntos de ventaja a Trump y en 2020 Joe Biden lo superaba por un cómodo 9,7. Sin embargo, ella terminó perdiendo (aunque no en el voto popular) y el actual presidente ganó, pero por poco.
En un complejo y controvertido sistema, en Estados Unidos es posible que no gane el candidato más votado sino el que alcance una mayoría de 270 de los 538 votos del Colegio Electoral, sumando muchos estados o estados de gran peso demográfico.
Se sabe que 38 de los 50 estados han votado por el mismo partido político entre 2000 y 2016. Por ejemplo, California o Nueva York son estados “azules” porque siempre eligen candidatos demócratas y otros como Oklahoma, Arkansas o Texas son “rojos” porque se inclinan por los republicanos.
Por eso el ganador casi siempre se decide por un puñado de estados conocidos como “swing states”, o sea que oscilan de un partido a otro según la elección. Todo indica que las presidenciales esta vez dependerán de 7 distritos clave, con electorados “púrpura”, o más mezclados: Wisconsin, Michigan, Pennsylvania, Arizona, Nevada, Georgia y Carolina del Norte, donde Trump y Harris pelean cabeza a cabeza y dedican todo su tiempo en el tramo final de la campaña.
Los promedios de los sondeos recopilados por RealClearPolitics muestran apenas décimas a favor de Harris o Trump, en estos estados clave. Todo puede suceder.
Los analistas consideran que Harris solo necesita ganar en el “Cinturón del óxido”, Pennsylvania, Wisconsin y Michigan, para obtener los 270 votos necesarios en el Colegio Electoral y ganar las elecciones, a menos que haya resultados sorprendentes en otros lugares.
Si Trump gana en Pennsylvania, Carolina del Norte y Georgia, tendrá suficientes votos para ser declarado ganador, a menos que haya sorpresas en otros estados.
Trump también podría ganar si vence a Harris en los estados indecisos del Cinturón del Sol de Arizona, Georgia y Carolina del Norte, y también suma Wisconsin o Michigan.
Según un reciente sondeo de Pew Research Center, para un 81% de los votantes registrados la economía será muy importante en estas elecciones. Otros de los temas clave será la salud (65%); la nominación de los jueces de la Corte Suprema (63%); la política exterior (62%); los crímenes violentos (61%); la inmigración (61%); la política sobre armas (56%); el aborto (51%); la desigualdad racial (37%) y el cambio climático (37%).
Fuente: Clarin.
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