El polaco murió ayer antes de completar la tercera etapa. Era su debut en el rally, al que vino con un amigo.Luto en el Dakar. El piloto de motos Michal Hernik murió este martes antes de completar la tercera etapa de la carrera. Es el quinto competidor muerto desde que la competencia llegó a Sudamérica.
La noticia menos deseada del Dakar llegó en el tercer día de carrera. La muerte de un piloto tiñó de tristeza el campamento de Chilecito, en La Rioja, donde ayer se cumplió la tercera etapa. El polaco Michal Hernik, de 39 años, que debutaba en la prueba en una moto KTM, perdió la vida cuando transitaba a la altura del kilómetro 206 de la competencia (el especial era de 220).
Hernik fue encontrado muerto a las 16.03 por un equipo de médicos que se trasladaba en helicóptero hacia el lugar. El cuerpo yacía sin el casco y a 300 metros de la ruta que debía seguir, en la Cuesta del Miranda (provincia de La Rioja), a sólo 14 kilómetros del final del tercer especial.
A las 15.16, los oficiales de carrera constataron que el polaco no atravesó el control de paso cuando por sus tiempos habituales estaba previsto que lo hiciera (debió haberlo hecho alrededor de las 14.37) por lo que inmediatamente activaron su búsqueda y pocos minutos después se encontraron con este lamentable hecho.
Con la muerte de Hernik, ya son cinco los pilotos muertos desde que el Dakar llegó a Sudamérica, en 2009. El francés Terry Pascal, en la primera edición; el argentino Jorge Martínez Boero (2012), el francés Thomas Bourgin (2013) y el belga Eric Palante (2014) enlutaron la prueba previamente.
“Lamentamos ser noticia por este lamentable suceso”, dijo un consternado Etienne Lavigne, director de la carrera, quien sólo habló del tema en francés (ni siquiera accedió a la requisitoria para hablar en inglés). Luego le dio paso al director de relaciones institucionales, Gregory Murak, quien se limitó a repetir el parte oficial pero en español.
El sitio oficial del Dakar describe a Hernik como un entusiasta corredor que tenía el sueño de competir con sus amigos Pawel Stasiaczek y Norbert Madetko (este último no fue parte en la carrera).
Siguiendo su pasión, los tres participaron en diferentes carreras para acercarse a su sueño de competir en el raid más exigente del mundo. Nombraron a sus motos Baby, Cizia y Zike y viajaron a Marruecos, Mauritania, Mali y Burkina Faso para conocer terrenos similares a los de Sudamérica. El malogrado piloto había tomado parte en el Desafío al Desierto de Abu Dhabi y en el Rally de Marruecos.
“Prepararnos para el Dakar nos llevó dos años, pero no sabemos lo que nos espera durante este rally. El objetivo para un aficionado es completar la carrera, sea cual sea la posición”, había dicho Hernik, antes de comenzar el desafío de sus sueños.
Nadie en el campamento de Chilecito salía de su asombro. Su compañero Stasiaczek lloraba desconsoladamente abrazado a una de las integrantes de la asistencia en la carpa de KTM. Nadie pensó que el sueño más importante de los tres amigos un día se fuera a convertir en su peor pesadilla.
Con la muerte de Hernik, ya son cinco los pilotos muertos desde que el Dakar llegó a Sudamérica, en 2009. El francés Terry Pascal, en la primera edición; el argentino Jorge Martínez Boero (2012), el francés Thomas Bourgin (2013) y el belga Eric Palante (2014) enlutaron la prueba previamente.
“Lamentamos ser noticia por este lamentable suceso”, dijo un consternado Etienne Lavigne, director de la carrera, quien sólo habló del tema en francés (ni siquiera accedió a la requisitoria para hablar en inglés). Luego le dio paso al director de relaciones institucionales, Gregory Murak, quien se limitó a repetir el parte oficial pero en español.
El sitio oficial del Dakar describe a Hernik como un entusiasta corredor que tenía el sueño de competir con sus amigos Pawel Stasiaczek y Norbert Madetko (este último no fue parte en la carrera).
Siguiendo su pasión, los tres participaron en diferentes carreras para acercarse a su sueño de competir en el raid más exigente del mundo. Nombraron a sus motos Baby, Cizia y Zike y viajaron a Marruecos, Mauritania, Mali y Burkina Faso para conocer terrenos similares a los de Sudamérica. El malogrado piloto había tomado parte en el Desafío al Desierto de Abu Dhabi y en el Rally de Marruecos.
“Prepararnos para el Dakar nos llevó dos años, pero no sabemos lo que nos espera durante este rally. El objetivo para un aficionado es completar la carrera, sea cual sea la posición”, había dicho Hernik, antes de comenzar el desafío de sus sueños.
Nadie en el campamento de Chilecito salía de su asombro. Su compañero Stasiaczek lloraba desconsoladamente abrazado a una de las integrantes de la asistencia en la carpa de KTM. Nadie pensó que el sueño más importante de los tres amigos un día se fuera a convertir en su peor pesadilla.
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