Esto, dijo, después de una acumulación de traspiés y escándalos que han acelerado el desgaste y han llevado a medios extranjeros a utilizar titulares como: "Tiembla la Corona en España".
"La fatiga de los materiales por el paso del tiempo es un principio básico de la ingeniería. En el caso de la monarquía, los casi 35 años transcurridos desde su instauración no explican por sí solos el notable desgaste de la institución", consideró en su edición de este domingo.
"La Corona pasó de ser un asunto tabú, al margen de la agenda política, a ser objeto de polémica y crítica pública, con un reflejo claro en un descenso de su valoración en todas las encuestas", valoró.
Quieren cambios
La controversia desborda a los partidos y se habla abiertamente de cambios en distinto grado, además de que por primera vez es casi unánime la opinión de quienes defienden cambios en la institución.Los matices de esos cambios van desde los que proponen retoques legales y de funcionamiento en la Casa del Rey, pasando por quienes hablan de la abdicación del rey Juan Carlos, hasta llegar a los que cuestionan la propia monarquía.
El País resaltó que entre los primeros, y con muchas prevenciones, se incluye el gobierno de Mariano Rajoy, que acepta, "aunque sea arrastrando los pies y empujado por todos", una regulación limitada de la Casa del Rey en la Ley de Transparencia, tras negar reiteradamente que esto fuera posible.
"La tesis de la abdicación es manejada ya en privado por destacados dirigentes políticos, incluidos algunos del Partido Popular (PP), que sostienen que ese proceso debería acompañar a la reforma del funcionamiento de la institución", abundó.
Luego, en la última opción están los grupos minoritarios, que se estrellan contra la abrumadora mayoría parlamentaria de PP más el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), que mantienen posiciones firmes de defensa de la Corona como garantía de estabilidad, aunque sea con cambios en su regulación y estatus.
Deterioro real
El diario español puntualizó que el episodio de la cacería de elefantes, la relevancia pública de Corinna zu Sayn-Wittgenstein y, sobre todo, la investigación judicial por un caso de corrupción que, según el juez, tuvo lugar en los aledaños de la Zarzuela, han acelerado el deterioro.Luego, la crisis económica y la desafección ciudadana hacia las instituciones actúan como lupa que agranda el problema, pero lo fundamental es que en los últimos años se ha levantado parcialmente el velo de silencio y opacidad sobre la Casa del Rey.
Por su parte, el diario ABC remarcó que los acontecimientos de los últimos meses relacionados con la Familia Real han puesto a la Corona en una situación inédita ante la opinión pública.
Sometida la Corona a una tensión entre el reconocimiento a la histórica labor del rey Juan Carlos y la consciencia de que es necesario que la Casa del Rey encare el futuro de la institución con nuevos impulsos, añadió.
Insistió en que la Corona es elemento esencial de unidad y estabilidad, entendida no como un patrimonio personal, sino como la institución a la que se confía la responsabilidad de servir a España por encima de contingencias y divisiones.
"Arruinar un modelo de Jefatura de Estado apolítico, nacional y trascendente a la política electoral, legitimado por la soberanía constituyente, supondría embarcar a España en los mismos riesgos históricos cuya conjura agrupó a los españoles, en 1978, en torno a la Monarquía parlamentaria", concluyó.
Fuente: Excelsior.com.mx
"La fatiga de los materiales por el paso del tiempo es un principio básico de la ingeniería. En el caso de la monarquía, los casi 35 años transcurridos desde su instauración no explican por sí solos el notable desgaste de la institución", consideró en su edición de este domingo.
"La Corona pasó de ser un asunto tabú, al margen de la agenda política, a ser objeto de polémica y crítica pública, con un reflejo claro en un descenso de su valoración en todas las encuestas", valoró.
Quieren cambios
La controversia desborda a los partidos y se habla abiertamente de cambios en distinto grado, además de que por primera vez es casi unánime la opinión de quienes defienden cambios en la institución.Los matices de esos cambios van desde los que proponen retoques legales y de funcionamiento en la Casa del Rey, pasando por quienes hablan de la abdicación del rey Juan Carlos, hasta llegar a los que cuestionan la propia monarquía.
El País resaltó que entre los primeros, y con muchas prevenciones, se incluye el gobierno de Mariano Rajoy, que acepta, "aunque sea arrastrando los pies y empujado por todos", una regulación limitada de la Casa del Rey en la Ley de Transparencia, tras negar reiteradamente que esto fuera posible.
"La tesis de la abdicación es manejada ya en privado por destacados dirigentes políticos, incluidos algunos del Partido Popular (PP), que sostienen que ese proceso debería acompañar a la reforma del funcionamiento de la institución", abundó.
Luego, en la última opción están los grupos minoritarios, que se estrellan contra la abrumadora mayoría parlamentaria de PP más el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), que mantienen posiciones firmes de defensa de la Corona como garantía de estabilidad, aunque sea con cambios en su regulación y estatus.
Deterioro real
El diario español puntualizó que el episodio de la cacería de elefantes, la relevancia pública de Corinna zu Sayn-Wittgenstein y, sobre todo, la investigación judicial por un caso de corrupción que, según el juez, tuvo lugar en los aledaños de la Zarzuela, han acelerado el deterioro.Luego, la crisis económica y la desafección ciudadana hacia las instituciones actúan como lupa que agranda el problema, pero lo fundamental es que en los últimos años se ha levantado parcialmente el velo de silencio y opacidad sobre la Casa del Rey.
Por su parte, el diario ABC remarcó que los acontecimientos de los últimos meses relacionados con la Familia Real han puesto a la Corona en una situación inédita ante la opinión pública.
Sometida la Corona a una tensión entre el reconocimiento a la histórica labor del rey Juan Carlos y la consciencia de que es necesario que la Casa del Rey encare el futuro de la institución con nuevos impulsos, añadió.
Insistió en que la Corona es elemento esencial de unidad y estabilidad, entendida no como un patrimonio personal, sino como la institución a la que se confía la responsabilidad de servir a España por encima de contingencias y divisiones.
"Arruinar un modelo de Jefatura de Estado apolítico, nacional y trascendente a la política electoral, legitimado por la soberanía constituyente, supondría embarcar a España en los mismos riesgos históricos cuya conjura agrupó a los españoles, en 1978, en torno a la Monarquía parlamentaria", concluyó.
Fuente: Excelsior.com.mx
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