Está previsto que el Parlamento se reúna a las 10.00 hora local (08.00 GMT) en una sesión conjunta de ambas cámaras y en la que también participarán representantes regionales, hasta alcanzar un total de 1.007 electores, para comenzar la votación del sucesor de Giorgio Napolitano, cuyo mandato de siete años concluye el 15 de mayo.
De no alcanzarse el resultado requerido de dos tercios de los votos para la designación, a las 15.00 hora local (13.00 GMT) comenzaría la segunda votación del día, según un comunicado de la Cámara de los Diputados.
En la nota se precisa que el proceso de elección puede proseguir con dos votaciones diarias durante las próximas jornadas, incluido el fin de semana, hasta que uno de los candidatos logre los apoyos necesarios.
La elección del nuevo presidente de la República adquiere en esta ocasión una relevancia especial, ya que el sucesor de Napolitano está llamado a resolver la parálisis política en la que se encuentra sumido el país tras los comicios generales de finales de febrero.
Los partidos han rechazado hasta ahora ceder en sus posturas en lo que concierne a la formación del nuevo Ejecutivo, pero el deseo de que la jefatura del Estado sea ocupada por una personalidad afín a ellos puede contribuir a abrir nuevos escenarios y posibles pactos.
En este contexto, las principales fuerzas políticas protagonizaron hoy una intensa jornada de contactos, en la que se difundieron numerosas filtraciones sobre posibles acuerdos y a las siguieron otros tantos desmentidos.
Una de las hipótesis barajadas es la de que el líder del progresista Partido Demócrata (PD), Pier Luigi Bersani, y el del conservador Pueblo de la Libertad (PDL), Silvio Berlusconi, coincidirían en apoyar al expresidente del Senado el democristiano Franco Marini.
Durante la jornada, los nombres que también sonaron con fuerza fueron los de los ex primeros ministros socialistas Giuliano Amato y Massimo D'Alema, aunque finalmente parece ser que Bersani y Berlusconi coinciden en la opción de Marini, pese a que un ala del PD, encabezada por el alcalde de Florencia, Matteo Renzi, se apresuró a anunciar que no le dará su apoyo.
Por otro lado, desde las filas del partido de izquierdas SEL, aliado del PD, se advirtió de que, si estas negociaciones con Berlusconi son una premisa para permitir de forma sucesiva un Gobierno de unidad con el PDL, entonces ellos se oponen a cualquier tipo de acuerdo.
El que sí anunció el nombre de su candidato de forma oficial fue el cómico Beppe Grillo, líder del Movimiento 5 Estrellas, quien informó de que el jurista Stefano Rodotà, de 80 años, ha aceptado el encargo, después de que la periodista Milena Gabanelli, señalada por los militantes como su favorita, declinara hoy la oferta.
Con la entrada en juego de Rodotà, se abre otro posible escenario, ya que éste ocupó la presidencia del antiguo Partido Democrático de Izquierdas (heredero del viejo partido comunista PCI) a finales de la década de los ochenta, por lo que su candidatura podría atraer los votos de algunos parlamentarios del centroizquierda.
La aspiración de los partidos es que el nuevo jefe de Estado sea elegido en las primeras tres votaciones, en las que se necesitan dos tercios de los apoyos, para dar una señal de unidad al país.
El presidente de la República es designado en una sesión conjunta del Parlamento, 319 senadores (cuatro de ellos vitalicios) y 630 diputados, más 58 delegados regionales, hasta alcanzar los 1.007 electores.
En las primeras tres votaciones es necesaria la mayoría de dos tercios (671 votos), mientras que a partir de la cuarta se pasa a una mayoría absoluta (504).
En ese caso, al centroizquierda de Bersani, que puede contar con 496 votos, le faltarían sólo ocho para lograr los números necesarios para la elección de su candidato, lo que no parece muy complicado de lograr, aunque el deseo, al menos de forma oficial, de la formación es encontrar un aspirante de consenso entre las principales fuerzas parlamentarias.
Fuente: EFE
De no alcanzarse el resultado requerido de dos tercios de los votos para la designación, a las 15.00 hora local (13.00 GMT) comenzaría la segunda votación del día, según un comunicado de la Cámara de los Diputados.
En la nota se precisa que el proceso de elección puede proseguir con dos votaciones diarias durante las próximas jornadas, incluido el fin de semana, hasta que uno de los candidatos logre los apoyos necesarios.
La elección del nuevo presidente de la República adquiere en esta ocasión una relevancia especial, ya que el sucesor de Napolitano está llamado a resolver la parálisis política en la que se encuentra sumido el país tras los comicios generales de finales de febrero.
Los partidos han rechazado hasta ahora ceder en sus posturas en lo que concierne a la formación del nuevo Ejecutivo, pero el deseo de que la jefatura del Estado sea ocupada por una personalidad afín a ellos puede contribuir a abrir nuevos escenarios y posibles pactos.
En este contexto, las principales fuerzas políticas protagonizaron hoy una intensa jornada de contactos, en la que se difundieron numerosas filtraciones sobre posibles acuerdos y a las siguieron otros tantos desmentidos.
Una de las hipótesis barajadas es la de que el líder del progresista Partido Demócrata (PD), Pier Luigi Bersani, y el del conservador Pueblo de la Libertad (PDL), Silvio Berlusconi, coincidirían en apoyar al expresidente del Senado el democristiano Franco Marini.
Durante la jornada, los nombres que también sonaron con fuerza fueron los de los ex primeros ministros socialistas Giuliano Amato y Massimo D'Alema, aunque finalmente parece ser que Bersani y Berlusconi coinciden en la opción de Marini, pese a que un ala del PD, encabezada por el alcalde de Florencia, Matteo Renzi, se apresuró a anunciar que no le dará su apoyo.
Por otro lado, desde las filas del partido de izquierdas SEL, aliado del PD, se advirtió de que, si estas negociaciones con Berlusconi son una premisa para permitir de forma sucesiva un Gobierno de unidad con el PDL, entonces ellos se oponen a cualquier tipo de acuerdo.
El que sí anunció el nombre de su candidato de forma oficial fue el cómico Beppe Grillo, líder del Movimiento 5 Estrellas, quien informó de que el jurista Stefano Rodotà, de 80 años, ha aceptado el encargo, después de que la periodista Milena Gabanelli, señalada por los militantes como su favorita, declinara hoy la oferta.
Con la entrada en juego de Rodotà, se abre otro posible escenario, ya que éste ocupó la presidencia del antiguo Partido Democrático de Izquierdas (heredero del viejo partido comunista PCI) a finales de la década de los ochenta, por lo que su candidatura podría atraer los votos de algunos parlamentarios del centroizquierda.
La aspiración de los partidos es que el nuevo jefe de Estado sea elegido en las primeras tres votaciones, en las que se necesitan dos tercios de los apoyos, para dar una señal de unidad al país.
El presidente de la República es designado en una sesión conjunta del Parlamento, 319 senadores (cuatro de ellos vitalicios) y 630 diputados, más 58 delegados regionales, hasta alcanzar los 1.007 electores.
En las primeras tres votaciones es necesaria la mayoría de dos tercios (671 votos), mientras que a partir de la cuarta se pasa a una mayoría absoluta (504).
En ese caso, al centroizquierda de Bersani, que puede contar con 496 votos, le faltarían sólo ocho para lograr los números necesarios para la elección de su candidato, lo que no parece muy complicado de lograr, aunque el deseo, al menos de forma oficial, de la formación es encontrar un aspirante de consenso entre las principales fuerzas parlamentarias.
Fuente: EFE
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