- Los negociadores israelíes y palestinos se reunieron hoy en Jerusalén y, pese a un clima de rumores de ruptura del diálogo de paz y nuevas sanciones, Estados Unidos afirmó que "las diferencias se achicaron".
La reunión a puerta cerrada fue un nuevo esfuerzo por evitar el colapso definitivo de un diálogo de paz que comenzó a mediados del año pasado, auspiciado por Washington, y que tras meses de estancamiento quedó al borde del fracaso en los últimos días.
La vocera del Departamento de Estado, Jen Psaki, informó a la prensa que "las diferencias se achicaron, pero que cualquier especulación sobre un acuerdo es prematura en este momento", informó la agencia de noticias Europa Press.
"Estamos trabajando para determinar cuál es el camino para avanzar en estas negociaciones y eso depende de ambas partes", agregó la funcionaria.
Una de las prioridades de la Casa Blanca en este momento es conseguir que israelíes y palestinos acepten extender el plazo inicial del diálogo, establecido para finales de este mes.
Pese al optimismo de Washington, funcionarios israelíes que pidieron no ser identificados dijeron a medios locales que el gobierno israelí aprobó hoy sanciones económicas contra la Autoridad Nacional Palestina (ANP), el gobierno que controla parte de Cisjordania.
Según la página web del diario israelí Ynet news, el gobierno israelí comenzará a deducir la deuda de la ANP del dinero que recibe todos los meses en concepto de impuestos en represalia por la decisión de Ramallah de relanzar una ofensiva en la ONU para obtener mayor reconocimiento internacional.
Aunque la decisión no fue aún oficializada, el ministro de Trabajo palestino, Ahmad Majdalani, sostuvo que se trata de una medida "ilegal y política, más que económica" e informó que sólo en concepto de electricidad, la ANP debe 400 millones de dólares al Estado israelí, que ocupa Cisjordania desde hace más de 45 años.
El diálogo de paz que intentaron hoy revivir en Jerusalén comenzó el año pasado con el compromiso inicial de que los palestinos no tomarían ninguna iniciativa en el ámbito internacional para que se reconozca a Palestina como Estado soberano, a cambio de que Israel liberara, en cuatro, tandas a 104 prisioneros palestinos.
El último grupo de 26 presos debía salir en libertad antes del 31 de marzo, pero el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, se negó a cumplir con este compromiso.
Ante la negativa israelí y el largo estancamiento del diálogo, el presidente de la ANP, Mahmud Abbas, decidió relanzar su ofensiva diplomática para convertir al Estado palestino en miembro completo de las agencias de la ONU y los convenios internacionales.
En noviembre de 2012, Abbas obtuvo una histórica victoria cuando Palestina fue reconocida como Estado no miembro de la ONU por la mayoría de la Asamblea General de Naciones Unidas, sólo un año después de que la UNESCO, la agencia de la ONU para la educación, aceptara a Palestina como miembro pleno.
El vocero de Naciones Unidas, Stephane Dujarric, informó hoy los 15 pedidos de ingreso del gobierno palestino fueron aceptados el 2 de abril pasado y que el proceso de admisión podría llevar un mes, antes que las agencias comiencen a debatir y votar, según sus propios reglamentos.
Según adelantaron los medios israelíes, el posible acuerdo que está sobre la mesa de negociación en Jerusalén establece que el gobierno palestino abandonará sus aspiraciones diplomáticas en la ONU y su contraparte israelí cumplirá con la liberación de la última tanda de prisioneros o parte de ella.
En este eventual acuerdo, Washington aportaría la liberación de Jonathan Pollard, un espía israelí que fue condenado en Estados Unidos desde mediados de los ochenta y que en los últimos años se convirtió en un héreo nacional para los sectores más nacionalistas de Israel.
Bayot Yehudi (Hogar Judío), el partido del ministro de Economía israelí, Naftali Bennett, advirtió hoy que su fuerza dejaría el gobierno si éste aceptara una nueva liberación de presos palestinos, según informó el diario local Haaretz.
"Si se presenta ante este gobierno alguna propuesta para liberar a asesinos de israelíes, Bayot Yehudi la rechazará, y si igual es aprobada, Bayit Yehudi dejará el gobierno que libera asesinos con ciudadanía israelí. Ya es suficiente", prometió Bennett.
Telam
La vocera del Departamento de Estado, Jen Psaki, informó a la prensa que "las diferencias se achicaron, pero que cualquier especulación sobre un acuerdo es prematura en este momento", informó la agencia de noticias Europa Press.
"Estamos trabajando para determinar cuál es el camino para avanzar en estas negociaciones y eso depende de ambas partes", agregó la funcionaria.
Una de las prioridades de la Casa Blanca en este momento es conseguir que israelíes y palestinos acepten extender el plazo inicial del diálogo, establecido para finales de este mes.
Pese al optimismo de Washington, funcionarios israelíes que pidieron no ser identificados dijeron a medios locales que el gobierno israelí aprobó hoy sanciones económicas contra la Autoridad Nacional Palestina (ANP), el gobierno que controla parte de Cisjordania.
Según la página web del diario israelí Ynet news, el gobierno israelí comenzará a deducir la deuda de la ANP del dinero que recibe todos los meses en concepto de impuestos en represalia por la decisión de Ramallah de relanzar una ofensiva en la ONU para obtener mayor reconocimiento internacional.
Aunque la decisión no fue aún oficializada, el ministro de Trabajo palestino, Ahmad Majdalani, sostuvo que se trata de una medida "ilegal y política, más que económica" e informó que sólo en concepto de electricidad, la ANP debe 400 millones de dólares al Estado israelí, que ocupa Cisjordania desde hace más de 45 años.
El diálogo de paz que intentaron hoy revivir en Jerusalén comenzó el año pasado con el compromiso inicial de que los palestinos no tomarían ninguna iniciativa en el ámbito internacional para que se reconozca a Palestina como Estado soberano, a cambio de que Israel liberara, en cuatro, tandas a 104 prisioneros palestinos.
El último grupo de 26 presos debía salir en libertad antes del 31 de marzo, pero el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, se negó a cumplir con este compromiso.
Ante la negativa israelí y el largo estancamiento del diálogo, el presidente de la ANP, Mahmud Abbas, decidió relanzar su ofensiva diplomática para convertir al Estado palestino en miembro completo de las agencias de la ONU y los convenios internacionales.
En noviembre de 2012, Abbas obtuvo una histórica victoria cuando Palestina fue reconocida como Estado no miembro de la ONU por la mayoría de la Asamblea General de Naciones Unidas, sólo un año después de que la UNESCO, la agencia de la ONU para la educación, aceptara a Palestina como miembro pleno.
El vocero de Naciones Unidas, Stephane Dujarric, informó hoy los 15 pedidos de ingreso del gobierno palestino fueron aceptados el 2 de abril pasado y que el proceso de admisión podría llevar un mes, antes que las agencias comiencen a debatir y votar, según sus propios reglamentos.
Según adelantaron los medios israelíes, el posible acuerdo que está sobre la mesa de negociación en Jerusalén establece que el gobierno palestino abandonará sus aspiraciones diplomáticas en la ONU y su contraparte israelí cumplirá con la liberación de la última tanda de prisioneros o parte de ella.
En este eventual acuerdo, Washington aportaría la liberación de Jonathan Pollard, un espía israelí que fue condenado en Estados Unidos desde mediados de los ochenta y que en los últimos años se convirtió en un héreo nacional para los sectores más nacionalistas de Israel.
Bayot Yehudi (Hogar Judío), el partido del ministro de Economía israelí, Naftali Bennett, advirtió hoy que su fuerza dejaría el gobierno si éste aceptara una nueva liberación de presos palestinos, según informó el diario local Haaretz.
"Si se presenta ante este gobierno alguna propuesta para liberar a asesinos de israelíes, Bayot Yehudi la rechazará, y si igual es aprobada, Bayit Yehudi dejará el gobierno que libera asesinos con ciudadanía israelí. Ya es suficiente", prometió Bennett.
Telam
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