- La Policía de Nuevo México aseguró este miércoles que las víctimas del tiroteo del martes en un instituto de Roswell (EEUU) fueron al azar, mientras que algunos alumnos del centro declararon que el agresor sufría acoso escolar.
La ciudad de Roswell siguió este miércoles en la búsqueda de explicaciones para entender por qué un estudiante de 12 años disparó a dos de sus compañeros, lo que causó heridas muy graves a uno de ellos, que se encuentra en estado crítico.
"Hemos encontrado pruebas de que fue pensado y planeado", anunció en una rueda de prensa el jefe de la Policía estatal, Pete Kassetas, quien, aún así, agregó que "las víctimas fueron (elegidas) al azar".
Según Kassetas, que definió el caso de "complejo", el menor llevaba una escopeta del calibre 20, procedente de su casa y escondida en una bolsa de lona, pero no tenía en mente a víctimas concretas.
La gobernadora de Nuevo México, Susana Martínez, explicó que el herido de 12 años, que fue disparado en la cara y el cuello, sigue en "estado crítico", mientras que otra chica de 13 años está estable, pese a que seguirá ingresada al menos una semana.
Los estudiantes consultados por la prensa local destacaron que el agresor era a menudo víctima de "bullying" y que ese acoso escolar se hacía patente en clase, cuando el chico intervenía y otros le llamaban a callar.
"!Cállate!", le gritaban algunos compañeros al autor del tiroteo, a quien definen como un chico de estatura media, con un poco de sobrepeso, gafas, pecas y corte de pelo en forma de taza, según indicó el diario Albuquerque Journal.
El diario también recogió el testimonio de algunos estudiantes que aseguran que el herido más grave, el chico de 12 años, había intimidado algunas veces al agresor, lo que no coincide con la versión oficial de que las víctimas fueron aleatorias.
El tiroteo en Nuevo México se produjo un mes después de que, en una escuela secundaria del vecino estado de Colorado, un alumno disparara contra una compañera, luego se suicidara y la estudiante herida muriera al cabo de unos días.
"Hemos encontrado pruebas de que fue pensado y planeado", anunció en una rueda de prensa el jefe de la Policía estatal, Pete Kassetas, quien, aún así, agregó que "las víctimas fueron (elegidas) al azar".
Según Kassetas, que definió el caso de "complejo", el menor llevaba una escopeta del calibre 20, procedente de su casa y escondida en una bolsa de lona, pero no tenía en mente a víctimas concretas.
La gobernadora de Nuevo México, Susana Martínez, explicó que el herido de 12 años, que fue disparado en la cara y el cuello, sigue en "estado crítico", mientras que otra chica de 13 años está estable, pese a que seguirá ingresada al menos una semana.
Los estudiantes consultados por la prensa local destacaron que el agresor era a menudo víctima de "bullying" y que ese acoso escolar se hacía patente en clase, cuando el chico intervenía y otros le llamaban a callar.
"!Cállate!", le gritaban algunos compañeros al autor del tiroteo, a quien definen como un chico de estatura media, con un poco de sobrepeso, gafas, pecas y corte de pelo en forma de taza, según indicó el diario Albuquerque Journal.
El diario también recogió el testimonio de algunos estudiantes que aseguran que el herido más grave, el chico de 12 años, había intimidado algunas veces al agresor, lo que no coincide con la versión oficial de que las víctimas fueron aleatorias.
El tiroteo en Nuevo México se produjo un mes después de que, en una escuela secundaria del vecino estado de Colorado, un alumno disparara contra una compañera, luego se suicidara y la estudiante herida muriera al cabo de unos días.
Fuente: EFE/UH
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