“Así sea de manera unilateral, procedemos a ordenar a todas nuestras unidades guerrilleras y milicianas un cese de fuegos y hostilidades por 30 días a partir de las 00:00 horas del próximo 15 de diciembre”, dijo Catatumbo, que leyó un comunicado firmado por el Secretariado de las FARC, el órgano de dirección de ese grupo subversivo. El texto agrega que la decisión corresponde “a un hondo clamor nacional”.
El anuncio, sin embargo, también aclara que no bajarán la guardia en lo militar. “Simultáneamente ordenamos permanecer alerta ante cualquier operación enemiga, la cual deberá ser respondida sin dilación alguna. Aún abrigamos la esperanza de que el gobierno nacional corresponda a nuestro gesto ordenando un alto en su ofensiva”, dice el comunicado.
Sorprende que el anuncio de esta decisión unilateral llegue después del violento ataque perpetrado el sábado de madrugada al detonar explosivos artesanales en la estación de policía de Inzá, al suroccidente del país. El ataque dejó ocho muertos, seis miembros de la Fuerza Pública y dos civiles, lo que generó una ola de repudio en todo el país.
Aunque estos ataques no inciden en la mesa de negociaciones de La Habana, ya que las partes decidieron seguir el proceso en medio del conflicto, en Colombia generan un rechazo generalizado y le dan argumentos a los opositores de las negociaciones que no creen en la voluntad de la guerrilla de acabar con una guerra que dura ya 50 años. El presidente Juan Manuel Santos ha reiterado que la ofensiva militar no se detendrá hasta que no se firme un acuerdo de paz,
Para el presidente del Senado, Juan Fernando Cristo, esta serie de atentados son "inaceptables" y tras el ataque en Cauca exigió a las FARC un cese al fuego. Por su parte, el principal opositor al proceso de paz, el expresidente y ahora candidato al Senado, Álvaro Uribe, calificó el anuncio de las FARC como un “infame juego con Colombia, asesinan y ahora disimulan con tregua”, escribió en Twitter.
El sábado, tras un consejo de seguridad en la capital del Cauca, Popayán, Santos le advirtió a la guerrilla de que se equivoca si cree que a base de atentados como el de Inzá logrará que el gobierno considere la idea de un cese al fuego bilateral. “No podemos bajar la guardia ni un solo minuto y reitero: la ofensiva militar se mantiene hasta el momento en que lleguemos a un acuerdo, ahí pensaremos en dar el paso al cese al fuego”, dijo el mandatario rodeado de su ministro de Defensa y la cúpula militar.
Es la segunda vez que las FARC decretan un alto el fuego desde que se iniciaron los diálogos de paz en La Habana. El primero coincidió con el arranque de las negociaciones y duró dos meses, también durante la época navideña. Y aunque ocurrieron algunos incidentes, en general la guerrilla cumplió. Hoy, aunque decrete un nuevo cese de la violencia, el principal problema sigue siendo la poca credibilidad que tiene entre los colombianos, quienes siguen pesimistas frente a la posibilidad de que esta vez sí se logre poner fin al conflicto armado.
Fuente: el pais
El anuncio, sin embargo, también aclara que no bajarán la guardia en lo militar. “Simultáneamente ordenamos permanecer alerta ante cualquier operación enemiga, la cual deberá ser respondida sin dilación alguna. Aún abrigamos la esperanza de que el gobierno nacional corresponda a nuestro gesto ordenando un alto en su ofensiva”, dice el comunicado.
Sorprende que el anuncio de esta decisión unilateral llegue después del violento ataque perpetrado el sábado de madrugada al detonar explosivos artesanales en la estación de policía de Inzá, al suroccidente del país. El ataque dejó ocho muertos, seis miembros de la Fuerza Pública y dos civiles, lo que generó una ola de repudio en todo el país.
Aunque estos ataques no inciden en la mesa de negociaciones de La Habana, ya que las partes decidieron seguir el proceso en medio del conflicto, en Colombia generan un rechazo generalizado y le dan argumentos a los opositores de las negociaciones que no creen en la voluntad de la guerrilla de acabar con una guerra que dura ya 50 años. El presidente Juan Manuel Santos ha reiterado que la ofensiva militar no se detendrá hasta que no se firme un acuerdo de paz,
Para el presidente del Senado, Juan Fernando Cristo, esta serie de atentados son "inaceptables" y tras el ataque en Cauca exigió a las FARC un cese al fuego. Por su parte, el principal opositor al proceso de paz, el expresidente y ahora candidato al Senado, Álvaro Uribe, calificó el anuncio de las FARC como un “infame juego con Colombia, asesinan y ahora disimulan con tregua”, escribió en Twitter.
El sábado, tras un consejo de seguridad en la capital del Cauca, Popayán, Santos le advirtió a la guerrilla de que se equivoca si cree que a base de atentados como el de Inzá logrará que el gobierno considere la idea de un cese al fuego bilateral. “No podemos bajar la guardia ni un solo minuto y reitero: la ofensiva militar se mantiene hasta el momento en que lleguemos a un acuerdo, ahí pensaremos en dar el paso al cese al fuego”, dijo el mandatario rodeado de su ministro de Defensa y la cúpula militar.
Es la segunda vez que las FARC decretan un alto el fuego desde que se iniciaron los diálogos de paz en La Habana. El primero coincidió con el arranque de las negociaciones y duró dos meses, también durante la época navideña. Y aunque ocurrieron algunos incidentes, en general la guerrilla cumplió. Hoy, aunque decrete un nuevo cese de la violencia, el principal problema sigue siendo la poca credibilidad que tiene entre los colombianos, quienes siguen pesimistas frente a la posibilidad de que esta vez sí se logre poner fin al conflicto armado.
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