El gobierno de Estados Unidos anunció este miércoles su nueva Estrategia Nacional Sobre el Control de Drogas durante una conferencia realizada en la Universidad John Hopkins in Baltimore, Maryland.
El director de las Políticas de Control Nacional de Drogas, ONDCP, y principal asesor del presidente Barack Obama para la política sobre estupefacientes, Gil Kerlikowske, presentó el plan.
“Esta estrategia que estamos publicando hoy y que hemos demostrado probándola con varias agencias federales y con los Departamentos de Justicia y de Salud y Recursos Humanos, y muchos otros, es particularmente importante y es muy servicial. Es una política para el Siglo XXI y detalla formas basadas en evidencia. Es un documento de salud pública y de educación pública que también incluye la inserción, la colaboración y el apoyo del sistema de justicia penal”, dijo Kerlikowske.
La nueva estrategia ratifica el papel vital de las agencias policiales en la protección de las comunidades de los delitos y la violencia relacionada con las drogas, enfatiza la colaboración y la cooperación en la lucha contra los estupefacientes, comenzando con la prevención del abuso de drogas especialmente entre los menores, como la medida más efectiva para reducir los delitos y la violencia de las drogas en términos de costos, y expande programas nacionales y comunitarios para prevenir el uso de drogas en escuelas, universidades y lugares de trabajo.
El director Kerlikowske destacó la importancia de la parte médica en la nueva estrategia del gobierno estadounidense contra las drogas.
“La estrategia también empodera a los profesionales de la salud para que intervengan temprano, a las primeras señales del problema. La detección temprana y el tratamiento en casos de abuso de narcóticos, y vemos al doctor por lo menos una vez al año, es mucho más humano y menos costoso que hacer frente a las consecuencias de la adicción, incluyendo los delitos y la prisión”, explicó Kerlikowske.
El plan anti drogas de la administración Obama también facilita el acceso al tratamiento contra la adicción para miles de estadounidenses, mediante la nueva ley de salud que requiere a las compañías aseguradoras con el abuso de estupefacientes.
Adicionalmente la Casa Blanca abrió una oficina para dar voz a adictos recuperados para ayudar a eliminar el estigma de la adicción, ayudándoles a obtener nuevamente una licencia de conducir, a votar o a obtener un préstamo estudiantil.
Finalmente, la estrategia apoya políticas anti-crimen inteligentes para las agencias policiales, como la expansión de las cortes para casos de drogas donde las autoridades pueden utilizar estos tribunales para intervenir temprano y evitar que una persona pueda continuar el camino del delito a causa de los estupefacientes.
Sin embargo, el director Kerlikowske dijo que los castigos por los delitos relacionados con las drogas se mantendrán.“La gente que cometa delitos graves seguirá siendo encarcelada, seguirá pagando multas. Ningún departamento de policía va a ceder sus responsabilidades de cumplir con su juramento de proteger a los ciudadanos, pero significa que también estamos reconociendo que la adicción no sólo es un problema penal sino también uno de salud que realmente merece la atención médica adecuada”, argumentó el funcionario estadounidense.
Fuente: voanoticias.com
El director de las Políticas de Control Nacional de Drogas, ONDCP, y principal asesor del presidente Barack Obama para la política sobre estupefacientes, Gil Kerlikowske, presentó el plan.
“Esta estrategia que estamos publicando hoy y que hemos demostrado probándola con varias agencias federales y con los Departamentos de Justicia y de Salud y Recursos Humanos, y muchos otros, es particularmente importante y es muy servicial. Es una política para el Siglo XXI y detalla formas basadas en evidencia. Es un documento de salud pública y de educación pública que también incluye la inserción, la colaboración y el apoyo del sistema de justicia penal”, dijo Kerlikowske.
La nueva estrategia ratifica el papel vital de las agencias policiales en la protección de las comunidades de los delitos y la violencia relacionada con las drogas, enfatiza la colaboración y la cooperación en la lucha contra los estupefacientes, comenzando con la prevención del abuso de drogas especialmente entre los menores, como la medida más efectiva para reducir los delitos y la violencia de las drogas en términos de costos, y expande programas nacionales y comunitarios para prevenir el uso de drogas en escuelas, universidades y lugares de trabajo.
El director Kerlikowske destacó la importancia de la parte médica en la nueva estrategia del gobierno estadounidense contra las drogas.
“La estrategia también empodera a los profesionales de la salud para que intervengan temprano, a las primeras señales del problema. La detección temprana y el tratamiento en casos de abuso de narcóticos, y vemos al doctor por lo menos una vez al año, es mucho más humano y menos costoso que hacer frente a las consecuencias de la adicción, incluyendo los delitos y la prisión”, explicó Kerlikowske.
El plan anti drogas de la administración Obama también facilita el acceso al tratamiento contra la adicción para miles de estadounidenses, mediante la nueva ley de salud que requiere a las compañías aseguradoras con el abuso de estupefacientes.
Adicionalmente la Casa Blanca abrió una oficina para dar voz a adictos recuperados para ayudar a eliminar el estigma de la adicción, ayudándoles a obtener nuevamente una licencia de conducir, a votar o a obtener un préstamo estudiantil.
Finalmente, la estrategia apoya políticas anti-crimen inteligentes para las agencias policiales, como la expansión de las cortes para casos de drogas donde las autoridades pueden utilizar estos tribunales para intervenir temprano y evitar que una persona pueda continuar el camino del delito a causa de los estupefacientes.
Sin embargo, el director Kerlikowske dijo que los castigos por los delitos relacionados con las drogas se mantendrán.“La gente que cometa delitos graves seguirá siendo encarcelada, seguirá pagando multas. Ningún departamento de policía va a ceder sus responsabilidades de cumplir con su juramento de proteger a los ciudadanos, pero significa que también estamos reconociendo que la adicción no sólo es un problema penal sino también uno de salud que realmente merece la atención médica adecuada”, argumentó el funcionario estadounidense.
Fuente: voanoticias.com
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