Adama Dieng |
Dieng ha indicado que, después de los enfrentamientos entre budistas y musulmanes del año pasado en Rajine (norte) y de la semana pasada en Meijtila (centro), "hay un riesgo considerable de que la violencia se extienda, si no se toman las medidas adecuadas".
El asesor especial ha indicado que "estas medidas no solo deben abordar las consecuencias inmediatas de la violencia actual, sino también las causas". "De lo contrario, habrá graves consecuencias que la comunidad internacional se ha comprometido a evitar", ha dicho.
Así, le ha instado a "proteger a la población en peligro" y a "abordar un diálogo nacional para promover la reconciliación entre budistas y musulmanes y para alcanzar los estándares internacionales en materia de Derechos Humanos".
Dieng ha recordado que el Gobierno de Birmania "es el primer responsable de esta situación". "Debe mostrar claramente su determinación para llevar a los causantes de esta violencia ante la justicia, independientemente de su grupo étnico o religioso", ha apuntado.
Asimismo, ha urgido a los líderes étnicos, religiosos y locales a "promover la cultura del respeto a la diversidad y a la coexistencia pacífica, algo fundamental para una sociedad multiétnica y multirreligiosa como la birmana".
"Como un país que ha sorprendido positivamente a la comunidad internacional con su reciente transición hacia la democracia, Birmania debe demostrar su respeto al imperio de la ley y que quienes viven dentro de sus fronteras serán protegidos", ha sostenido.
Los disturbios en Meijtela comenzaron el pasado miércoles, tras una discusión entre una pareja budista y los dueños musulmanes de un tienda de oro. Hasta ahora, se han cobrado la vida de 32 personas. Desde el pasado viernes, rige la Ley Marcial.
Esta ola de violencia sigue a la desatada el pasado mes de octubre en el estado de Rajine, donde los choques entre la minoría de rajines musulmanes y la mayoría de roghinyas budistas ha dejado un saldo de decenas de fallecidos y miles de viviendas y templos quemados.
Fuente: Europapress
El asesor especial ha indicado que "estas medidas no solo deben abordar las consecuencias inmediatas de la violencia actual, sino también las causas". "De lo contrario, habrá graves consecuencias que la comunidad internacional se ha comprometido a evitar", ha dicho.
Así, le ha instado a "proteger a la población en peligro" y a "abordar un diálogo nacional para promover la reconciliación entre budistas y musulmanes y para alcanzar los estándares internacionales en materia de Derechos Humanos".
Dieng ha recordado que el Gobierno de Birmania "es el primer responsable de esta situación". "Debe mostrar claramente su determinación para llevar a los causantes de esta violencia ante la justicia, independientemente de su grupo étnico o religioso", ha apuntado.
Asimismo, ha urgido a los líderes étnicos, religiosos y locales a "promover la cultura del respeto a la diversidad y a la coexistencia pacífica, algo fundamental para una sociedad multiétnica y multirreligiosa como la birmana".
"Como un país que ha sorprendido positivamente a la comunidad internacional con su reciente transición hacia la democracia, Birmania debe demostrar su respeto al imperio de la ley y que quienes viven dentro de sus fronteras serán protegidos", ha sostenido.
Los disturbios en Meijtela comenzaron el pasado miércoles, tras una discusión entre una pareja budista y los dueños musulmanes de un tienda de oro. Hasta ahora, se han cobrado la vida de 32 personas. Desde el pasado viernes, rige la Ley Marcial.
Esta ola de violencia sigue a la desatada el pasado mes de octubre en el estado de Rajine, donde los choques entre la minoría de rajines musulmanes y la mayoría de roghinyas budistas ha dejado un saldo de decenas de fallecidos y miles de viviendas y templos quemados.
Fuente: Europapress
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