Según el Noaa, concentración superó 400 partes por millón en marzo.
Científicos anunciaron ayer que las concentraciones globales de dióxido de carbono (CO2) alcanzaron un promedio récord a nivel mundial de 400 partes por millón en marzo.
En grandes cantidades, el dióxido de carbono es un potente y peligroso gas de efecto invernadero producto de actividades humanas entre las cuales la combustión de energías fósiles como el carbón y el petróleo, y la deforestación.
“Por primera vez desde que registramos el dióxido de carbono en la atmósfera mundial, la concentración mensual de este gas de efecto invernadero superó las 400 partes por millón (ppm) en marzo de 2015”, informó la Agencia Oceánica y Atmosférica (Noaa) de EE.UU.
En abril de 2014, las concentraciones mensuales de CO2 en la atmósfera ya habían superado las 400 partes por millón (ppm), pero sólo en el hemisferio norte, su nivel más alto en los últimos 800.000 años, señaló entonces la Nasa.
La primera vez que se superó la barrera de las 400 ppm fue en el Ártico, en 2012, señalaron los científicos.
“Alcanzar un promedio de 400 partes por millón a nivel mundial era sólo cuestión de tiempo”, dijo el científico Pieter Tans, quien lidera la red mundial sobre gases de efecto invernadero de la Noaa (Global Greenhouse Gas Reference Network).
“Haber alcanzado las 400 ppm es un punto significativo”, alertó.
Tans precisó que las cantidades de CO2 aumentaron en más de 120 ppm desde la era pre-industrial. “La mitad de este aumento se produjo desde 1980”, advirtió.
CAMBIO CLIMATICO
Los científicos aseguran que el aumento de las partes de CO2 por millón produce entre otros un alza de las temperaturas en la Tierra y un desorden del clima, vinculados al cambio climático.
El problema de estos índices, dijo James Butler, director de la División Global de Monitoreo de la Noaa, es que hay que hacer demasiado para ver un cambio apreciable en los niveles globales de dióxido de carbono. “Se debería eliminar alrededor del 80% de las emisiones de combustibles fósiles pararecién detener el aumento de dióxido de carbono en la atmósfera”, dijo Butler, “pero las concentraciones de CO2 no comenzarán a disminuir hasta que se hagan, incluso, reducciones adicionales y entonces, sólo lo haría lentamente”.
En grandes cantidades, el dióxido de carbono es un potente y peligroso gas de efecto invernadero producto de actividades humanas entre las cuales la combustión de energías fósiles como el carbón y el petróleo, y la deforestación.
“Por primera vez desde que registramos el dióxido de carbono en la atmósfera mundial, la concentración mensual de este gas de efecto invernadero superó las 400 partes por millón (ppm) en marzo de 2015”, informó la Agencia Oceánica y Atmosférica (Noaa) de EE.UU.
En abril de 2014, las concentraciones mensuales de CO2 en la atmósfera ya habían superado las 400 partes por millón (ppm), pero sólo en el hemisferio norte, su nivel más alto en los últimos 800.000 años, señaló entonces la Nasa.
La primera vez que se superó la barrera de las 400 ppm fue en el Ártico, en 2012, señalaron los científicos.
“Alcanzar un promedio de 400 partes por millón a nivel mundial era sólo cuestión de tiempo”, dijo el científico Pieter Tans, quien lidera la red mundial sobre gases de efecto invernadero de la Noaa (Global Greenhouse Gas Reference Network).
“Haber alcanzado las 400 ppm es un punto significativo”, alertó.
Tans precisó que las cantidades de CO2 aumentaron en más de 120 ppm desde la era pre-industrial. “La mitad de este aumento se produjo desde 1980”, advirtió.
CAMBIO CLIMATICO
Los científicos aseguran que el aumento de las partes de CO2 por millón produce entre otros un alza de las temperaturas en la Tierra y un desorden del clima, vinculados al cambio climático.
El problema de estos índices, dijo James Butler, director de la División Global de Monitoreo de la Noaa, es que hay que hacer demasiado para ver un cambio apreciable en los niveles globales de dióxido de carbono. “Se debería eliminar alrededor del 80% de las emisiones de combustibles fósiles pararecién detener el aumento de dióxido de carbono en la atmósfera”, dijo Butler, “pero las concentraciones de CO2 no comenzarán a disminuir hasta que se hagan, incluso, reducciones adicionales y entonces, sólo lo haría lentamente”.
Agencias
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