La niña Nyoak Tong, pasajera del avión siniestrado, perdió a su madre y a sus cuatro hermanos.
El accidente aéreo que se produjo este miércoles en Yuba, en la capital de Sudán del Sur, provocó que al menos 40 personas —entre pasajeros del vuelo y afectados por la caída del aparato— perdieran la vida. La única nota alegre de esta tragedia fue la protagonizada por un bebé de catorce meses, que sobrevivió milagrosamente al siniestro. La nave, que se estrelló a apenas 800 metros del aeropuerto, era un Antonov An-12B, de fabricación ucraniana, y no tenía autorización para volar por falta de mantenimiento, según el constructor.
Nyoak Tong, la niña de catorce meses que sobrevivió a la caída del avión, fue conducida por su abuela a un centro hospitalario después del accidente. Tanto la madre del bebé como sus cuatro hermanos, que también tomaron el vuelo siniestrado, perdieron la vida. La aeronave se dirigía desde la capital sursudanesa a la ciudad de Paloich, en el estado de Alto Nilo.
La tragedia aérea en Yuba se produce tan solo cuatro días después de que un avión ruso de pasajeros se estrellara el pasado sábado en la península egipcia del Sinaí, donde murieron las 224 personas que viajaban a bordo. De las víctimas, 220 eran rusas, tres ucranianas y una bielorrusa. Pese a que los Gobiernos egipcio y ruso atribuyen el motivo del accidente a un fallo técnico, las causas están siendo todavía investigadas y las autoridades británicas sospechan que pudo deberse a «un artefacto explosivo».
Fuente: abc.es
Nyoak Tong, la niña de catorce meses que sobrevivió a la caída del avión, fue conducida por su abuela a un centro hospitalario después del accidente. Tanto la madre del bebé como sus cuatro hermanos, que también tomaron el vuelo siniestrado, perdieron la vida. La aeronave se dirigía desde la capital sursudanesa a la ciudad de Paloich, en el estado de Alto Nilo.
La tragedia aérea en Yuba se produce tan solo cuatro días después de que un avión ruso de pasajeros se estrellara el pasado sábado en la península egipcia del Sinaí, donde murieron las 224 personas que viajaban a bordo. De las víctimas, 220 eran rusas, tres ucranianas y una bielorrusa. Pese a que los Gobiernos egipcio y ruso atribuyen el motivo del accidente a un fallo técnico, las causas están siendo todavía investigadas y las autoridades británicas sospechan que pudo deberse a «un artefacto explosivo».
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