- El país asiático es uno de los mayores emisores de gases de efecto invernadero
Los planes de China parecen apuntarle a la conservación del medioambiente. El domingo altos funcionarios del gobierno anunciaron que introducirán un mercado nacional de carbono que comenzará a regir a partir del 2016. Un oficial del gobierno aseguró en Beijing que el país está cerca de completar las normas para uno de los programas de comercio de emisiones más grande del mundo.
China es responsable de casi el 30% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. Con el nuevo mercado de carbono planea el rápido crecimiento de las emisiones que alteran el clima en el planeta Tierra.
China ya se comprometió en reducir sus emisiones de carbono en un 40 y 45% por debajo de sus niveles emitidos en 2005. La meta está fijada para el año 2020. A la fecha, ya se han adoptado siete modelos de mercados pilotos regionales que buscan sumar experiencia frente a un programa de talla nacional e internacional.
Sun Cuihua, una funcionaria de Desarrollo y Reforma de la Comisión Nacional, aseguró en Pekín, el domingo pasado, que "vamos a enviar a través de la reglamentación de los mercados nacionales al Consejo de Estado para su aprobación antes de fin de año". El mercado nacional se iniciará en el año 2016, aunque algunas provincias estarían autorizadas para comenzar más tarde si carecen de la infraestructura técnica necesaria, remató la funcionaria.
Una vez que comience el mercado chino superaría al europeo que, hoy por hoy, es el sistema más grande del mundo. Sería el principal centro de comercio de carbono en Asia y el Pacífico, donde Kazajstán y Nueva Zelanda ya operan con mercados similares. Corea del Sur comenzará un mercado nacional el 1 de enero de 2015, mientras que Indonesia, Tailandia y Vietnam están elaborando planes para sus mercados locales.
El mercado chino representaría la culminación de las emisiones de dióxido de carbono a partir de fuentes como generadores de electricidad e industria manufacturera. Aquellos que emitan por encima de su tope máximo deberán comprar permisos en el mercado.
Los cinco mercados piloto que abrió en China el año pasado fueron testigos de un alto grado cumplimiento por parte de los emisores durante su primer año. Sin embargo, existen datos ocultos y una tendencia a repartir demasiados permisos lo que hace ineficaz la reducción de emisiones.
Fuente: el espectador
China es responsable de casi el 30% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. Con el nuevo mercado de carbono planea el rápido crecimiento de las emisiones que alteran el clima en el planeta Tierra.
China ya se comprometió en reducir sus emisiones de carbono en un 40 y 45% por debajo de sus niveles emitidos en 2005. La meta está fijada para el año 2020. A la fecha, ya se han adoptado siete modelos de mercados pilotos regionales que buscan sumar experiencia frente a un programa de talla nacional e internacional.
Sun Cuihua, una funcionaria de Desarrollo y Reforma de la Comisión Nacional, aseguró en Pekín, el domingo pasado, que "vamos a enviar a través de la reglamentación de los mercados nacionales al Consejo de Estado para su aprobación antes de fin de año". El mercado nacional se iniciará en el año 2016, aunque algunas provincias estarían autorizadas para comenzar más tarde si carecen de la infraestructura técnica necesaria, remató la funcionaria.
Una vez que comience el mercado chino superaría al europeo que, hoy por hoy, es el sistema más grande del mundo. Sería el principal centro de comercio de carbono en Asia y el Pacífico, donde Kazajstán y Nueva Zelanda ya operan con mercados similares. Corea del Sur comenzará un mercado nacional el 1 de enero de 2015, mientras que Indonesia, Tailandia y Vietnam están elaborando planes para sus mercados locales.
El mercado chino representaría la culminación de las emisiones de dióxido de carbono a partir de fuentes como generadores de electricidad e industria manufacturera. Aquellos que emitan por encima de su tope máximo deberán comprar permisos en el mercado.
Los cinco mercados piloto que abrió en China el año pasado fueron testigos de un alto grado cumplimiento por parte de los emisores durante su primer año. Sin embargo, existen datos ocultos y una tendencia a repartir demasiados permisos lo que hace ineficaz la reducción de emisiones.
Fuente: el espectador