José Pepe Mujica, presidente de Uruguay. / AFP
MONTEVIDEO. “Para nosotros serían seis ciudadanos más que trataríamos que se ubicaran en algunos lugares del país, que trabajaran si quieren y si se quieren ir que se vayan”, indicó Mujica,al explicar que serán considerados como refugiados y por lo tanto, personas libres.
Su seguridad será “como la de todos los ciudadanos”, enfatizó el presidente, que había anunciado en marzo pasado que recibió un pedido del gobierno de Barack Obama para recibir algunos de los reclusos de Guantánamo.
El mandatario no pudo precisar cuándo vendrán, ya que la autorización “depende de ellos, de Estados Unidos”.
Consultado sobre si otros países de la región han recibido o recibirán presos de este cuestionado centro carcelario, situado en una base naval bajo administración estadounidense, que Washington alquila aCuba desde 1903, respondió que “hay varios” pero que no dirá cuáles.
“Los que yo sé me los guardo, no lo voy a decir porque no le voy a complicar a la gente que está viviendo ahí”, sostuvo.
El mandatario, que había indicado en marzo que pasaría factura aEstados Unidos por recibir a los detenidos, explicó el martes que “la factura es quedar en una posición ventajosa”.
“En el sentido de pretender de Estados Unidos un apoyo en el desarrollo científico y técnico que creo es lo más valioso desde el punto de vista estratégico. Y lograr un cierto margen de apertura comercial para algunas cosas que son importantes”, sostuvo este exguerrillero de 79 años, segundo presidente de izquierda en la historia del país y que fuera recibido en mayo de este año con su par estadounidense Barack Obama en la Casa Blanca.
Mujica consideró que “era un deber” decirle que sí al pedido estadounidense de recibir detenidos.
“Porque me pasé toda la vida dándole en contra a la cárcel y cuando aparece un presidente que quiere hacer algo positivo ¿qué voy a hacer?”, se preguntó.
Un número significativo de transferencias de detenidos enGuantánamo se encuentra en preparación, dijo en junio un alto responsable del gobierno estadounidense, anunciando un “progreso sustancial este año” como para poder lograr el cierre de esa prisión.
Aún restan 149 presos en Guantánamo, una cárcel que Obama se comprometió a cerrar cuando era candidato a la Casa Blanca.
De esos 149, ya se aprobó la liberación de 78 de ellos sin cargos.Washington está intentando encontrar países que los reciban, ya que muchos no pueden ser enviados a sus hogares por temores sobre la seguridad estadounidense o porque allí serían perseguidos.
Abc