Beirut— Las fuerzas gubernamentales sirias apoyadas por los rusos libraban ayer los combates más encarnizados desde el inicio de las operaciones aéreas de Moscú, mientras la Unión Europea (UE) pidió que los bombardeos dejen de apuntar contra los rebeldes moderados.
Por su parte, Estados Unidos lanzó el domingo en paracaídas municiones en el norte de Siria a los rebeldes de ese país que combaten al grupo Estado Islámico (EI), según indicó ayer un portavoz del comando de las fuerzas estadounidenses en Medio Oriente (CENTCOM).
Esto ilustra la nueva orientación de la administración de Barack Obama, hostil a la participación de Rusia en Siria, para luchar contra el EI, tras el fracaso de su programa de entrenamiento de rebeldes sirios moderados. En total fueron arrojadas "50 toneladas de municiones", según un responsable del departamento de Defensa.
Respecto a este envío de municiones "paracaidistas", el coronel Steve Warren, un portavoz militar estadounidense con base en Bagdad, las mismas están destinadas a la "Coalición árabe siria", la que también podría recibir apoyo aéreo por parte de la liderada por EU.
En este complejo conflicto, con múltiples actores, Rusia apoya al régimen del presidente sirio Bashar al Asad, quien considera "terroristas" a todos sus opositores en el terreno, mientras Estados Unidos y la UE insisten en la partida de éste del poder y apoyan a los rebeldes "moderados" que combaten al EI.
En una reunión en Luxemburgo, los ministros de Relaciones Exteriores de la UE expresaron su "preocupación" de que el principal blanco de los bombardeos no sean los yihadistas y dijeron que una transición en Siria es imposible si Bashar al Asad sigue en el poder.
En tanto en Irak, donde los yihadistas del EI controlan amplios territorios que forman parte del califato que proclamaron, las autoridades intentaban confirmar si el líder del movimiento, Abu Bakr al Bagdadi, fue alcanzado en un operativo el domingo.
La televisión pública siria informó que las tropas de Damasco tomaron la localidad de Kafr Nabuda en la provincia de Hama, como parte de una ofensiva para recuperar territorios en el centro del país.
Sin embargo, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) dijo que tras la entrada de los tropas, seguían los combates.
"Las fuerzas del régimen capturaron el distrito sur de Kafr Nabuda apoyados por más de 20 bombardeos rusos", informó el director del OSDH, Rami Abdel Rahman. "Los combates son los más encarnizados desde el inicio de la campaña aérea rusa el 30 de septiembre".
AFP