"Hoy es un día de éxito para la ONU, un éxito para la comunidad internacional y un éxito sobre todo para todos los países que sufren de la mala utilización de las armas", dijo el negociador de México durante el Tratado de Comercio de Armas (TCA), Roberto Dondisch.
En entrevista con Notimex, el diplomático mexicano explicó que era "moralmente inaceptable" que el mundo no contara hasta ahora con una regulación sobre la transferencia de armamento convencional y de armas pequeñas y ligeras.
El TCA, el primer acuerdo legalmente vinculante para regular la transferencia de armamento convencional en el mundo, fue aprobado este martes por 154 votos a favor, 23 abstenciones y tres votos en contra, estos últimos de Corea del Norte, Siria e Irán.
Dondisch destacó el alto número de países que aprobaron el TCA, y afirmó que muchos de los que se abstuvieron de hacerlo dejaron la puerta abierta para revisar el acuerdo y ratificarlo en sus parlamentos nacionales, como en el caso de Rusia y China.
El documento sienta las bases mínimas para detener las transferencias de armas a países en donde se cometan crímenes de guerra y de lesa humanidad, así como graves violaciones a los derechos humanos.
Asimismo, prevé mecanismo para evitar el desvío de armas a grupos criminales y actores no Estatales, pese a que esta última previsión no es totalmente explícita y no incluye municiones.
"A México le hubiera gustado un tratado más fuerte del que tenemos, pero hay que entender que fue un acuerdo multilateral y que al final tenemos un buen documento", consideró Dondisch.
El negociador mexicano también resaltó que el acuerdo está abierto a negociaciones y enmiendas, luego que sea ratificado y se establezca una Conferencia de partes que revise su implementación en el mundo.
El texto, propuesto por Costa Rica, terminó este martes con un proceso iniciado en 2006 y que se fijó con la intención de limitar el daño que causa un comercio de armas que supera los 70 mil millones de dólares al año.
Durante su discurso ante la Asamblea General, Dondisch declaró a nombre de 98 países que "creemos que una efectiva implementación de este tratado hará una diferencia real para los pueblos del mundo".
El TCA deberá ser ratificado por al menos 50 países, un logro que parece asequible dado que la iniciativa aprobada este martes fue copatrocinada por 94 Estados de la Asamblea General, y luego debe traducirse en legislaciones nacionales.
El representante permanente de México ante la ONU, Luis Alfonso de Alba, estimó por su parte que el TCA podría entrar en vigor tan rápido como en un año o 18 meses, debido al gran apoyo obtenido para su aprobación.
La directora de Control de Armas de Oxfam, Anna Macdonald, coincidió en que el acuerdo es un éxito.
Consideró que el TCA "manda un claro mensaje para los proveedores de armas, que venden a señores de la guerra y a dictadores, de que se les terminó su tiempo".
Las naciones que votaron en contra del TCA, así como varias de las que se abstuvieron, argumentaron que el acuerdo ofrece demasiadas concesiones a los países exportadores, que pueden decidir de manera discrecional a qué nación transferir sus armas.
Entre el grupo de países que se abstuvieron destacaron además de Rusia y China, Bolivia, Cuba, Ecuador, Nicaragua, India, Indonesia, Qatar, Arabia Saudita y Kuwait.
En entrevista con Notimex, el diplomático mexicano explicó que era "moralmente inaceptable" que el mundo no contara hasta ahora con una regulación sobre la transferencia de armamento convencional y de armas pequeñas y ligeras.
El TCA, el primer acuerdo legalmente vinculante para regular la transferencia de armamento convencional en el mundo, fue aprobado este martes por 154 votos a favor, 23 abstenciones y tres votos en contra, estos últimos de Corea del Norte, Siria e Irán.
Dondisch destacó el alto número de países que aprobaron el TCA, y afirmó que muchos de los que se abstuvieron de hacerlo dejaron la puerta abierta para revisar el acuerdo y ratificarlo en sus parlamentos nacionales, como en el caso de Rusia y China.
El documento sienta las bases mínimas para detener las transferencias de armas a países en donde se cometan crímenes de guerra y de lesa humanidad, así como graves violaciones a los derechos humanos.
Asimismo, prevé mecanismo para evitar el desvío de armas a grupos criminales y actores no Estatales, pese a que esta última previsión no es totalmente explícita y no incluye municiones.
"A México le hubiera gustado un tratado más fuerte del que tenemos, pero hay que entender que fue un acuerdo multilateral y que al final tenemos un buen documento", consideró Dondisch.
El negociador mexicano también resaltó que el acuerdo está abierto a negociaciones y enmiendas, luego que sea ratificado y se establezca una Conferencia de partes que revise su implementación en el mundo.
El texto, propuesto por Costa Rica, terminó este martes con un proceso iniciado en 2006 y que se fijó con la intención de limitar el daño que causa un comercio de armas que supera los 70 mil millones de dólares al año.
Durante su discurso ante la Asamblea General, Dondisch declaró a nombre de 98 países que "creemos que una efectiva implementación de este tratado hará una diferencia real para los pueblos del mundo".
El TCA deberá ser ratificado por al menos 50 países, un logro que parece asequible dado que la iniciativa aprobada este martes fue copatrocinada por 94 Estados de la Asamblea General, y luego debe traducirse en legislaciones nacionales.
El representante permanente de México ante la ONU, Luis Alfonso de Alba, estimó por su parte que el TCA podría entrar en vigor tan rápido como en un año o 18 meses, debido al gran apoyo obtenido para su aprobación.
La directora de Control de Armas de Oxfam, Anna Macdonald, coincidió en que el acuerdo es un éxito.
Consideró que el TCA "manda un claro mensaje para los proveedores de armas, que venden a señores de la guerra y a dictadores, de que se les terminó su tiempo".
Las naciones que votaron en contra del TCA, así como varias de las que se abstuvieron, argumentaron que el acuerdo ofrece demasiadas concesiones a los países exportadores, que pueden decidir de manera discrecional a qué nación transferir sus armas.
Entre el grupo de países que se abstuvieron destacaron además de Rusia y China, Bolivia, Cuba, Ecuador, Nicaragua, India, Indonesia, Qatar, Arabia Saudita y Kuwait.
Fuente: cronica.com.mx
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