En represalia por los ataques de Moscú contra sus bases, el grupo jihadista ejecutó a un supuesto "espía ruso" de origen checheno
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El combatiente de EI junto a su víctima rusa. |
BEIRUT.- En un nuevo giro y como represalia al implacable asedio ruso contra sus bastiones, el grupo jihadista Estado Islámico (EI) publicó ayer un video en Internet en el que uno de sus combatientes, un rusoparlante, decapita a otro hombre acusado de espiar para Rusia en territorio sirio.
La grabación, subida al sitio del grupo, comienza con una supuesta confesión de la víctima antes de morir, que afirma que es checheno y que fue enviado por los servicios de inteligencia de Rusia al "califato" de EI para "espiar".
El hombre, vestido con un mameluco naranja, aparece en esta parte de la cinta en una habitación con el fondo oscuro y habla en ruso, con subtítulos en árabe.
Detalla, además, cómo fue captado por las fuerzas de seguridad de Rusia cuando vivía en Grozny, la capital chechena, bajo la amenaza de que iba a ser denunciado por consumir drogas.
Acto seguido, explica su viaje al "califato", donde presuntamente se dedicaba a informar a la inteligencia de Rusia sobre aquellos jihadistas que querían regresar al Cáucaso para cometer atentados, hasta que fue descubierto y capturado por miembros de EI.
En la segunda parte del video, que dura más de siete minutos y está publicado por los cuarteles de los extremistas en Raqqa (nordeste de Siria), se ve al prisionero que va a ser decapitado de rodillas y de espaldas a un combatiente de EI en un lugar al aire libre.
Antes de degollar a su víctima, el verdugo amenaza al "pueblo de Rusia" y augura que se dirige a su "futura derrota".
"Ya no encontrarán seguridad en sus casas, mataremos a todos sus hijos", advierte el jihadista, también en ruso, con subtítulos en árabe.
El verdugo recuerda los bombardeos de Rusia contra EI, que, asegura, mataron a mujeres, menores y ancianos: "Ustedes se unieron a los tiranos", afirma, en referencia al régimen sirio, Estados Unidos y otros países que bombardean Siria.
Estado Islámico proclamó un califato a finales de junio de 2014 en Irak y Siria; ya domina partes del norte y el centro de ambos países.
Con el fin de apoyar al presidente Bashar al-Assad, su aliado, en su combate contra los terroristas el pasado 30 de septiembre, Rusia inició una serie de ataques aéreos contra las bases de EI en Siria.
Según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos -un grupo con sede en Gran Bretaña que monitorea la guerra civil siria- los ataques aéreos rusos mataron a 419 miembros de la insurgencia terrorista, además de otros 598 combatientes de la filial de Al-Qaeda en Siria, el Frente al-Nusra. Pero el Observatorio también reconoce que los bombardeos mataron a 485 civiles, 117 de los cuales eran niños.
Esta semana, en el marco de la cumbre del clima que se realiza en París, el presidente norteamericano, Barack Obama, se reunió con su homólogo ruso, Vladimir Putin, para coordinar las acciones contra EI en Siria.
Agencias Reuters y EFE