El estudio, publicado este jueves en la revista 'Science', llama a mantener y gestionar la diversidad de polinizadores a largo plazo de la producción agrícola. Los 50 investigadores, entre ellos Lawrence Harder, profesor del Departamento de Ciencias Biológicas de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Calgary (Canadá), analizaron los datos de 41 sistemas de cultivo en todo el mundo, incluyendo frutas, semillas, frutos secos y café.
"Nuestro estudio demuestra que la producción de muchas frutas y semillas que hacen dietas interesante, como el tomate, el café y la sandía, es limitada debido a que sus flores no son polinizadas adecuadamente", dice Harder, quien añade que "la adición de más abejas a menudo no soluciona el problema".
Las flores de la mayoría de los cultivos necesitan recibir el polen antes de la fabricación de semillas y frutas, un proceso que se ve reforzado por los insectos que visitan las flores, como abejas, moscas, mariposas y escarabajos, que por lo general viven en hábitats naturales o seminaturales, como los bordes de los bosques, setos o pastizales. A medida que estos hábitats se pierden, debido principalmente a la conversión de la agricultura, la abundancia y diversidad de polinizadores disminuyen y los cultivos reciben menos visitas de los insectos silvestres.
El estudio encontró que la proporción de flores que producen frutos fue considerablemente menor en los sitios con menos insectos polinizadores silvestres, por lo que, según los autores de esta investigación, la reducción de los insectos silvestres en paisajes agrícolas probablemente tendrá un impacto en el patrimonio natural y la cosecha agrícola.
"Paradójicamente, los enfoques más comunes para aumentar la eficiencia de la agricultura, como el cultivo de la tierra disponible y el uso de plaguicidas, reducen la abundancia y variedad de insectos silvestres que podrían incrementar la producción de estos cultivos", afirma Harder. Así, subraya que el estudio pone de relieve "los beneficios de considerar esta paradoja en el diseño e implementación de sistemas agrícolas".
Nuevas prácticas de gestión integrada de las abejas y los insectos silvestres mejorará el rendimiento global de los cultivos de polinización por animales y promoverá a largo plazo la producción agrícola, proponen estos expertos. Estas prácticas deberían incluir la conservación o restauración de los espacios naturales o seminaturales en las tierras de cultivo, la promoción de una gran variedad de usos del suelo, además de los diversos recursos florales y anidación, así como un uso más prudente de insecticidas que pueden matar a los polinizadores.
"Nuestro estudio demuestra que la producción de muchas frutas y semillas que hacen dietas interesante, como el tomate, el café y la sandía, es limitada debido a que sus flores no son polinizadas adecuadamente", dice Harder, quien añade que "la adición de más abejas a menudo no soluciona el problema".
Las flores de la mayoría de los cultivos necesitan recibir el polen antes de la fabricación de semillas y frutas, un proceso que se ve reforzado por los insectos que visitan las flores, como abejas, moscas, mariposas y escarabajos, que por lo general viven en hábitats naturales o seminaturales, como los bordes de los bosques, setos o pastizales. A medida que estos hábitats se pierden, debido principalmente a la conversión de la agricultura, la abundancia y diversidad de polinizadores disminuyen y los cultivos reciben menos visitas de los insectos silvestres.
El estudio encontró que la proporción de flores que producen frutos fue considerablemente menor en los sitios con menos insectos polinizadores silvestres, por lo que, según los autores de esta investigación, la reducción de los insectos silvestres en paisajes agrícolas probablemente tendrá un impacto en el patrimonio natural y la cosecha agrícola.
"Paradójicamente, los enfoques más comunes para aumentar la eficiencia de la agricultura, como el cultivo de la tierra disponible y el uso de plaguicidas, reducen la abundancia y variedad de insectos silvestres que podrían incrementar la producción de estos cultivos", afirma Harder. Así, subraya que el estudio pone de relieve "los beneficios de considerar esta paradoja en el diseño e implementación de sistemas agrícolas".
Nuevas prácticas de gestión integrada de las abejas y los insectos silvestres mejorará el rendimiento global de los cultivos de polinización por animales y promoverá a largo plazo la producción agrícola, proponen estos expertos. Estas prácticas deberían incluir la conservación o restauración de los espacios naturales o seminaturales en las tierras de cultivo, la promoción de una gran variedad de usos del suelo, además de los diversos recursos florales y anidación, así como un uso más prudente de insecticidas que pueden matar a los polinizadores.
Fuente: europapress
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