Lagos, Nigeria.- El ejército nigeriano anunció este miércoles haber rescatado a más de 300 mujeres y niños secuestrados por el grupo islamista Boko Haram en el nordeste del país.
“La unidad [del ejército] socorrió a 338 personas que los terroristas mantenían en cautiverio”, entre ellas 192 niños y 138 mujeres, en operaciones llevadas a cabo el martes, declararon las fuerzas armadas.
Estas operaciones se centraron en “presuntos campamentos de terroristas de Boko Haram en las aldeas de Bulajilin y Manawashe”, en la región boscosa de Sambisa, un feudo de los insurgentes islamistas.
El ejército también afirmó haber matado a 30 presuntos insurgentes de Boko Haram, y confiscado armas y municiones.
La fuerza aérea nigeriana declaró el martes haber bombardeado depósitos de vehículos y carburante del grupo islamistas “en un esfuerzo” por deteriorar al máximo sus recursos.
El jefe de la aviación, Sadique Abubakar, afirmó en un comunicado que los bombardeos “abren el camino para el asalto final” de las tropas terrestres.
El ejército informa con cierta frecuencia de éxitos en su lucha contra la insurrección (destrucciones de campamentos, liberaciones de rehenes) pero Boko Haram sigue cometiendo ataques y atentados suicidas a un ritmo sostenido.
El presidente nigeriano Muhammadu Buhari, en el poder desde mayo, prometió acabar con los insurgentes y logró algunas victorias, sobre todo con la ayuda del ejército chadiano.
Pero los insurgentes islamistas de Boko Haram han intensificado sus ataques contra blancos civiles en los últimos meses y, según Amnistía Internacional (AI), secuestraron a por lo menos 2.000 mujeres y niñas en Nigeria desde enero de 2014.
En mayo, cientos de mujeres y niños fueron rescatados en Sambisa, en el estado de Borno, y casi 180 al sur de Maiduguri, la capital de Borno.
Boko Haram, cuya insurrección ha causado al menos 17.000 muertos y más de 2,5 millones de desplazados desde 2009, es considerado responsable de la muerte de más de 1.300 personas desde la investidura del presidente Buhari el 29 de mayo, según un recuento de la AFP.
Estas operaciones se centraron en “presuntos campamentos de terroristas de Boko Haram en las aldeas de Bulajilin y Manawashe”, en la región boscosa de Sambisa, un feudo de los insurgentes islamistas.
El ejército también afirmó haber matado a 30 presuntos insurgentes de Boko Haram, y confiscado armas y municiones.
La fuerza aérea nigeriana declaró el martes haber bombardeado depósitos de vehículos y carburante del grupo islamistas “en un esfuerzo” por deteriorar al máximo sus recursos.
El jefe de la aviación, Sadique Abubakar, afirmó en un comunicado que los bombardeos “abren el camino para el asalto final” de las tropas terrestres.
El ejército informa con cierta frecuencia de éxitos en su lucha contra la insurrección (destrucciones de campamentos, liberaciones de rehenes) pero Boko Haram sigue cometiendo ataques y atentados suicidas a un ritmo sostenido.
El presidente nigeriano Muhammadu Buhari, en el poder desde mayo, prometió acabar con los insurgentes y logró algunas victorias, sobre todo con la ayuda del ejército chadiano.
Pero los insurgentes islamistas de Boko Haram han intensificado sus ataques contra blancos civiles en los últimos meses y, según Amnistía Internacional (AI), secuestraron a por lo menos 2.000 mujeres y niñas en Nigeria desde enero de 2014.
En mayo, cientos de mujeres y niños fueron rescatados en Sambisa, en el estado de Borno, y casi 180 al sur de Maiduguri, la capital de Borno.
Boko Haram, cuya insurrección ha causado al menos 17.000 muertos y más de 2,5 millones de desplazados desde 2009, es considerado responsable de la muerte de más de 1.300 personas desde la investidura del presidente Buhari el 29 de mayo, según un recuento de la AFP.