Los caracoles africanos de tierra pululan por estas épocas en Florida, ahora que el clima les es más propicio. La humedad y el calor son muy parecidos al ambiente del trópico nigeriano, de donde es oriunda esta especie.
Aunque se pueden encontrar en varias latitudes de Estados Unidos y en Hawái, representan una amenaza especialmente considerable para la Florida, por su vibrante industria agrícola.
"Producimos comida que abastece a toda la nación, y estos caracoles comen hasta 500 tipos de plantas, incluyendo prácticamente todo lo que crece en la Florida. Y no es algo de lo que podamos alejarnos. Son una amenaza muy grande para los cultivos", dijo Mark Fagan, vocero del Departamento de Agricultura de la Florida, para la National Geografic.
Algunos caracoles son ingresados a los Estados Unidos como mascotas, o como elementos para prácticas religiosas, pero pueden llegar a ser transportados inintencionalmente, por lo que pueden convertirse en una plaga potencial.
"Estos caracoles han sido interceptados por agentes de aduana y patrullas de control en los aeropuertos. Una mujer, por ejemplo, viajó desde Nigeria, con varios caracoles bajo su falda", dijo Fagan.
A la existencia de los caracoles en la Florida se le suma una condición particular que los hace especialmente difíciles de neutralizar: Cuando llegan a la adultez, a los seis meses de vida, el caracol puede producir hasta cien huevos al mes. Además, cada espécimen puede vivir hasta ocho años.
Otros caracoles se alimentan de las hojas caídas o de los restos de las plantas, pero los caracoles africanos de tierra devoran las plantas vivas, y los más jóvenes son reconocidos por acabar con estuco y cemento, por lo que no solo representan una amenaza para los cultivos, sino para los hogares.
El Departamento de Agricultura de la Florida batalla la amenaza con carnadas que afectan únicamente a estos caracoles y no a otras especies, pero el proceso de erradicación podría tomar años.
Según la National Geografic, se tienen registros de que en 1966 un niño de 10 años transportó estos caracoles desde Hawaii hasta North Miami, pero su abuela los liberó. Poco después, las autoridades tuvieron que erradicar 18 mil caracoles, que fueron la descendencia de ese incidente. La amenaza ahora es mucho mayor, ya que en los últimos 18 meses se han recolectado 120 mil caracoles.
Fuente: miamidiario.com
Aunque se pueden encontrar en varias latitudes de Estados Unidos y en Hawái, representan una amenaza especialmente considerable para la Florida, por su vibrante industria agrícola.
"Producimos comida que abastece a toda la nación, y estos caracoles comen hasta 500 tipos de plantas, incluyendo prácticamente todo lo que crece en la Florida. Y no es algo de lo que podamos alejarnos. Son una amenaza muy grande para los cultivos", dijo Mark Fagan, vocero del Departamento de Agricultura de la Florida, para la National Geografic.
Algunos caracoles son ingresados a los Estados Unidos como mascotas, o como elementos para prácticas religiosas, pero pueden llegar a ser transportados inintencionalmente, por lo que pueden convertirse en una plaga potencial.
"Estos caracoles han sido interceptados por agentes de aduana y patrullas de control en los aeropuertos. Una mujer, por ejemplo, viajó desde Nigeria, con varios caracoles bajo su falda", dijo Fagan.
A la existencia de los caracoles en la Florida se le suma una condición particular que los hace especialmente difíciles de neutralizar: Cuando llegan a la adultez, a los seis meses de vida, el caracol puede producir hasta cien huevos al mes. Además, cada espécimen puede vivir hasta ocho años.
Otros caracoles se alimentan de las hojas caídas o de los restos de las plantas, pero los caracoles africanos de tierra devoran las plantas vivas, y los más jóvenes son reconocidos por acabar con estuco y cemento, por lo que no solo representan una amenaza para los cultivos, sino para los hogares.
El Departamento de Agricultura de la Florida batalla la amenaza con carnadas que afectan únicamente a estos caracoles y no a otras especies, pero el proceso de erradicación podría tomar años.
Según la National Geografic, se tienen registros de que en 1966 un niño de 10 años transportó estos caracoles desde Hawaii hasta North Miami, pero su abuela los liberó. Poco después, las autoridades tuvieron que erradicar 18 mil caracoles, que fueron la descendencia de ese incidente. La amenaza ahora es mucho mayor, ya que en los últimos 18 meses se han recolectado 120 mil caracoles.
Fuente: miamidiario.com