En abril, el gobierno de ese país decretó que hospitales públicos y privados están obligados a practicar la eutanasia a quienes lo pidan.
Un hombre de 79 años que padecía un cáncer terminal se convirtió el viernes en el primer colombiano al que se le practicó la eutanasia tras un decreto del gobierno que obliga a los hospitales a realizar el polémico procedimiento.
La eutanasia se realizó en un hospital de la ciudad de Pereira, informó Laura Bermúdez, jefa de prensa de la Clínica Oncólogos del Occidente.
El caso de Ovidio González alcanzó gran relevancia porque se trata del padre de uno de los caricaturistas más reconocidos del país, Julio César González, conocido como "Matador" y quien publica en el diario bogotano El Tiempo.
En abril, el gobierno del presidente Juan Manuel Santos promulgó un decreto que establece que los hospitales públicos y privados están obligados a practicar la eutanasia a quienes así lo pidan.
El decreto regula una sentencia de 1997 de la Corte Constitucional que considera que el "derecho a vivir con dignidad", recogido en la Constitución, implica también el "derecho a morir con dignidad".
Según el decreto, los hospitales deben crear un comité que evalúe el estado del paciente antes de aplicarle la inyección letal.
Los hospitales deben crear un comité que evalúe el estado del paciente antes de aplicarle la inyección letal.
Sin embargo, el decreto estuvo acompañado de controversia ya que la Iglesia amenazó con cerrar las decenas de hospitales que mantiene en el país "si insisten en obligarnos a matar", dijo el obispo católico Juan Vicente Córdoba.
También en los hospitales laicos ha surgido el debate. De hecho, la familia de González interpuso un recurso de amparo después de que, 30 minutos antes de recibir la inyección prevista para el martes, el equipo médico se negó a hacerlo. La familia ya había contratado incluso los servicios funerarios.
Durante los dos días de retraso el anciano ofreció una entrevista en televisión en la que insistió en su deseo de morir por los dolores que le producía el cáncer que, según el oncólogo Juan Paulo Cardona, "era de encía, lo llamamos en general de cavidad oral".
Finalmente el hospital, tras reunirse con miembros del Ministerio de Salud, se vio obligado a efectuar la eutanasia para no enfrentar consecuencias legales.
La eutanasia se realizó en un hospital de la ciudad de Pereira, informó Laura Bermúdez, jefa de prensa de la Clínica Oncólogos del Occidente.
El caso de Ovidio González alcanzó gran relevancia porque se trata del padre de uno de los caricaturistas más reconocidos del país, Julio César González, conocido como "Matador" y quien publica en el diario bogotano El Tiempo.
En abril, el gobierno del presidente Juan Manuel Santos promulgó un decreto que establece que los hospitales públicos y privados están obligados a practicar la eutanasia a quienes así lo pidan.
El decreto regula una sentencia de 1997 de la Corte Constitucional que considera que el "derecho a vivir con dignidad", recogido en la Constitución, implica también el "derecho a morir con dignidad".
Según el decreto, los hospitales deben crear un comité que evalúe el estado del paciente antes de aplicarle la inyección letal.
Los hospitales deben crear un comité que evalúe el estado del paciente antes de aplicarle la inyección letal.
Sin embargo, el decreto estuvo acompañado de controversia ya que la Iglesia amenazó con cerrar las decenas de hospitales que mantiene en el país "si insisten en obligarnos a matar", dijo el obispo católico Juan Vicente Córdoba.
También en los hospitales laicos ha surgido el debate. De hecho, la familia de González interpuso un recurso de amparo después de que, 30 minutos antes de recibir la inyección prevista para el martes, el equipo médico se negó a hacerlo. La familia ya había contratado incluso los servicios funerarios.
Durante los dos días de retraso el anciano ofreció una entrevista en televisión en la que insistió en su deseo de morir por los dolores que le producía el cáncer que, según el oncólogo Juan Paulo Cardona, "era de encía, lo llamamos en general de cavidad oral".
Finalmente el hospital, tras reunirse con miembros del Ministerio de Salud, se vio obligado a efectuar la eutanasia para no enfrentar consecuencias legales.
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