- Las llamas se acercan a la zona en la que se encuentran sus famosas secuoyas gigantes de más de un metro y medio de diámetro.
El incendio forestal que arrasa desde el sábado en la franja oeste del Parque Nacional de Yosemite, en California (EE.UU.), continúa avanzando y afecta ya a más de 1.200 hectáreas, amenazando a la zona en la que se encuentran varias decenas de sus famosas secuoyas gigantes.
Según ha indicado el Servicio Forestal de Estados Unidos, pese al fuego, la mayor parte de Yosemite sigue por el momento abierta al público, aunque desde el lunes se mantiene cerrada la carretera 120, uno de los principales accesos al parque, y el humo se extiende por varias zonas de cabañas y de acampada, además de por los principales atractivos de la zona, como el icónico valle.
Sin llegar a afectarla por el momento, el incendio amenaza el área de Merced Grove, una zona en la que se encuentran más de 40 secuoyas gigantes de más de un metro y medio de diámetro, ha agregado el Servicio Forestal. Por su parte, el Departamento Forestal y de Incendios de California ha informado de que las llamas afectan a una zona de bosque y matorrales extremadamente seca, en la que 585 bomberos tratan de luchar contra el fuego.
El incendio, que se originó por causas desconocidas el sábado en la zona conocida como Old El Portal, ha obligado adesalojar la cercana zona urbanizada de Foresta, así como los campamentos de Crane Flat, Bridalveil Creek y Yosemite Creek. Los vecinos del pueblo de El Portal, que también fueron desalojados, pudieron regresar este martes a sus casas, ya que los bomberos lograron contener un 19 % del incendio, especialmente en el flanco que afectaba la zona más cercana a la villa.
En paralelo, los bomberos consiguieron contener el 80 % del incendio declarado el viernes en la ladera de Sierra Nevada, al este de la ciudad de Sacramento (California), que ha quemado 1.500 hectáreas, ha destruido diecinueve casas y ha forzado a evacuar a centenares de vecinos de los condados vinícolas de Amador y El Dorado.
California, y en general el oeste de Estados Unidos, viven unasituación de sequía crónica desde hace tres años, un fenómeno que se ha intensificado desde el inicio del 2014 y que ha llevado a declarar zonas de «sequía excepcional» hasta un 36 % del territorio del estado más poblado del país, incluidas las ciudades de Los Ángeles y San Francisco (ésta última cercana al Parque Nacional de Yosemite).
La intensa sequía, unida a las insólitas altas temperaturas, es la responsable de un año especialmente malo en cuanto a incendios forestales. Según el Departamento de Protección Forestal de California, desde principios de año y hasta el 19 de julio se habían producido 3.400 incendios de vegetación que habían quemado 20.600 hectáreas, muy por encima de los 2.500 incendios y 12.100 hectáreas quemadas de un año habitual.
EFE
Según ha indicado el Servicio Forestal de Estados Unidos, pese al fuego, la mayor parte de Yosemite sigue por el momento abierta al público, aunque desde el lunes se mantiene cerrada la carretera 120, uno de los principales accesos al parque, y el humo se extiende por varias zonas de cabañas y de acampada, además de por los principales atractivos de la zona, como el icónico valle.
Sin llegar a afectarla por el momento, el incendio amenaza el área de Merced Grove, una zona en la que se encuentran más de 40 secuoyas gigantes de más de un metro y medio de diámetro, ha agregado el Servicio Forestal. Por su parte, el Departamento Forestal y de Incendios de California ha informado de que las llamas afectan a una zona de bosque y matorrales extremadamente seca, en la que 585 bomberos tratan de luchar contra el fuego.
El incendio, que se originó por causas desconocidas el sábado en la zona conocida como Old El Portal, ha obligado adesalojar la cercana zona urbanizada de Foresta, así como los campamentos de Crane Flat, Bridalveil Creek y Yosemite Creek. Los vecinos del pueblo de El Portal, que también fueron desalojados, pudieron regresar este martes a sus casas, ya que los bomberos lograron contener un 19 % del incendio, especialmente en el flanco que afectaba la zona más cercana a la villa.
En paralelo, los bomberos consiguieron contener el 80 % del incendio declarado el viernes en la ladera de Sierra Nevada, al este de la ciudad de Sacramento (California), que ha quemado 1.500 hectáreas, ha destruido diecinueve casas y ha forzado a evacuar a centenares de vecinos de los condados vinícolas de Amador y El Dorado.
California, y en general el oeste de Estados Unidos, viven unasituación de sequía crónica desde hace tres años, un fenómeno que se ha intensificado desde el inicio del 2014 y que ha llevado a declarar zonas de «sequía excepcional» hasta un 36 % del territorio del estado más poblado del país, incluidas las ciudades de Los Ángeles y San Francisco (ésta última cercana al Parque Nacional de Yosemite).
La intensa sequía, unida a las insólitas altas temperaturas, es la responsable de un año especialmente malo en cuanto a incendios forestales. Según el Departamento de Protección Forestal de California, desde principios de año y hasta el 19 de julio se habían producido 3.400 incendios de vegetación que habían quemado 20.600 hectáreas, muy por encima de los 2.500 incendios y 12.100 hectáreas quemadas de un año habitual.
EFE
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