Se la puso por primera vez en 2009 como una forma de diversión, pero rápidamente se acostumbró y empezó a utilizarla en el trabajo y en su tiempo libre.
Puede parecer que tiene problemas mentales, pero este no es el caso de Dan, o al menos eso dice él. Según justificó, la máscara lo ayuda a encontrar inspiración creativa y, sobre todo, su ciervo interior.
“El ciervo es un animal manso”, explicó el pintor y diseñador de 32 años. “Usando la máscara logro encontrar una gran paz interior. Cuando la uso, me siento interiormente como un ciervo”, agregó.
No se sabe por cuánto tiempo planea usar la máscara, pero ya adelanta que es difícil que lo deje de hacer, debido a sus presuntos “poderes curativos”. Y dice que no está loco...
Fuente informe21
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