En noviembre de 2012, el gerente general de la petrolera estatal Petroecuador, Marco Calvopiña, fue enviado al país asiático para ayudar a conseguir 2,000 millones de dólares (mdd) en financiamiento para el Gobierno.
Las negociaciones, que incluían el compromiso de vender millones de barriles de crudo ecuatoriano a empresas estatales chinas hasta el 2020, se dilataron por días. Ansioso, el gerente amenazó con regresar.
"Si los documentos de la Fase III de la transacción no son firmados en los próximos días, no puedo permanecer en Beijing", escribió en una carta al Banco de Desarrollo de China.
Pero en realidad Calvopiña no tenía más alternativa que esperar.
Sin acceso a financiamiento externo desde el incumplimiento del pago de 3,200 millones de dólares en deuda en el 2008, Ecuador ahora depende mucho de fondos chinos, que deberían llegar a cubrir un 61% de los 6,200 millones de dólares en financiamiento que el Gobierno necesita este año.
A cambio, el "dragón rojo" podrá recibir hasta 90% de las exportaciones de crudo ecuatoriano en los próximos años, un trato inusual en el diversificado mercado petrolero de hoy día.
"Este es un cambio importante y dramático", dijo, un exministro de Energía de Ecuador y secretario general de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), René Ortiz. "El país nunca ha puesto su crudo como garantía para sus necesidades de deuda externa".
La nación de Sudamérica, un pequeño exportador de la OPEP, bombea alrededor de 520,000 barriles de petróleo por día (bpd), cerca de un 5% de la producción de Arabia Saudita.
Pero el papel de China en la nación andina muestra que las petroleras del gigante asiático se están transformando en importantes operadores en mercados de energía al otro lado del planeta.
Reventa
El petróleo que Ecuador vende a las empresas chinas puede ser revendido en cualquier parte. De hecho, menos de 15,000 bpd se quedarán este año en China. Buena parte del crudo ecuatoriano es revendido a Estados Unidos.
El presidente Rafael Correa, un socialista crítico del poder que las grandes petroleras occidentales y las operadoras privadas de energía tuvieron en el pasado en Ecuador, ha elogiado los acuerdos como un ejemplo de comercio exitoso entre dos cercanos aliados.
Pero Ortiz y otros críticos dicen que la dependencia de los créditos chinos en condiciones cada vez más desventajosas puede dañar la competitividad de Petroecuador, afectar la transparencia de una industria petrolera que representa la mitad de todas las exportaciones de la nación y distanciar al país de otros acreedores.
Contratos, presentaciones de las compañías y calendarios de embarques de crudo muestran cómo China llegó a dominar la comercialización de los 360,000 bdp exportados por Ecuador desde que su mayor petrolera, PetroChina, ofreció a Petroecuador los primeros 1,000 mdd en financiamiento a mediados del 2009.
En abril del 2010, compañías chinas estaban recibiendo alrededor de una tercera parte de las exportaciones ecuatorianas de crudo. Un año más tarde, los volúmenes casi se habían duplicado.
A mediados del 2013, empresas controladas por el Gobierno chino recibían un 83% de las exportaciones de petróleo del país de América.
11% del PIB de Ecuador
Cuando fue anunciado el último préstamo en agosto, el monto del financiamiento que China prometió a Ecuador durante la presidencia de Correa llegó a casi 9,000 mdd, equivalente a un 11% del Producto Interno Bruto ecuatoriano.
Alrededor de un 60% de esos envíos de petróleo son manejados por PetroChina, la segunda mayor petrolera de capital abierto del mundo detrás de ExxonMobil, y el brazo público de la matriz estatal China National Petroleum Corp (CNPC). La estatal Unipec, la unidad de comercialización de la gigante Sinopec Corp y otras compañías chinas se llevaron volúmenes menores, según los calendarios de embarques.
La creciente sed de Beijing por recursos naturales llevó a empresas de ese país a ofrecer al menos 100,000 millones de dólares en financiamiento relacionado con petróleo alrededor del mundo.
China ya controla crecientes volúmenes de crudo procedente de Venezuela, donde ofrecieron préstamos por al menos 43,000 mdd. En Rusia los préstamos podrían superar los 55,000 mdd. En Brasil son de al menos 10,000 mdd, y en Angola son de cerca de 13,000 mdd.
En Ecuador, firmas chinas participan además en yacimientos petroleros y en un proyecto de refinería. La mayor parte de las transacciones de préstamos no otorga a la segunda economía del mundo el control directo de los pozos, reservas u oleoductos. Los créditos son pagados con el dinero que resulta de las ventas del crudo de Petroecuador a las empresas de la nación asiática.
"Nos aseguran financiamiento para el país a cambio de que les demos la seguridad de que les vamos a vender crudo a precios internacionales", dijo el entonces ministro de Finanzas, Patricio Rivera, a la televisión estatal.
PetroChina International dijo a la agencia Reuters que sus acuerdos con Ecuador "son contratos comerciales puramente normales entre dos compañías" y "han demostrado ser mutuamente beneficiosos".
La petrolera china declinó discutir los términos de esos acuerdos. Una portavoz de Petroecuador también declinó hacer comentarios y la oficina del presidente Correa no respondió preguntas formuladas por Reuters.
Operadores apoyados por Beijing
Los adelantos de dinero realizados por China a Ecuador cubren apenas una parte de los cerca de 13,000 mdd al año que la nación sudamericana puede ganar con sus ventas de petróleo. Pero desde el 2009, Petroecuador acordó vender varios cientos de miles de barriles de petróleo a compañías chinas, valorados en mucho más que los préstamos, según un análisis realizado por Reuters de siete contratos diferentes.
Con esos suministros comprometidos, otros compradores tienen ahora pocas posibilidades de adquirir el crudo de la petrolera ecuatoriana en subastas competitivas.
Ecuador reserva sólo un 10% de sus exportaciones de petróleo para vender en esas subastas al mejor postor, dijo Calvopiña a la televisión estatal este año.
En el pasado, las subastas eran mucho más comunes y frecuentadas por las grandes petroleras estadounidenses y corredoras europeas. En una de las apenas tres anunciadas este año, la española Repsol compró 4.3 millones de barriles en septiembre.
Hace tiempo que los perforadores chinos compiten con grandes petroleras como Exxon. Desde el 2009 gastaron unos 100,000 mdd en comprar yacimientos de petróleo y gas en América Latina y otras partes del mundo. Este mes, PetroChina y su matriz CNPC acordaron comprar participaciones en tres yacimientos de petróleo y gas natural de Perú por 2,600 millones de dólares.
Pero los expertos dicen que la estrategia de las compañías chinas está evolucionando: al ganar el control de los flujos de crudo de otras petroleras nacionales, las gigantes chinas están metiéndose en el negocio de las operaciones de petróleo donde compiten con grandes corredoras de materias primas como Trafigura y Glencore.
"Ese es parte del aumento de la sofisticación de las compañías chinas", dijo un profesor de la Universidad de Yale y especialista en China, Chen Ziwhu. Con los préstamos respaldados en petróleo, "las compañías chinas se están alejando de la compra de yacimientos y pozos petroleros".
Los nuevos flujos del petróleo permiten al país que lidera el Partido Comunista cubrir su exposición a los precios del crudo o problemas de suministro de proveedores cercanos a casa, incluyendo importantes productores de la OPEP como Arabia Saudita, Irán e Irak.
Aunque China está aumentando sus importaciones de petróleo, que llegaron a unos 6.3 millones de bpd en septiembre, muchas de sus petroleras estatales ahora comercializan más crudo en el extranjero de lo que importan a casa, según dijo un funcionario a Reuters el mes pasado.
Menos de 2% del petróleo ecuatoriano fue enviado a China durante el segundo trimestre, según datos del Banco Central de Ecuador. Sin embargo, al menos 214.000 bpd de crudo ecuatoriano fueron para Estados Unidos, donde muchas refinerías están configuradas para procesar el petróleo pesado latinoamericano.
Las empresas chinas actúan como intermediarias en la mayoría de las ventas de petróleo ecuatoriano, pero mantienen una opción estratégica de desviar barriles a China si fuera necesario. Y mientras la nación asiática aumenta la comercialización en la región, se deterioran las relaciones de Estados Unidos con Venezuela y Ecuador, cuyos líderes son abiertos críticos de Washington.
"Si el control de China de la industria petrolera de América del Sur continúa creciendo, puede volverse una preocupación para las autoridades estadounidenses", dijo un profesor de Ciencias Políticas en la John Hopkins School of Advanced International Studies en Washington, Riordan Roett.
Mayor influencia
Un análisis de cientos de páginas de documentos ecuatorianos, incluyendo memorandos internos de Petroecuador, presentaciones y calendarios de envíos de crudo, ofrecen nuevos detalles sobre cómo China llegó a dominar los flujos de petróleo de la nación sudamericana.
Poco después de llegar al poder en el 2007, Correa, un economista formado en Estados Unidos, calificó como "ilegal" e "ilegítima" gran parte de la deuda externa de Ecuador y al año siguiente el país declaró una moratoria.
Con Ecuador convertido en un paria en los mercados de crédito y el Gobierno en dificultades para equilibrar su presupuesto, PetroChina ofreció en el 2009 un salvavidas depositando 1,000 mdd en las arcas ecuatorianas.
El acuerdo de "prefinanciamiento" debía ser repagado en dos años e incluía una tasa de interés de un 7.25%. Ecuador comprometió 96,000 bpd de su petróleo para las empresas chinas.
Inicialmente, la petrolera asiática acordó también vender petróleo ecuatoriano en Perú o Chile, vistos como el "mercado natural" de Petroecuador.
Por razones competitivas, muchas petroleras estatales de naciones de la OPEP mantienen un estricto control sobre el destino de su crudo.
En un memorando con fecha de junio del 2009, el Ministerio de Hacienda de Ecuador desaconsejó permitir que China revendiera el petróleo ecuatoriano donde le diera la gana.
A medida que los préstamos comenzaron a fluir, las compañías chinas también parecían ganar favores en Ecuador.
En el 2009, Correa era elogiado por los ambientalistas por no permitir las perforaciones en Ishpingo-Tambococha-Tuputini -o ITT- un área rica en petróleo en el Parque Nacional Yasuni. Para ese objetivo salió a buscar 3,600 millones de dólares en financiamiento de las naciones ricas.
Pero el mismo año el ministro de Planificación Económica de Ecuador preparó una presentación privada para el equipo de Correa, vista por Reuters, donde prometió hacer "el mayor esfuerzo para apoyar a PetroChina y Andes Petroleum en la exploración en ITT".
Correa eliminó la iniciativa de Yasuní en agosto de este año, argumentando insuficiente financiamiento, y sugirió que permitiría las perforaciones en una pequeña área del ITT. El presidente dijo que Petroamazonas, un brazo operativo de Petroecuador, perforaría en el parque.
Después del 2009, los términos de los nuevos créditos chinos cambiaron, según muestran los documentos. Un acuerdo del 2010 por otra línea de crédito por 1,000 mdd del Banco de Desarrollo de China recortó la prima que PetroChina pagaría por el crudo de Ecuador y autorizó a la estatal china para revender el crudo en cualquier mercado.
A inicios del 2011, Ecuador obtuvo otro crédito por 1,000 millones de dólares y autorizó a PetroChina a tomar dinero de cualquier otra compañía que le debiera a Petroecuador si Ecuador no lograba cumplir con los términos de los repagos.
¿Remordimientos de deudor?
En algunas ocasiones, Petroecuador ha tenido dudas sobre los acuerdos. En una presentación de marzo del 2011, por ejemplo, advirtió que el trato con PetroChina impedía vender petróleo a compradores dispuestos a pagar más.
Factores de mercado estaban convergiendo para hacer más "competitivo" el petróleo ecuatoriano, dijo, sugiriendo comprometer una menor cantidad de barriles al "dragón rojo". Pero el consejo fue pasado por alto.
PetroChina también se asoció a corredoras privadas, entre ellas una basada en Suiza, llamada Taurus Petroleum, cuyas operaciones en petróleo iraquí llamaron la atención de fiscales estadounidenses en el pasado, para revender parte del petróleo ecuatoriano.
Por ahora la capacidad de Petroecuador de buscar otros clientes parece ser limitada. Un memorando interno de la petrolera ecuatoriana preparado antes de que el Banco de Desarrollo de China ofreciera su más reciente préstamo incluía un recordatorio sobre la deuda: "Con la transacción propuesta, el CDB (el Banco de Desarrollo de China, por sus siglas en inglés) estaría incrementando considerablemente su apoyo financiero a la República del Ecuador, convirtiéndose en su mayor acreedor financiero".
Los préstamos chinos, dice el documento, estarán ahora vinculados a "la mayoría de los ingresos de la República del Ecuador por ventas petroleras a mediano y largo plazo".
Las negociaciones, que incluían el compromiso de vender millones de barriles de crudo ecuatoriano a empresas estatales chinas hasta el 2020, se dilataron por días. Ansioso, el gerente amenazó con regresar.
"Si los documentos de la Fase III de la transacción no son firmados en los próximos días, no puedo permanecer en Beijing", escribió en una carta al Banco de Desarrollo de China.
Pero en realidad Calvopiña no tenía más alternativa que esperar.
Sin acceso a financiamiento externo desde el incumplimiento del pago de 3,200 millones de dólares en deuda en el 2008, Ecuador ahora depende mucho de fondos chinos, que deberían llegar a cubrir un 61% de los 6,200 millones de dólares en financiamiento que el Gobierno necesita este año.
A cambio, el "dragón rojo" podrá recibir hasta 90% de las exportaciones de crudo ecuatoriano en los próximos años, un trato inusual en el diversificado mercado petrolero de hoy día.
"Este es un cambio importante y dramático", dijo, un exministro de Energía de Ecuador y secretario general de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), René Ortiz. "El país nunca ha puesto su crudo como garantía para sus necesidades de deuda externa".
La nación de Sudamérica, un pequeño exportador de la OPEP, bombea alrededor de 520,000 barriles de petróleo por día (bpd), cerca de un 5% de la producción de Arabia Saudita.
Pero el papel de China en la nación andina muestra que las petroleras del gigante asiático se están transformando en importantes operadores en mercados de energía al otro lado del planeta.
Reventa
El petróleo que Ecuador vende a las empresas chinas puede ser revendido en cualquier parte. De hecho, menos de 15,000 bpd se quedarán este año en China. Buena parte del crudo ecuatoriano es revendido a Estados Unidos.
El presidente Rafael Correa, un socialista crítico del poder que las grandes petroleras occidentales y las operadoras privadas de energía tuvieron en el pasado en Ecuador, ha elogiado los acuerdos como un ejemplo de comercio exitoso entre dos cercanos aliados.
Pero Ortiz y otros críticos dicen que la dependencia de los créditos chinos en condiciones cada vez más desventajosas puede dañar la competitividad de Petroecuador, afectar la transparencia de una industria petrolera que representa la mitad de todas las exportaciones de la nación y distanciar al país de otros acreedores.
Contratos, presentaciones de las compañías y calendarios de embarques de crudo muestran cómo China llegó a dominar la comercialización de los 360,000 bdp exportados por Ecuador desde que su mayor petrolera, PetroChina, ofreció a Petroecuador los primeros 1,000 mdd en financiamiento a mediados del 2009.
En abril del 2010, compañías chinas estaban recibiendo alrededor de una tercera parte de las exportaciones ecuatorianas de crudo. Un año más tarde, los volúmenes casi se habían duplicado.
A mediados del 2013, empresas controladas por el Gobierno chino recibían un 83% de las exportaciones de petróleo del país de América.
11% del PIB de Ecuador
Cuando fue anunciado el último préstamo en agosto, el monto del financiamiento que China prometió a Ecuador durante la presidencia de Correa llegó a casi 9,000 mdd, equivalente a un 11% del Producto Interno Bruto ecuatoriano.
Alrededor de un 60% de esos envíos de petróleo son manejados por PetroChina, la segunda mayor petrolera de capital abierto del mundo detrás de ExxonMobil, y el brazo público de la matriz estatal China National Petroleum Corp (CNPC). La estatal Unipec, la unidad de comercialización de la gigante Sinopec Corp y otras compañías chinas se llevaron volúmenes menores, según los calendarios de embarques.
La creciente sed de Beijing por recursos naturales llevó a empresas de ese país a ofrecer al menos 100,000 millones de dólares en financiamiento relacionado con petróleo alrededor del mundo.
China ya controla crecientes volúmenes de crudo procedente de Venezuela, donde ofrecieron préstamos por al menos 43,000 mdd. En Rusia los préstamos podrían superar los 55,000 mdd. En Brasil son de al menos 10,000 mdd, y en Angola son de cerca de 13,000 mdd.
En Ecuador, firmas chinas participan además en yacimientos petroleros y en un proyecto de refinería. La mayor parte de las transacciones de préstamos no otorga a la segunda economía del mundo el control directo de los pozos, reservas u oleoductos. Los créditos son pagados con el dinero que resulta de las ventas del crudo de Petroecuador a las empresas de la nación asiática.
"Nos aseguran financiamiento para el país a cambio de que les demos la seguridad de que les vamos a vender crudo a precios internacionales", dijo el entonces ministro de Finanzas, Patricio Rivera, a la televisión estatal.
PetroChina International dijo a la agencia Reuters que sus acuerdos con Ecuador "son contratos comerciales puramente normales entre dos compañías" y "han demostrado ser mutuamente beneficiosos".
La petrolera china declinó discutir los términos de esos acuerdos. Una portavoz de Petroecuador también declinó hacer comentarios y la oficina del presidente Correa no respondió preguntas formuladas por Reuters.
Operadores apoyados por Beijing
Los adelantos de dinero realizados por China a Ecuador cubren apenas una parte de los cerca de 13,000 mdd al año que la nación sudamericana puede ganar con sus ventas de petróleo. Pero desde el 2009, Petroecuador acordó vender varios cientos de miles de barriles de petróleo a compañías chinas, valorados en mucho más que los préstamos, según un análisis realizado por Reuters de siete contratos diferentes.
Con esos suministros comprometidos, otros compradores tienen ahora pocas posibilidades de adquirir el crudo de la petrolera ecuatoriana en subastas competitivas.
Ecuador reserva sólo un 10% de sus exportaciones de petróleo para vender en esas subastas al mejor postor, dijo Calvopiña a la televisión estatal este año.
En el pasado, las subastas eran mucho más comunes y frecuentadas por las grandes petroleras estadounidenses y corredoras europeas. En una de las apenas tres anunciadas este año, la española Repsol compró 4.3 millones de barriles en septiembre.
Hace tiempo que los perforadores chinos compiten con grandes petroleras como Exxon. Desde el 2009 gastaron unos 100,000 mdd en comprar yacimientos de petróleo y gas en América Latina y otras partes del mundo. Este mes, PetroChina y su matriz CNPC acordaron comprar participaciones en tres yacimientos de petróleo y gas natural de Perú por 2,600 millones de dólares.
Pero los expertos dicen que la estrategia de las compañías chinas está evolucionando: al ganar el control de los flujos de crudo de otras petroleras nacionales, las gigantes chinas están metiéndose en el negocio de las operaciones de petróleo donde compiten con grandes corredoras de materias primas como Trafigura y Glencore.
"Ese es parte del aumento de la sofisticación de las compañías chinas", dijo un profesor de la Universidad de Yale y especialista en China, Chen Ziwhu. Con los préstamos respaldados en petróleo, "las compañías chinas se están alejando de la compra de yacimientos y pozos petroleros".
Los nuevos flujos del petróleo permiten al país que lidera el Partido Comunista cubrir su exposición a los precios del crudo o problemas de suministro de proveedores cercanos a casa, incluyendo importantes productores de la OPEP como Arabia Saudita, Irán e Irak.
Aunque China está aumentando sus importaciones de petróleo, que llegaron a unos 6.3 millones de bpd en septiembre, muchas de sus petroleras estatales ahora comercializan más crudo en el extranjero de lo que importan a casa, según dijo un funcionario a Reuters el mes pasado.
Menos de 2% del petróleo ecuatoriano fue enviado a China durante el segundo trimestre, según datos del Banco Central de Ecuador. Sin embargo, al menos 214.000 bpd de crudo ecuatoriano fueron para Estados Unidos, donde muchas refinerías están configuradas para procesar el petróleo pesado latinoamericano.
Las empresas chinas actúan como intermediarias en la mayoría de las ventas de petróleo ecuatoriano, pero mantienen una opción estratégica de desviar barriles a China si fuera necesario. Y mientras la nación asiática aumenta la comercialización en la región, se deterioran las relaciones de Estados Unidos con Venezuela y Ecuador, cuyos líderes son abiertos críticos de Washington.
"Si el control de China de la industria petrolera de América del Sur continúa creciendo, puede volverse una preocupación para las autoridades estadounidenses", dijo un profesor de Ciencias Políticas en la John Hopkins School of Advanced International Studies en Washington, Riordan Roett.
Mayor influencia
Un análisis de cientos de páginas de documentos ecuatorianos, incluyendo memorandos internos de Petroecuador, presentaciones y calendarios de envíos de crudo, ofrecen nuevos detalles sobre cómo China llegó a dominar los flujos de petróleo de la nación sudamericana.
Poco después de llegar al poder en el 2007, Correa, un economista formado en Estados Unidos, calificó como "ilegal" e "ilegítima" gran parte de la deuda externa de Ecuador y al año siguiente el país declaró una moratoria.
Con Ecuador convertido en un paria en los mercados de crédito y el Gobierno en dificultades para equilibrar su presupuesto, PetroChina ofreció en el 2009 un salvavidas depositando 1,000 mdd en las arcas ecuatorianas.
El acuerdo de "prefinanciamiento" debía ser repagado en dos años e incluía una tasa de interés de un 7.25%. Ecuador comprometió 96,000 bpd de su petróleo para las empresas chinas.
Inicialmente, la petrolera asiática acordó también vender petróleo ecuatoriano en Perú o Chile, vistos como el "mercado natural" de Petroecuador.
Por razones competitivas, muchas petroleras estatales de naciones de la OPEP mantienen un estricto control sobre el destino de su crudo.
En un memorando con fecha de junio del 2009, el Ministerio de Hacienda de Ecuador desaconsejó permitir que China revendiera el petróleo ecuatoriano donde le diera la gana.
A medida que los préstamos comenzaron a fluir, las compañías chinas también parecían ganar favores en Ecuador.
En el 2009, Correa era elogiado por los ambientalistas por no permitir las perforaciones en Ishpingo-Tambococha-Tuputini -o ITT- un área rica en petróleo en el Parque Nacional Yasuni. Para ese objetivo salió a buscar 3,600 millones de dólares en financiamiento de las naciones ricas.
Pero el mismo año el ministro de Planificación Económica de Ecuador preparó una presentación privada para el equipo de Correa, vista por Reuters, donde prometió hacer "el mayor esfuerzo para apoyar a PetroChina y Andes Petroleum en la exploración en ITT".
Correa eliminó la iniciativa de Yasuní en agosto de este año, argumentando insuficiente financiamiento, y sugirió que permitiría las perforaciones en una pequeña área del ITT. El presidente dijo que Petroamazonas, un brazo operativo de Petroecuador, perforaría en el parque.
Después del 2009, los términos de los nuevos créditos chinos cambiaron, según muestran los documentos. Un acuerdo del 2010 por otra línea de crédito por 1,000 mdd del Banco de Desarrollo de China recortó la prima que PetroChina pagaría por el crudo de Ecuador y autorizó a la estatal china para revender el crudo en cualquier mercado.
A inicios del 2011, Ecuador obtuvo otro crédito por 1,000 millones de dólares y autorizó a PetroChina a tomar dinero de cualquier otra compañía que le debiera a Petroecuador si Ecuador no lograba cumplir con los términos de los repagos.
¿Remordimientos de deudor?
En algunas ocasiones, Petroecuador ha tenido dudas sobre los acuerdos. En una presentación de marzo del 2011, por ejemplo, advirtió que el trato con PetroChina impedía vender petróleo a compradores dispuestos a pagar más.
Factores de mercado estaban convergiendo para hacer más "competitivo" el petróleo ecuatoriano, dijo, sugiriendo comprometer una menor cantidad de barriles al "dragón rojo". Pero el consejo fue pasado por alto.
PetroChina también se asoció a corredoras privadas, entre ellas una basada en Suiza, llamada Taurus Petroleum, cuyas operaciones en petróleo iraquí llamaron la atención de fiscales estadounidenses en el pasado, para revender parte del petróleo ecuatoriano.
Por ahora la capacidad de Petroecuador de buscar otros clientes parece ser limitada. Un memorando interno de la petrolera ecuatoriana preparado antes de que el Banco de Desarrollo de China ofreciera su más reciente préstamo incluía un recordatorio sobre la deuda: "Con la transacción propuesta, el CDB (el Banco de Desarrollo de China, por sus siglas en inglés) estaría incrementando considerablemente su apoyo financiero a la República del Ecuador, convirtiéndose en su mayor acreedor financiero".
Los préstamos chinos, dice el documento, estarán ahora vinculados a "la mayoría de los ingresos de la República del Ecuador por ventas petroleras a mediano y largo plazo".
Fuente: CNN expansion
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