El general de la Fuerza Aérea Michael Carey fue separado de su cargo en octubre por “mala conducta personal”, según informaron en ese momento funcionarios militares.
Pero ahora el informe detalla las conclusiones de una investigación interna sobre el comportamiento de Carey durante su viaje a Rusia en julio pasado.
El general de dos estrellas estuvo borracho gran parte de su visita oficial de cuatro días y su “comportamiento inapropiado” llevó a una funcionaria del Pentágono a presentar una denuncia, de acuerdo con el reporte.
Carey “se comportó de una manera que sobrepasó los límites de los estándares aceptados de una buena conducta”, durante la misión que incluyó un ejercicio de seguridad nuclear y reuniones con homólogos rusos, puntualizó.
El general comenzó a beber en una escala en Zúrich , Suiza, y continuó haciéndolo en Moscú, donde llegó tarde a reuniones, interrumpió visitas guiadas, habló arrastrando las palabras y regresó a su hotel en horas de la madrugada, precisó el informe.
En el hotel Marriott en Moscú, mientras bebía, el general dijo que su unidad “tenía la peor moral y que los altos mandos no le brindaban su apoyo”.
Por dos noches consecutivas el general y otros miembros de su delegación compartieron bebidas con dos mujeres no estadounidenses, y Carey llegó a bailar con una de ellas, según el reporte.
Cuando ocupaba el cargo de comandante de la 20.ª división de la Fuerza Aérea, Michael Carey era responsable de 450 misiles intercontinentales Minuteman y de una dotación de 9.600 soldados para darles mantenimiento.
Actualmente, Carey se desempeña como asistente del comandante del comando espacial de la Fuerza Aérea, sin misiles bajo su supervisión.
Pero ahora el informe detalla las conclusiones de una investigación interna sobre el comportamiento de Carey durante su viaje a Rusia en julio pasado.
El general de dos estrellas estuvo borracho gran parte de su visita oficial de cuatro días y su “comportamiento inapropiado” llevó a una funcionaria del Pentágono a presentar una denuncia, de acuerdo con el reporte.
Carey “se comportó de una manera que sobrepasó los límites de los estándares aceptados de una buena conducta”, durante la misión que incluyó un ejercicio de seguridad nuclear y reuniones con homólogos rusos, puntualizó.
El general comenzó a beber en una escala en Zúrich , Suiza, y continuó haciéndolo en Moscú, donde llegó tarde a reuniones, interrumpió visitas guiadas, habló arrastrando las palabras y regresó a su hotel en horas de la madrugada, precisó el informe.
En el hotel Marriott en Moscú, mientras bebía, el general dijo que su unidad “tenía la peor moral y que los altos mandos no le brindaban su apoyo”.
Por dos noches consecutivas el general y otros miembros de su delegación compartieron bebidas con dos mujeres no estadounidenses, y Carey llegó a bailar con una de ellas, según el reporte.
Cuando ocupaba el cargo de comandante de la 20.ª división de la Fuerza Aérea, Michael Carey era responsable de 450 misiles intercontinentales Minuteman y de una dotación de 9.600 soldados para darles mantenimiento.
Actualmente, Carey se desempeña como asistente del comandante del comando espacial de la Fuerza Aérea, sin misiles bajo su supervisión.
Fuente: nacion.com
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