Incluso, según el diario israelí Haaretz de este lunes, Francia y Reino Unido estudian la posibilidad de llamar a consultas a sus embajadores en Israel para manifestar su descontento. Aunque hasta ahora esto no se ha confirmado oficialmente.
Lo cierto es que Yossi Gal y Daniel Taub, respectivamente embajadores israelíes en Francia y Gran Bretaña, fueron convocados esta mañanapara oír "la desaprobación" de París y las "preocupaciones" de Londres por la extensión de las colonias judías en los territorios palestinos ocupados.
Los dos países recalcaron los "obstáculos" que tal proyecto significa para una solución con dos Estados del conflicto palestino-israelí.
Reforzando la posición, el presidente francés, François Hollande, también se refirió al tema en Lyon, al terminar una cumbre franco-italiana: "Nuestra gran preocupación es la instalación de nuevas colonias con todas las consecuencias que ello podría tener en el proceso de paz".
"Israel socava así la confianza en su disposición a negociar en el proceso de paz del Cercano Oriente", indicó el portavoz del gobierno alemán, Steffen Seibert. Seibert al mismo tiempo que señaló que con esta licitación de nuevas viviendas "se hace cada vez más pequeño el espacio para crear un Estado palestino, algo que también quiere Alemania".
Pero a pesar de las presiones intenacionales, el gobierno israelí ratificó hoy que no renunciará a construir nuevas colonias, según afirmó a la AFP una fuente de la oficina del primer ministro Benjamin Netanyahu. "Israel insiste siempre en sus intereses vitales, incluso bajo presiones exteriores y no habrá cambio en la decisión tomada. La iniciativa palestina en la ONU es una violación flagrante de los acuerdos garantizados por la comunidad internacional", declaró esta fuente que pidió el anonimato.
Un día después de que la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobara una resolución que otorgó a Palestina el estatuto de Estado observador no miembro, Israel anunció el viernes -en tono de represalia- su intención de construir 3.000 viviendas suplementarias en Jerusalén Este y en Cisjordania, en la zona llamada E1,particularmente controvertida.
La zona E1 está situada entre Jerusalén y la colonia de Maalé Adounim, donde Israel se comprometió ante Estados Unidos a no construir.Si hubiera construcciones en ella, esa zona uniría Maalé Adounim a los barrios de colonización de Jerusalén Este, cortando Cisjordania en dos y comprometiendo la viabilidad de un futuro Estado palestino.
Esta decisión israelí suscitó críticas internacionales, incluso de Estados Unidos, tradicional aliado de Israel. Washington consideró que el proyecto hace "retroceder la causa de la paz".
El gobierno británico dijo "deplorar" la decisión de expandir los asentamientos. Hemos instado al gobierno israelí a que reconsidere (su decisión). "Le hemos dicho al gobierno israelí que si sigue adelante con esta decisión, entonces habrá una fuerte reacción", señaló el Foreign Office en un comunicado.
La canciller federal de Alemania, Angela Merkel, también exigió hoy a Israel que renuncie a llevar a cabo sus planes. Y es probable que la jefa de gobierno alemán discuta este tema con el premier israelí, Benjamín Netanyahu, cuando se reúnan el miércoles en Berlín.
Israel decidió asimismo, ayer, y en represalia por la votación de la ONU,el bloqueo de la transferencia a la Autoridad Palestina de unos 120 millones de dólares de impuestos reacaudados por el Estado hebreo.
Fuente: clarin.com
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