Foto/EFE |
El cortejo fúnebre del "Padre de la transición", quien murió el domingo a los 81 años víctima de la enfermedad de Alzheimer, fue victoreado a su paso por las calles de Madrid tras salir del Congreso de los Diputados en dirección a la catedral de Ávila, donde recibirá sepultura.
Durante los dos días en los que agonizó en una clínica de Madrid, el ex presidente recibió elogios de las máximas autoridades del país y de las principales fuerzas políticas, que destacaron su papel clave en el paso de la dictadura franquista a la democracia.
Más de 30.000 ciudadanos pasaron en las últimas 24 horas por la capilla ardiente de Adolfo Suárez instalada en el Salón de los Pasos Perdidos del Congreso de los Diputados.
Muchos aguardaron durante horas para despedir al ex presidente haciendo cola desafiando el frío de un día gris en las calles de Madrid. La capilla ardiente estuvo abierta ayer hasta las 2 de la madrugada y volvió a abrir a las 8 de esta mañana.
"Suárez era un político de esos que ya no hay, tenía principios, y le hizo muy bien a España. La forma en que hacía las cosas fue lo que permitió que hoy seamos una democracia", dijo a Télam Diego Sánchez, un andaluz de 60 años que se acercó a darle el último adiós al ex presidente.
Por su parte, Ana Ruiz, de 22 años y estudiante de Ciencias Políticas, destacó que el ex presidente "es un referente, un ejemplo para todos los españoles" y "será recordado por pensar en el bien del país en general y no en su propio beneficio".
Esta mañana el féretro fue depositado en una cureña a las puertas del parlamento y fue seguido a pie por la familia y las principales autoridades del país hasta la plaza de Cibeles, a pocos metros.
Después de recibir todos los honores de Estado acordes al protocolo, el féretro fue introducido en una camioneta que lo transportará hasta la catedral de Ávila, de donde Suárez es oriundo, para recibir sepultura esta tarde en el claustro al que también fue trasladada su esposa, Amparo Illiana.
La despedida de Suárez dejó una imagen inusual: la de los Reyes de España junto a los príncipes de Asturias, el presidente del gobierno Mariano Rajoy, y sus tres antecesores vivos, José Luis Rodríguez Zapatero, José María Aznar y Felipe González.
La figura conciliadora del ex presidente reunió a las autoridades y a los dirigentes de las distintas fuerzas políticas de España, en un momento de especial tensión para el país debido al desafío soberanista de Cataluña.
Salvo los independentistas catalanes y vascos, que consideran que la transición "no ha sido modélica", estuvieron todos.
De hecho, el presidente del gobierno regional catalán, Artur Mas, quien impulsa la independencia, estuvo en la capilla ardiente y tras salir recordó la figura de Suárez haciendo hincapié en su "valentía y coraje" para afrontar los problemas, a diferencia del presidente Rajoy.
Suárez, presidente del gobierno español desde 1976 hasta 1981, fue quien llevó a cabo el desmantelamiento de la estructura del régimen dictatorial de Francisco Franco.
Había ocupado varios cargos durante el régimen dictatorial de Francisco Franco y fue elegido por el rey Juan Carlos I -el heredero del dictador- para presidir el gobierno que convocaría las primeras elecciones democráticas en casi 50 años, de las que saldría la actual Constitución de 1978.
Con 44 años, Suárez ganó la elecciones al frente de la UCD (Unión de Centro Democrático) y meses después de los comicios legalizó el Partido Comunista (PCE) y los sindicatos, una de sus decisiones más recordadas por los españoles.
Su principal labor fue forjar acuerdos con las distintas fuerzas políticas españolas, ideológicamente enfrentadas.
Fue cuestionado y recibió presiones de todo los frentes, incluido su propio partido, hasta que en febrero de 1981 dimitió insinuando y anticipando el intento de golpe de Estado del 23 de febrero, que finalmente fracasó.
Más de 30 años después, su figura era reconocida y alabada por casi todos, incluso aquellos que lo traicionaron y por momentos lo dejaron solo, como su amigo el rey Juan Carlos de Borbón.
Los principales periódicos de España despiden hoy a Suárez rescatando su legado.
"El adiós a Suárez devuelve el espíritu del consenso", escribió el diario La Vanguardia, mientras El Mundo tituló en su tapa: "La última lección de Suárez" y el diario El País destacó que "La figura de Suárez recupera por un día la unidad política".
Con informacion de Telam
Durante los dos días en los que agonizó en una clínica de Madrid, el ex presidente recibió elogios de las máximas autoridades del país y de las principales fuerzas políticas, que destacaron su papel clave en el paso de la dictadura franquista a la democracia.
Más de 30.000 ciudadanos pasaron en las últimas 24 horas por la capilla ardiente de Adolfo Suárez instalada en el Salón de los Pasos Perdidos del Congreso de los Diputados.
Muchos aguardaron durante horas para despedir al ex presidente haciendo cola desafiando el frío de un día gris en las calles de Madrid. La capilla ardiente estuvo abierta ayer hasta las 2 de la madrugada y volvió a abrir a las 8 de esta mañana.
"Suárez era un político de esos que ya no hay, tenía principios, y le hizo muy bien a España. La forma en que hacía las cosas fue lo que permitió que hoy seamos una democracia", dijo a Télam Diego Sánchez, un andaluz de 60 años que se acercó a darle el último adiós al ex presidente.
Por su parte, Ana Ruiz, de 22 años y estudiante de Ciencias Políticas, destacó que el ex presidente "es un referente, un ejemplo para todos los españoles" y "será recordado por pensar en el bien del país en general y no en su propio beneficio".
Esta mañana el féretro fue depositado en una cureña a las puertas del parlamento y fue seguido a pie por la familia y las principales autoridades del país hasta la plaza de Cibeles, a pocos metros.
Después de recibir todos los honores de Estado acordes al protocolo, el féretro fue introducido en una camioneta que lo transportará hasta la catedral de Ávila, de donde Suárez es oriundo, para recibir sepultura esta tarde en el claustro al que también fue trasladada su esposa, Amparo Illiana.
La despedida de Suárez dejó una imagen inusual: la de los Reyes de España junto a los príncipes de Asturias, el presidente del gobierno Mariano Rajoy, y sus tres antecesores vivos, José Luis Rodríguez Zapatero, José María Aznar y Felipe González.
La figura conciliadora del ex presidente reunió a las autoridades y a los dirigentes de las distintas fuerzas políticas de España, en un momento de especial tensión para el país debido al desafío soberanista de Cataluña.
Salvo los independentistas catalanes y vascos, que consideran que la transición "no ha sido modélica", estuvieron todos.
De hecho, el presidente del gobierno regional catalán, Artur Mas, quien impulsa la independencia, estuvo en la capilla ardiente y tras salir recordó la figura de Suárez haciendo hincapié en su "valentía y coraje" para afrontar los problemas, a diferencia del presidente Rajoy.
Suárez, presidente del gobierno español desde 1976 hasta 1981, fue quien llevó a cabo el desmantelamiento de la estructura del régimen dictatorial de Francisco Franco.
Había ocupado varios cargos durante el régimen dictatorial de Francisco Franco y fue elegido por el rey Juan Carlos I -el heredero del dictador- para presidir el gobierno que convocaría las primeras elecciones democráticas en casi 50 años, de las que saldría la actual Constitución de 1978.
Con 44 años, Suárez ganó la elecciones al frente de la UCD (Unión de Centro Democrático) y meses después de los comicios legalizó el Partido Comunista (PCE) y los sindicatos, una de sus decisiones más recordadas por los españoles.
Su principal labor fue forjar acuerdos con las distintas fuerzas políticas españolas, ideológicamente enfrentadas.
Fue cuestionado y recibió presiones de todo los frentes, incluido su propio partido, hasta que en febrero de 1981 dimitió insinuando y anticipando el intento de golpe de Estado del 23 de febrero, que finalmente fracasó.
Más de 30 años después, su figura era reconocida y alabada por casi todos, incluso aquellos que lo traicionaron y por momentos lo dejaron solo, como su amigo el rey Juan Carlos de Borbón.
Los principales periódicos de España despiden hoy a Suárez rescatando su legado.
"El adiós a Suárez devuelve el espíritu del consenso", escribió el diario La Vanguardia, mientras El Mundo tituló en su tapa: "La última lección de Suárez" y el diario El País destacó que "La figura de Suárez recupera por un día la unidad política".
Con informacion de Telam
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