- Solicitó hoy a la comunidad católica que rece, después de que Israel decidiera cerrar el acceso de los musulmanes a la Explanada de las Mezquitas.
"Los invito a rezar para que la Ciudad Santa, querida por judíos, cristianos y musulmanes, que en los últimos días ha sido testigo de numerosas tensiones, pueda ser un signo de la paz que Dios desea para toda la familia humana", dijo Bergoglio.
En estos términos se expresó el pontífice argentino momentos después del rezo del Ángelus celebrado esta mañana en la Plaza de San Pedro del Vaticano, con motivo del Día de Todos los Santos.
Israel cerró -el pasado 30 de octubre- el acceso de los musulmanes a la Explanada de las Mezquitas, una decisión sin precedentes desde la Guerra de los Seis Días de 1967, en medio de una creciente tensión en los barrios árabes y en la zona amurallada de la llamada Ciudad Vieja.
La decisión fue adoptada después de que un palestino tratara de asesinar a tiros en la parte oriental de la ciudad al rabino Yehuda Glick, líder de una organización ultranacionalista y mesiánica que promueve la colonización de Jerusalén y el cambio del statu quo en la citada explanada, el tercer lugar más sagrado del Islam.
Las autoridades israelíes adujeron, entonces, "razones de seguridad" para cerrar por completo la explanada tanto a los musulmanes como a los turistas, hecho que no ocurría desde que a finales de septiembre de 2000 entró a la Explanada de las Mezquitas el entonces líder de la derecha y luego primer ministro israelí, Ariel Sharón, en un acto considerado como el detonante de la segunda Intifada.
Fuente: telam
En estos términos se expresó el pontífice argentino momentos después del rezo del Ángelus celebrado esta mañana en la Plaza de San Pedro del Vaticano, con motivo del Día de Todos los Santos.
Israel cerró -el pasado 30 de octubre- el acceso de los musulmanes a la Explanada de las Mezquitas, una decisión sin precedentes desde la Guerra de los Seis Días de 1967, en medio de una creciente tensión en los barrios árabes y en la zona amurallada de la llamada Ciudad Vieja.
La decisión fue adoptada después de que un palestino tratara de asesinar a tiros en la parte oriental de la ciudad al rabino Yehuda Glick, líder de una organización ultranacionalista y mesiánica que promueve la colonización de Jerusalén y el cambio del statu quo en la citada explanada, el tercer lugar más sagrado del Islam.
Las autoridades israelíes adujeron, entonces, "razones de seguridad" para cerrar por completo la explanada tanto a los musulmanes como a los turistas, hecho que no ocurría desde que a finales de septiembre de 2000 entró a la Explanada de las Mezquitas el entonces líder de la derecha y luego primer ministro israelí, Ariel Sharón, en un acto considerado como el detonante de la segunda Intifada.
Fuente: telam