La creación de la Unión de las Repúblicas Americanas, antecesora de la actual Organización de Estados Americanos (OEA)
La efeméride del Día de las Américas es considerada el primer símbolo de la unión soberana y voluntaria de los pueblos americanos para definir una comunidad continental.
Las naciones sentaron en la conferencia los principios del "panamericanismo” en base a una declaración central que en su parte medular apuntaba a "reafirmar los ideales de paz y solidaridad continental que todos profesan, fortalecer sus lazos naturales e históricos y recordar los intereses comunes y aspiraciones que hacen a los países del hemisferio un centro de influencia positiva en el movimiento universal a favor de la paz, la justicia y la ley entre las naciones, se espera que los demás continentes se unan a celebrar este día, y pongan su grano de arena para que reine la paz y tranquilidad: la paz en Cristo esté con vosotros”.
Los inspiradores del panamericanismo sin embargo, bregaban por una integración fundamental que aún hoy, se muestra inacabada: el propósito de liberalizar el intercambio comercial, si bien avanzó de forma gigantesca, no es aún tan completo como creían sería logrado en pocos años.
Sin embargo, otras áreas que no parecían tener suficiente impulso lograron éxitos fortísimos: la Organización Panamericana de la Salud, el Instituto Panamericano de Geografía e Historia, el Instituto Indigenista Panamericano, el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca, entre otras herramientas, han mostrado concreciones ciertas y de fondo en el tema.
El espíritu del Día de las Américas quedó relegado a un segundo plano en los últimos años, aunque nuevos organismos de integración están cambiando las reglas de juego, planteando las primigenias intenciones de los próceres latinoamericanos.
Las naciones sentaron en la conferencia los principios del "panamericanismo” en base a una declaración central que en su parte medular apuntaba a "reafirmar los ideales de paz y solidaridad continental que todos profesan, fortalecer sus lazos naturales e históricos y recordar los intereses comunes y aspiraciones que hacen a los países del hemisferio un centro de influencia positiva en el movimiento universal a favor de la paz, la justicia y la ley entre las naciones, se espera que los demás continentes se unan a celebrar este día, y pongan su grano de arena para que reine la paz y tranquilidad: la paz en Cristo esté con vosotros”.
Los inspiradores del panamericanismo sin embargo, bregaban por una integración fundamental que aún hoy, se muestra inacabada: el propósito de liberalizar el intercambio comercial, si bien avanzó de forma gigantesca, no es aún tan completo como creían sería logrado en pocos años.
Sin embargo, otras áreas que no parecían tener suficiente impulso lograron éxitos fortísimos: la Organización Panamericana de la Salud, el Instituto Panamericano de Geografía e Historia, el Instituto Indigenista Panamericano, el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca, entre otras herramientas, han mostrado concreciones ciertas y de fondo en el tema.
El espíritu del Día de las Américas quedó relegado a un segundo plano en los últimos años, aunque nuevos organismos de integración están cambiando las reglas de juego, planteando las primigenias intenciones de los próceres latinoamericanos.
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