En los últimos seis meses de guerra, Estados Unidos ha hecho públicas dos ventas a Israel por el llamado procedimiento de “emergencia”, un trámite que permite el envío directo, obviando un proceso en el Congreso que toma 30 días.
A principios de diciembre, el gobierno estadounidense autorizó la venta de 13.981 proyectiles de 120 mm por 106 millones de dólares. Esta munición de artillería es utilizada en particular por los tanques de combate Merkava que participan en la ofensiva israelí en la Franja de Gaza.
A finales de diciembre, Washington autorizó otra venta “urgente” de unos 57.000 proyectiles de 155 mm y equipo conexo, por un total de 147,5 millones de dólares. Estas armas procedían de las existencias del ejército estadounidense.
Las ventas de armas que superan un determinado importe deben hacerse públicas en Estados Unidos, a diferencia de las transacciones menores.
Según el Washington Post, la administración del presidente Biden ha aprobado más de 100 ventas militares no públicas desde el ataque del 7 de octubre, incluidas muchas municiones de artillería.
Ayuda militar estable
Estas dos ventas “urgentes” a Israel se suman a la ayuda gratuita y regular de Estados Unidos, que suministra a su aliado parte de su armamento más moderno.
Desde la fundación del país en 1948, Washington ha entregado a Israel unos 130.000 millones de dólares, según cifras oficiales, cantidad que se ajusta a unos 300.000 millones si se tiene en cuenta la inflación.
Israel es así “el mayor receptor en términos acumulados” de ayuda exterior estadounidense “desde la Segunda Guerra Mundial”, según un reciente informe del Congreso, que señala que esta asistencia incluye también “una importante ayuda económica” entre 1971 y 2007.
Desde entonces, la ayuda ha sido casi exclusivamente militar, por valor de más de 3.500 millones de dólares anuales en virtud de acuerdos plurianuales, el actual hasta 2028.
“Estados Unidos proporciona a Israel acceso a algunos de los equipos militares más avanzados del mundo, incluido el avión de combate F-35″, señala el Departamento de Estado estadounidense. También es Estados Unidos el que financia y suministra en parte el equipamiento de la “Cúpula de Hierro”, el eficaz y caro escudo de Israel contra los cohetes disparados desde Gaza o Líbano.
La ayuda estadounidense está esencialmente condicionada a la compra de equipos a fabricantes estadounidenses.
La ley en Estados Unidos prohíbe al gobierno suministrar armas a países responsables de “violaciones flagrantes de los derechos humanos”, algo que se recuerda en momentos en que algunos países han expresado su preocupación por el muy elevado costo humano de la ofensiva israelí en Gaza.
Fuente: AFP
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