- El mar de Aral, alguna vez considerado uno de los lagos más grandes del mundo, está agonizando.
Así lo demuestran unas imágenes satelitales reveladas por la Nasa la semana pasada en las que se puede observar claramente cómo queda tan solo una minúscula parte de aquella masa de agua situada entre Kazajistán y Uzbekistán, que hasta los años sesenta tuvo cerca de 65.000 kilómetros cuadrados.
En ese entonces el Aral era nutrido por dos ríos, el Amu Daria y el Sir Daria, que llevaban nieve derretida de las montañas del sureste asiático, pero la Unión Soviética desvió estos canales para regar los cultivos de la región. Lo anterior provocó que los niveles de salinidad aumentaran y que los veranos se volvieran cada vez más calientes y los inviernos más fríos, pues el lago servía de termostato en la zona.
Estas condiciones ocasionaron que la parte sur se secara por completo y que medio siglo después el Aral sea tan solo un vasto desierto tóxico. La Nasa concluyó que es uno de los mayores desastres naturales que se hayan registrado, pues los fertilizantes, pesticidas y los residuos del fondo del lago ahora quedaron al aire y se han convertido en un peligro para la salud de las comunidades residentes allí que, además, ya no pueden vivir de la pesca.
Fuente: semana.com
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