"La posibilidad de que Ucrania ingrese en la Unión Aduanera (formada por Rusia, Bielorrusia y Kazajistán) no se llegó a tratar en Sochi" (balneario ruso del mar Negro), aseguró Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin, citado por las agencias locales.
Ambos mandatarios sí abordaron la agenda de la comisión interestatal que se reunirá el 17 de diciembre en Moscú y, según el Kremlin, "dedicaron especial atención a la cooperación energética", en alusión a los problemas de suministro y pago del gas ruso.
"Las partes acercaron sus posiciones. Pero no se alcanzó un acuerdo definitivo", dijo Peskov, quien también destacó que los presidentes trataron la posible reanudación de la cooperación en el ámbito industrial, espacial, de aeronáutica y de construcción de buques.
Además, agregó, "Putin y Yanukóvich analizaron el estado y las perspectivas de la cooperación bilateral en materia financiera y crediticia", informó el portavoz citado por la agencia de noticias Efe.
Yanukovich se reunió con el jefe del Kremlin a su regreso de China, adonde viajó en medio de la crisis política en su país en busca del apoyo económico de Beijing dada la endeble situación económica de Ucrania donde además, desde hace una semana, no cesan las manifestaciones callejeras.
Las protestas comenzaron cuando Ucrania renunció a firmar el Acuerdo de Asociación con la Unión Europea, presuntamente porque perjudica sus acuerdos con Rusia, su principal socio comercial.
La información aparecida hoy en la prensa internacional de que Yanukovich se había comprometido con Putin a que Kiev ingresaría en la UA a cambio de 15.000 millones de dólares de crédito y una rebaja de la tarifa del gas, alertaron a la oposición ucraniana.
En tanto, la policía de Ucrania acordonó hoy el edificio de la televisión de Kiev en previsión de que los manifestantes opositores intenten obstruir sus labores, como ya ocurre con el Gobierno, el Parlamento y la Administración Presidencial.
La medida se propone "garantizar el orden público y prevenir posibles infracciones" luego de que el viernes durante un mitin varios activistas opositores "expresaran su intención de bloquear las labores del centro de televisión de Kiev".
Varios miles de personas permanecen en la Plaza de la Independencia de Kiev, donde hoy pronunciará un discurso el ex presidente de Georgia, Mijaíl Saakashvili.
Con vistas al domingo, la oposición espera que salgan a la calle más de un millón de personas para pedir la dimisión del presidente y del Gobierno, y la convocatoria de elecciones presidenciales y parlamentarias anticipadas.
Anoche, el primer ministro ucraniano, Nikolai Azarov, se mostró dispuesto a dialogar con la oposición, pero con la condición de que sus activistas desalojen el Ayuntamiento y la Casa de los Sindicatos, y dejen de bloquear el trabajo de las instituciones públicas.
Aseguró que el Gobierno está dispuesto a pagar el viaje de vuelta a casa a los manifestantes que llegaron a Kiev procedentes de otras regiones y descartó represalias contra los estudiantes a su regreso a las universidades.
La Oficina para las Instituciones Democráticas y los Derechos Humanos de la OSCE criticó la víspera la prohibición judicial de celebrar protestas en el centro de Kiev hasta el próximo 7 de enero, pero consideró legítimo el llamamiento de las autoridades a desocupar los edificios públicos.
Ambos mandatarios sí abordaron la agenda de la comisión interestatal que se reunirá el 17 de diciembre en Moscú y, según el Kremlin, "dedicaron especial atención a la cooperación energética", en alusión a los problemas de suministro y pago del gas ruso.
"Las partes acercaron sus posiciones. Pero no se alcanzó un acuerdo definitivo", dijo Peskov, quien también destacó que los presidentes trataron la posible reanudación de la cooperación en el ámbito industrial, espacial, de aeronáutica y de construcción de buques.
Además, agregó, "Putin y Yanukóvich analizaron el estado y las perspectivas de la cooperación bilateral en materia financiera y crediticia", informó el portavoz citado por la agencia de noticias Efe.
Yanukovich se reunió con el jefe del Kremlin a su regreso de China, adonde viajó en medio de la crisis política en su país en busca del apoyo económico de Beijing dada la endeble situación económica de Ucrania donde además, desde hace una semana, no cesan las manifestaciones callejeras.
Las protestas comenzaron cuando Ucrania renunció a firmar el Acuerdo de Asociación con la Unión Europea, presuntamente porque perjudica sus acuerdos con Rusia, su principal socio comercial.
La información aparecida hoy en la prensa internacional de que Yanukovich se había comprometido con Putin a que Kiev ingresaría en la UA a cambio de 15.000 millones de dólares de crédito y una rebaja de la tarifa del gas, alertaron a la oposición ucraniana.
En tanto, la policía de Ucrania acordonó hoy el edificio de la televisión de Kiev en previsión de que los manifestantes opositores intenten obstruir sus labores, como ya ocurre con el Gobierno, el Parlamento y la Administración Presidencial.
La medida se propone "garantizar el orden público y prevenir posibles infracciones" luego de que el viernes durante un mitin varios activistas opositores "expresaran su intención de bloquear las labores del centro de televisión de Kiev".
Varios miles de personas permanecen en la Plaza de la Independencia de Kiev, donde hoy pronunciará un discurso el ex presidente de Georgia, Mijaíl Saakashvili.
Con vistas al domingo, la oposición espera que salgan a la calle más de un millón de personas para pedir la dimisión del presidente y del Gobierno, y la convocatoria de elecciones presidenciales y parlamentarias anticipadas.
Anoche, el primer ministro ucraniano, Nikolai Azarov, se mostró dispuesto a dialogar con la oposición, pero con la condición de que sus activistas desalojen el Ayuntamiento y la Casa de los Sindicatos, y dejen de bloquear el trabajo de las instituciones públicas.
Aseguró que el Gobierno está dispuesto a pagar el viaje de vuelta a casa a los manifestantes que llegaron a Kiev procedentes de otras regiones y descartó represalias contra los estudiantes a su regreso a las universidades.
La Oficina para las Instituciones Democráticas y los Derechos Humanos de la OSCE criticó la víspera la prohibición judicial de celebrar protestas en el centro de Kiev hasta el próximo 7 de enero, pero consideró legítimo el llamamiento de las autoridades a desocupar los edificios públicos.
Fuente: telam
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