El papa Francisco afirmó que "la Iglesia no puede encerrarse en supuestas interpretaciones del dogma" y sostuvo que la familia, eje de un Sínodo que comenzó este domingo en el Vaticano, es un asunto "valioso" para la Iglesia.
“Para encontrar lo que el Señor pide a su Iglesia, debemos escuchar los latidos de este tiempo”
En declaraciones publicadas por el diario La Nación, de Buenos Aires, el sumo pontífice advirtió que no pueden esperarse definiciones emanadas de esta reunión de obispos para "la semana próxima".
"Este será un Sínodo largo, que durará un año probablemente. Yo sólo le doy ahora el empujón inicial", señaló, de acuerdo a la cita de Efe.
El papa dijo que no le molestan las críticas de ciertos sectores de la Iglesia sobre las discusiones que se abrirán en esta asamblea sobre la familia.
"Todos tienen algo que aportar. A mí me da hasta placer discutir con los obispos muy conservadores, pero bien formados intelectualmente", dijo Francisco a La Nación.
'El mundo ha cambiado'
El papa recordó que en 2001, cuando aún era arzobispo de Buenos Aires y cardenal primado de Argentina, fue relator de un Sínodo "y había un cardenal que nos decía qué debía tratarse y qué no".
"Eso no pasará ahora. Hasta les entregué a los obispos la facultad que tengo de elegir a los presidentes de las comisiones. Los elegirán ellos, como elegirán los secretarios y los relatores", subrayó.
Dijo que "esa es la práctica sinodal" que a él le "gusta", "que todos puedan decir sus cosas con total libertad".
"La libertad es siempre muy importante. Otra cosa es el Gobierno de la Iglesia. Eso está en mis manos, después de las correspondientes consultas", aclaró.
"La libertad es siempre muy importante. Otra cosa es el Gobierno de la Iglesia. Eso está en mis manos, después de las correspondientes consultas", aclaró.
Cambios en el mundo
El sumo pontífice destacó que "la familia es un tema tan valioso, tan caro para la sociedad y para la Iglesia".
"Se ha puesto mucho énfasis sobre el tema de los divorciados. Un aspecto que, sin duda, será debatido. Pero, para mí, un problema también muy importante son las nuevas costumbres actuales de la juventud", sostuvo.
"Se ha puesto mucho énfasis sobre el tema de los divorciados. Un aspecto que, sin duda, será debatido. Pero, para mí, un problema también muy importante son las nuevas costumbres actuales de la juventud", sostuvo.
En este sentido, dijo que "es una cultura de la época" el hecho de que muchos jóvenes no se casen y prefieran convivir.
"¿Qué debe hacer la Iglesia? ¿Expulsarlos de su seno? ¿O, en cambio, acercarse a ellos, contenerlos y tratar de llevarles la palabra de Dios? Yo estoy con esta última posición", remarcó.
"El mundo ha cambiado y la Iglesia no puede encerrarse en supuestas interpretaciones del dogma. Tenemos que acercarnos a los conflictos sociales, a los nuevos y a los viejos, y tratar de dar una mano de consuelo, no de estigmatización y no sólo de impugnación", insistió.
Efe recuerda que el sábado, con motivo de una vigilia de oración ante la asamblea, el papa recomendó a los prelados escuchar "el grito del pueblo" y prestar atención a "los latidos de este tiempo" con el fin de abordar con "credibilidad" la temática de la familia.
"Para encontrar lo que el Señor pide a su Iglesia, debemos escuchar los latidos de este tiempo y percibir el olor de los hombres de hoy, hasta quedar impregnados de sus alegrías y de sus esperanzas, sus tristezas y sus angustias. En ese momento sabremos proponer con credibilidad la buena noticia de la familia", dijo.
Las particularidades del evento
La Santa Sede, como epicentro del Catolicismo, ha pedido que no se monopolice el Sínodo con temas estrictamente occidentales, como puedan ser la secularización, el divorcio o el auge legislador del matrimonio homosexual.
Y es que de los 253 participantes, que debatirán en el Vaticano a puerta cerrada, más del 60 % provienen de Asia, América Latina, África y Oceanía, regiones con unas exigencias pastorales diversas a las que afronta la sociedad occidental.
No obstante, el matrimonio y la adopción para las personas homosexuales o el divorcio estarán presentes durante los debates, ya que el Vaticano preguntó por estos temas en un cuestionario enviado a las Conferencias Episcopales el pasado año para compilar el documento preparatorio.
Ese dossier de 70 páginas, que recibe el nombre de "Instrumentum Laboris" (documento de preparación), destaca otros "desafíos" que también serán abordados como "la debilidad de la figura paterna", "la violencia" familiar sobre las mujeres y niños, la ludopatía, el alcoholismo o incluso "los ritmos de trabajo intensos" que impiden dedicar atención a los hijos.
Este Sínodo comporta otra particularidad: entre los 38 auditores -que carecen de derecho a voto- habrá 14 matrimonios, algunos de ellos conformados por personas de diferente credo y que abrirán cada sesión narrando sus experiencias conjuntas.
Finalmente, la AFP indica que el sínodo extraordinario es un acontecimiento raro en la vida de la Iglesia, ya que sólo se han celebrado otros dos antes (en 1969 y en 1985).
Al término de las dos semanas de debates se aprobará un documento final, que será enviado a las conferencias episcopales con un cuestionario, un método nuevo, probablemente más democrático pero que suscita resistencias internas.
Univision.com y Agencias
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