Los manifestantes, algunos ondeando banderas con las franjas rojas y amarillas de Cataluña, así como enseñas independentistas con la estrella sobre un triángulo azul, marcharon después por las principales calles de Barcelona.
"Esta reforma ataca cosas básicas como son la igualdad y la cohesión social. La escuela pública es el lugar común en el que se pueden encontrar alumnos de todos los orígenes para educarse conjuntamente y el proyecto de separar a los niños por su idioma en escuela pública y privada es un mero intento de descohesionar", aseguró Anna Via, una profesora de Ciencias Sociales, de 31 años.
"Además eso de pagar por la privada si estamos precisamente con recortes es bastante irónico", añadió, mientras a su lado, los manifestantes muestran carteles con las leyendas "Escuela en catalán y sin ningún recorte", "Inmersión lingüística sí" o "No a la LOMCE (Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa, ndlr)".
Via se refería a la idea propuesta en el anteproyecto de ley de que las familias que lo deseen puedan inscribir a sus hijos en centros privados en castellano y que éstos sean costeados por el gobierno regional.
Aunque por ahora es sólo un borrador, este proyecto ha sido rechazado por varias regiones que consideran que les quita poder en la decisión del currículum académico.
Cataluña, además, lo ve como una amenaza a su sistema de inmersión lingüística, pese a que el ministro de Educación, José Ignacio Wert, ha insistido en que "el gobierno no quiere en absoluto liquidar la escuela en catalán".
La manifestación de Barcelona se enmarca en otras movilizaciones contra este proyecto de ley celebradas en otras ciudades españolas como Madrid.
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