"Después de haber consultado a una persona que participó en el ataque, tengo información de que hay 18 muertos, entre hombres y mujeres mayores, sin contar a niños que también murieron", aseguró el jueves por teléfono a la agencia internacional AFP el vicepresidente de la Nacionalidad Waorani (NAWE), Gilberto Nenquimo.
Según líderes waoranis, la agresión se habría producido en venganza por el asesinato a lanzazos, presuntamente a manos del clan taromenane, de uno de sus jefes, Ompore Omeway el 5 de marzo pasado cerca de la localidad ecuatoriana de Yarentaro, provincia de Orellana, en proximidades de una zona de explotación petrolera.
Los taromenane eran parte de los waoranis, pero se mantienen aislados en la selva luego de que éstos últimos decidieran incorporarse a la civilización, después de ser ubicados en 1950.
Desde la ciudad amazónica de Puyo, al sureste de Ecuador, el líder añadió que su fuente, con quien dialogó por teléfono, participó en el ataque a los taromenane. Anotó que los agresores consiguieron cartuchos para escopetas y posiblemente armas de fuego en un mercado del caserío de Pompeya, en la provincia de Orellana, para ejecutar el atentado.
"La Fiscalía aún no tiene certeza sobre la existencia de cuerpos o elementos que permitan demostrar que hubo una matanza", expresó a su vez el jueves una fuente de ese organismo consultada por la AFP en Quito, y agregó que "todavía no se puede decir nada al respecto".
Señaló, también, que el caso se encuentra en "fase de indagación" y que se "planifican nuevos sobrevuelos en la selva que permitirían tener indicios de la existencia o no de los cuerpos, que se habla habrían sido abandonados luego de la matanza".
Tras rastreos aéreos iniciados el martes, una comisión integrada por miembros de varios ministerios, la Policía, la Fiscalía y nativos no han hallado evidencias de la agresión contra el pueblo no contactado taromenane.
El miércoles, el líder waorani Pedro Enqueri pidió a las autoridades abstenerse de intervenir en el caso, aduciendo que esas represalias forman parten de la cultura de esa etnia, por lo que los implicados no deben ser considerados asesinos ni procesados por la justicia ordinaria.
Según líderes waoranis, la agresión se habría producido en venganza por el asesinato a lanzazos, presuntamente a manos del clan taromenane, de uno de sus jefes, Ompore Omeway el 5 de marzo pasado cerca de la localidad ecuatoriana de Yarentaro, provincia de Orellana, en proximidades de una zona de explotación petrolera.
Los taromenane eran parte de los waoranis, pero se mantienen aislados en la selva luego de que éstos últimos decidieran incorporarse a la civilización, después de ser ubicados en 1950.
Desde la ciudad amazónica de Puyo, al sureste de Ecuador, el líder añadió que su fuente, con quien dialogó por teléfono, participó en el ataque a los taromenane. Anotó que los agresores consiguieron cartuchos para escopetas y posiblemente armas de fuego en un mercado del caserío de Pompeya, en la provincia de Orellana, para ejecutar el atentado.
"La Fiscalía aún no tiene certeza sobre la existencia de cuerpos o elementos que permitan demostrar que hubo una matanza", expresó a su vez el jueves una fuente de ese organismo consultada por la AFP en Quito, y agregó que "todavía no se puede decir nada al respecto".
Señaló, también, que el caso se encuentra en "fase de indagación" y que se "planifican nuevos sobrevuelos en la selva que permitirían tener indicios de la existencia o no de los cuerpos, que se habla habrían sido abandonados luego de la matanza".
Tras rastreos aéreos iniciados el martes, una comisión integrada por miembros de varios ministerios, la Policía, la Fiscalía y nativos no han hallado evidencias de la agresión contra el pueblo no contactado taromenane.
El miércoles, el líder waorani Pedro Enqueri pidió a las autoridades abstenerse de intervenir en el caso, aduciendo que esas represalias forman parten de la cultura de esa etnia, por lo que los implicados no deben ser considerados asesinos ni procesados por la justicia ordinaria.
Fuente: AFP - La Hora
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