- Santiago Andrade se convirtió en la primera baja de la prensa al cubrir las protestas en el país sudamericano, mientras siguen las marchas de protesta a cuatro meses del inicio del Mundial de fútbol.
Río de Janeiro.- El camarógrafo herido en una protesta fue declarado hoy decretada con "muerte cerebral", convirtiéndose en la primera baja de la prensa en la cobertura de las protestas en Brasil, mientras una nueva manifestación paralizó el centro de Rio a cuatro meses del Mundial de fútbol. Santiago Andrade, camarógrafo de la red Bandeirantes de 49 años, padre de una niña de 11 años, cubría el jueves pasado una violenta protesta contra el aumento del pasaje de autobús frente a la mayor estación de metro y trenes de Rio, Central do Brasil, cuando recibió en la cabeza el impacto de una bengala.
Sus médicos declararon hoy su "muerte encefálica", anunció la secretaría de Salud de la ciudad, convirtiéndolo en la primera víctima fatal de las violentas protestas que sacuden Brasil desde junio pasado. Antes de cubrir una nueva protesta contra el alza hoy del transporte, unos 20 colegas rindieron homenaje a Andrade en el lugar donde fue herido. Colocaron sus cámaras de fotos y de video en el piso, alrededor de la mancha de sangre, se tomaron de las manos, guardaron un minuto de silencio y luego aplaudieron.
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, indicó que la muerte de Andrade "indigna y entristece" y ofreció la ayuda de la policía federal para hallar a los culpables. "No es admisible que las protestas democráticas sean desvirtuadas por quien no tiene respeto por las vidas humanas", señaló la mandataria en su cuenta Twitter. Los Black Bloc lamentaron asimismo la muerte cerebral de Andrade, pero denunciaron un doble estándar para las agresiones contra manifestantes por parte de la policía, que en su opinión no son investigadas.
Acarreando una pancarta que leía "De duelo por Santiago", un manifestante ya famoso en Rio por disfrazarse de Batman también lamentó la muerte del periodista. "Es una fatalidad cometida por irresponsables que ensuciaron la reputación de los manifestantes" al matar "un héroe que arriesgaba su vida", declaró. Unas mil personas, muchos integrantes del grupo anarquista Black Bloc, vestidos de negro y enmascarados, protestaban hasta ahora pacíficamente en el centro, vigilados por policías y helicópteros.
Los manifestantes gritaban consignas contra la reciente alza del precio de autobús y el enorme gasto público en estadios para el Mundial, en vez de en mejoras de los deficientes servicios públicos. "La tarifa va a caer. No habrá Copa" del Mundo, leía una gran pancarta amarilla. El presunto autor del lanzamiento de la bengala que hirió a Andrade fue identificado hoy por otro manifestante ya detenido en vinculación al caso, anunció la policía. "Puede ser condenado hasta a 35 años de cárcel por homicidio doloso calificado por uso de artefacto explosivo y el crimen de explosión", dijo el comisario de la policía civil Mauricio Luciano.
Fabio Raposo, un manifestante de 22 años detenido el domingo por haber tenido en sus manos la bengala que hirió al camarógrafo, fue quien identificó en una fotografía al presunto autor del disparo, a cambio de una reducción de su pena, precisó Luciano. Las masivas protestas durante la Copa Confederaciones de la FIFA en junio comenzaron como un rechazo al aumento del pasaje, pero se extendieron rápidamente a la lucha contra la corrupción y contra el inmenso gasto público para el Mundial-2014 en vez de inversiones para mejorar los deficientes servicios públicos.
Aunque desde junio las protestas han caído en intensidad, también se han radicalizado. Fotos y videos difundidos por la prensa brasileña muestran el momento en que el cámara fue alcanzado por un artefacto pirotécnico en medio de destellos y una humareda. En las fotos, el camarógrafo aparece sin casco, máscara antigas o chaleco antibalas. El sindicato de periodistas de Rio reclamó que así como Andrade, muchos profesionales de la prensa "no están preparados para enfrentar un riesgo como ese".
Según la Asociación brasileña de periodismo (Abraji), este año tres periodistas resultaron heridos en estas manifestaciones. En 2013, fueron 114 en todo el país, incluido un fotógrafo de la AFP que recibió un bastonazo de un policía en la cabeza. Durante las protestas de junio, que llegaron a reunir a más de un millón de personas, murieron cinco personas.
Un joven de 21 años falleció al caer de un viaducto en una manifestación en Belo Horizonte (sudeste). Otras tres personas fueron atropelladas, dos en Brasilia y una en Ribeirao Preto (Sao Paulo, sudeste). Y una mujer que trabajaba como barrendera murió de un ataque cardíaco al verse atrapada en una protesta en Belem (norte).
Fuente: Milenio
Sus médicos declararon hoy su "muerte encefálica", anunció la secretaría de Salud de la ciudad, convirtiéndolo en la primera víctima fatal de las violentas protestas que sacuden Brasil desde junio pasado. Antes de cubrir una nueva protesta contra el alza hoy del transporte, unos 20 colegas rindieron homenaje a Andrade en el lugar donde fue herido. Colocaron sus cámaras de fotos y de video en el piso, alrededor de la mancha de sangre, se tomaron de las manos, guardaron un minuto de silencio y luego aplaudieron.
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, indicó que la muerte de Andrade "indigna y entristece" y ofreció la ayuda de la policía federal para hallar a los culpables. "No es admisible que las protestas democráticas sean desvirtuadas por quien no tiene respeto por las vidas humanas", señaló la mandataria en su cuenta Twitter. Los Black Bloc lamentaron asimismo la muerte cerebral de Andrade, pero denunciaron un doble estándar para las agresiones contra manifestantes por parte de la policía, que en su opinión no son investigadas.
Acarreando una pancarta que leía "De duelo por Santiago", un manifestante ya famoso en Rio por disfrazarse de Batman también lamentó la muerte del periodista. "Es una fatalidad cometida por irresponsables que ensuciaron la reputación de los manifestantes" al matar "un héroe que arriesgaba su vida", declaró. Unas mil personas, muchos integrantes del grupo anarquista Black Bloc, vestidos de negro y enmascarados, protestaban hasta ahora pacíficamente en el centro, vigilados por policías y helicópteros.
Los manifestantes gritaban consignas contra la reciente alza del precio de autobús y el enorme gasto público en estadios para el Mundial, en vez de en mejoras de los deficientes servicios públicos. "La tarifa va a caer. No habrá Copa" del Mundo, leía una gran pancarta amarilla. El presunto autor del lanzamiento de la bengala que hirió a Andrade fue identificado hoy por otro manifestante ya detenido en vinculación al caso, anunció la policía. "Puede ser condenado hasta a 35 años de cárcel por homicidio doloso calificado por uso de artefacto explosivo y el crimen de explosión", dijo el comisario de la policía civil Mauricio Luciano.
Fabio Raposo, un manifestante de 22 años detenido el domingo por haber tenido en sus manos la bengala que hirió al camarógrafo, fue quien identificó en una fotografía al presunto autor del disparo, a cambio de una reducción de su pena, precisó Luciano. Las masivas protestas durante la Copa Confederaciones de la FIFA en junio comenzaron como un rechazo al aumento del pasaje, pero se extendieron rápidamente a la lucha contra la corrupción y contra el inmenso gasto público para el Mundial-2014 en vez de inversiones para mejorar los deficientes servicios públicos.
Aunque desde junio las protestas han caído en intensidad, también se han radicalizado. Fotos y videos difundidos por la prensa brasileña muestran el momento en que el cámara fue alcanzado por un artefacto pirotécnico en medio de destellos y una humareda. En las fotos, el camarógrafo aparece sin casco, máscara antigas o chaleco antibalas. El sindicato de periodistas de Rio reclamó que así como Andrade, muchos profesionales de la prensa "no están preparados para enfrentar un riesgo como ese".
Según la Asociación brasileña de periodismo (Abraji), este año tres periodistas resultaron heridos en estas manifestaciones. En 2013, fueron 114 en todo el país, incluido un fotógrafo de la AFP que recibió un bastonazo de un policía en la cabeza. Durante las protestas de junio, que llegaron a reunir a más de un millón de personas, murieron cinco personas.
Un joven de 21 años falleció al caer de un viaducto en una manifestación en Belo Horizonte (sudeste). Otras tres personas fueron atropelladas, dos en Brasilia y una en Ribeirao Preto (Sao Paulo, sudeste). Y una mujer que trabajaba como barrendera murió de un ataque cardíaco al verse atrapada en una protesta en Belem (norte).
Fuente: Milenio
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