JERUSALÉN. Israel consideró este viernes “muy peligroso” el compromiso nuclear entre Irán y las grandes potencias, y anunció que hará todo lo posible para modificar este acuerdo que, a su juicio, amenaza su propia existencia.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, prevé reunir el viernes a su gabinete de seguridad. Sin embargo, sus opciones parecen limitadas, según los expertos, aunque Netanyahu espera influir sobre el acuerdo antes de que se negocie su versión final.
“El acuerdo marco es un paso en una dirección muy, muy peligrosa”, declaró a la prensa Mark Regev, portavoz del primer ministro, añadiendo que “el único objetivo” de Irán es dotarse de la bomba atómica.
“No solo (el acuerdo) deja a Irán una amplia infraestructura nuclear, sino que no conduce al cierre de una sola instalación nuclear, autoriza a Teherán a conservar miles de centrifugadoras para seguir enriqueciendo uranio (...) y le permite continuar con su investigación y desarrollo para construir nuevas centrifugadoras más potentes”, se lamentó.
“La alternativa a este acuerdo marco, que es un mal acuerdo (...) es un mejor acuerdo, que desmantele de forma significativa las infraestructuras nucleares militares de Irán, que exija que Irán cambie de comportamiento, y que cese sus agresiones en la región, que deje de apoyar al terrorismo en todo el mundo y que cese sus llamados reiterados a la destrucción de Israel”, precisó el portavoz.
Netanyahu, cuyo país es considerado como la única potencia nuclear de la región, pero que mantiene la ambigüedad al respecto, pide desde hace años que se impida a Irán enriquecer uranio.
Las grandes potencias aceptan en el acuerdo marco que Irán mantenga esta capacidad, pero con garantías de que el enriquecimiento de uranio sirva para fines civiles y no militares.
IMPROBABLE OPCIÓN MILITAR
La posición de Israel ha sido por tanto marginada y ahora le queda el pragmatismo como única vía posible, aseguran los analistas. Para éstos, son muy improbables los bombardeos contra instalaciones iraníes, pese a las declaraciones el jueves del ministro de Inteligencia,Yuval Steinitz. Este allegado a Netanyahu señaló que la opción militar sigue sobre la mesa en última instancia.
Muchos comentaristas israelíes consideran que la firma del acuerdo supone una “traición” de Estados Unidos, gran aliado de Israel.
“Nuestros amigos en Washington nos han vendido, así como sus demás aliados en Oriente Medio”, analiza el diario Yediot Aharonot, que critica “un documento ambiguo, en el que están ausentes detalles primordiales, exactamente como lo deseaban los iraníes”.
El texto del acuerdo marco “demuestra cuánto se han peleado los iraníes, y lo han conseguido, para mantener elementos esenciales para fabricar armas nucleares”, añade.
Netanyahu dijo el jueves por la noche al presidente estadounidense, Barack Obama, que este acuerdo sobre el programa nuclear iraní “amenaza la supervivencia de Israel”.
El primer ministro israelí no dudó en desafiar a la Casa Blanca al acudir el 3 de marzo al congreso estadounidense para criticar las negociaciones entre las grandes potencias e Irán. Este episodio contribuyó a una de las peores crisis en las relaciones entre Israel y Estados Unidos.
Para Israel, una de las principales opciones pasa precisamente por el apoyo en el congreso norteamericano. La mayoría republicana opuesta a Obama anunció que persistiría en exigir un derecho de aprobación sobre cualquier acuerdo final con Irán.
Se trata de una propuesta de ley que obligaría a Obama a otorgar al congreso este derecho -a lo que se opone la Casa Blanca- y que será votada en comisión. En todo caso, en víspera del acuerdo nuclear con Irán, Netanyahu recibió al presidente republicano de la Cámara de Representantes, John Boehner.
AFP
“El acuerdo marco es un paso en una dirección muy, muy peligrosa”, declaró a la prensa Mark Regev, portavoz del primer ministro, añadiendo que “el único objetivo” de Irán es dotarse de la bomba atómica.
“No solo (el acuerdo) deja a Irán una amplia infraestructura nuclear, sino que no conduce al cierre de una sola instalación nuclear, autoriza a Teherán a conservar miles de centrifugadoras para seguir enriqueciendo uranio (...) y le permite continuar con su investigación y desarrollo para construir nuevas centrifugadoras más potentes”, se lamentó.
“La alternativa a este acuerdo marco, que es un mal acuerdo (...) es un mejor acuerdo, que desmantele de forma significativa las infraestructuras nucleares militares de Irán, que exija que Irán cambie de comportamiento, y que cese sus agresiones en la región, que deje de apoyar al terrorismo en todo el mundo y que cese sus llamados reiterados a la destrucción de Israel”, precisó el portavoz.
Netanyahu, cuyo país es considerado como la única potencia nuclear de la región, pero que mantiene la ambigüedad al respecto, pide desde hace años que se impida a Irán enriquecer uranio.
Las grandes potencias aceptan en el acuerdo marco que Irán mantenga esta capacidad, pero con garantías de que el enriquecimiento de uranio sirva para fines civiles y no militares.
IMPROBABLE OPCIÓN MILITAR
La posición de Israel ha sido por tanto marginada y ahora le queda el pragmatismo como única vía posible, aseguran los analistas. Para éstos, son muy improbables los bombardeos contra instalaciones iraníes, pese a las declaraciones el jueves del ministro de Inteligencia,Yuval Steinitz. Este allegado a Netanyahu señaló que la opción militar sigue sobre la mesa en última instancia.
Muchos comentaristas israelíes consideran que la firma del acuerdo supone una “traición” de Estados Unidos, gran aliado de Israel.
“Nuestros amigos en Washington nos han vendido, así como sus demás aliados en Oriente Medio”, analiza el diario Yediot Aharonot, que critica “un documento ambiguo, en el que están ausentes detalles primordiales, exactamente como lo deseaban los iraníes”.
El texto del acuerdo marco “demuestra cuánto se han peleado los iraníes, y lo han conseguido, para mantener elementos esenciales para fabricar armas nucleares”, añade.
Netanyahu dijo el jueves por la noche al presidente estadounidense, Barack Obama, que este acuerdo sobre el programa nuclear iraní “amenaza la supervivencia de Israel”.
El primer ministro israelí no dudó en desafiar a la Casa Blanca al acudir el 3 de marzo al congreso estadounidense para criticar las negociaciones entre las grandes potencias e Irán. Este episodio contribuyó a una de las peores crisis en las relaciones entre Israel y Estados Unidos.
Para Israel, una de las principales opciones pasa precisamente por el apoyo en el congreso norteamericano. La mayoría republicana opuesta a Obama anunció que persistiría en exigir un derecho de aprobación sobre cualquier acuerdo final con Irán.
Se trata de una propuesta de ley que obligaría a Obama a otorgar al congreso este derecho -a lo que se opone la Casa Blanca- y que será votada en comisión. En todo caso, en víspera del acuerdo nuclear con Irán, Netanyahu recibió al presidente republicano de la Cámara de Representantes, John Boehner.
AFP