Las autoridades tailandesas se han incautado de 3.127 kilogramos de marfil en un contenedor procedente de Kenia y con destino a Laos, el segundo alijo aprehendido en dos semanas.
Los agentes descubrieron los 250 colmillos de elefante en un cargamento falsamente identificado como hojas de té en el puerto de Chonburi, en la región central, el pasado sábado, afirmó Aduanas en un comunicado.
La ONG Freeland, que colabora con los Gobiernos del Sudeste Asiático en la lucha contra el tráfico ilegal de animales, instó a las autoridades a continuar con la investigación para apresar a los traficantes detrás del envío.
Según la ONG, Tailandia y Laos son utilizados como lugares de tránsito para enviar el marfil ilegal a Vietnam y China.
El pasado 18 de abril, las autoridades descubrieron 739 colmillos de elefantes africanos ilegales, con un peso de 4 toneladas y un valor de 200 millones de bat (unos 6 millones de dólares o 5,7 millones de euros).
Los colmillos fueron hallados en el puerto de Bangkok en un contenedor procedente de la República Democrática del Congo con destino a Laos.
El año pasado, la Convención sobre Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES, por su sigla en inglés) afirmó que Bangkok no hace lo suficiente y que el país sigue siendo el mayor mercado irregular de marfil del mundo.
La legislación tailandesa ampara la compraventa de marfil procedente de elefantes asiáticos (Elephas maximus) domesticados del país.
Sin embargo, activistas y ONG aseguran que los traficantes se aprovechan de la falta de vigilancia para introducir en Tailandia marfil ilegal africano que hacen pasar como tailandés.
La ONG Freeland, que colabora con los Gobiernos del Sudeste Asiático en la lucha contra el tráfico ilegal de animales, instó a las autoridades a continuar con la investigación para apresar a los traficantes detrás del envío.
Según la ONG, Tailandia y Laos son utilizados como lugares de tránsito para enviar el marfil ilegal a Vietnam y China.
El pasado 18 de abril, las autoridades descubrieron 739 colmillos de elefantes africanos ilegales, con un peso de 4 toneladas y un valor de 200 millones de bat (unos 6 millones de dólares o 5,7 millones de euros).
Los colmillos fueron hallados en el puerto de Bangkok en un contenedor procedente de la República Democrática del Congo con destino a Laos.
El año pasado, la Convención sobre Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES, por su sigla en inglés) afirmó que Bangkok no hace lo suficiente y que el país sigue siendo el mayor mercado irregular de marfil del mundo.
La legislación tailandesa ampara la compraventa de marfil procedente de elefantes asiáticos (Elephas maximus) domesticados del país.
Sin embargo, activistas y ONG aseguran que los traficantes se aprovechan de la falta de vigilancia para introducir en Tailandia marfil ilegal africano que hacen pasar como tailandés.
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