Un tribunal egipcio condenó el sábado a muerte al ex presidente islamista Mohammed Morsi por su participación en una fuga masiva en una cárcel registrada durante el alzamiento de 2011 que derrocó a Hosni Mubarak.
Como es habitual en Egipto, el fallo será remitido al muftí, máxima autoridad religiosa del país, que emitirá un dictamen no vinculante antes de que el tribunal pronuncie el fallo definitivo el próximo 2 de junio.
Ese mismo día, el Tribunal Penal de El Cairo dictará también su sentencia contra Mursi en el caso de espionaje y colaboración con el movimiento palestino Hamás, en el que también está acusado, añadió la fuente.
En ese caso de espionaje, hoy sí fueron condenados a muerte, también de forma provisional, el líder de los Hermanos Musulmanes, Mohamed Badía, el "número dos" de la cofradía, Jairat al Shater y su hijo, así como el miembro de su ejecutiva Mohamed Beltagui.
También fueron sentenciados a la pena capital por espionaje el presidente del brazo político de la Hermandad, Saad Katatni, su vicepresidente, Esam al Erian, y el destacado predicador islamista Yusuf al Qaradaui, que fue juzgado en rebeldía.
Mursi fue condenado a muerte, junto a otros 105 miembros de los Hermanos Musulmanes, por su huida de la cárcel de Wadi Natrun durante la revolución de 2011, gracias a una supuesta ayuda de combatientes de Hamás y de la organización libanesa chií Hizbulá.
Mursi, que continúa defendiendo que es el "presidente legítimo" de Egipto, fue depuesto el 3 de julio de 2013 en un golpe militar liderado por el entonces jefe del Ejército y actual presidente, Abdelfatah al Sisi, tras varios días de multitudinarias protestas.
El exmandatario, el primer presidente egipcio elegido libremente en las urnas, fue derrocado por el ejército en julio de 2013 tras días de protestas masivas de egipcios que reclamaban su salida debido a sus divisivas medidas. Su sucesor, Abdul Fatá el Sisi, era el jefe del ejército en ese momento y lideró el golpe. El Sisi se presentó a presidente el año pasado y ganó las elecciones de forma abrumadora.
Los partidarios de Morsi y de su ahora ilegalizada Hermandad Musulmana corearon "abajo, abajo el gobierno militar", cuando se anunciaba el veredicto en la sala del tribunal, una antigua aula reconvertida de la academia de policía en un suburbio al este de El Cairo.
Durante el proceso, la acusación alegó que miembros armados del grupo palestino Hamas entraron en Egipto durante el alzamiento de 18 días a través de túneles ilegales bajo la frontera de Gaza y la zona controlada por Egipto de la península del Sinaí.
Aprovechando el caos del alzamiento popular, los milicianos se abrieron paso por la fuerza en varias cárceles y liberaron a Morsi, a más de otros 30 líderes de la Hermandad y a unos 20 mil presos, según la fiscalía. Varios guardas de prisiones murieron y parte de las cárceles asaltadas resultó dañada.
El derrocado expresidente ya cumplía una sentencia de 20 años de prisión tras su condena el 21 de abril en relación a la muerte de manifestantes ante un palacio presidencial en El Cairo en diciembre de 2012.
Morsi eludió la pena de muerte en otro caso instruido por el-Shami relacionado con las acusaciones de que durante el año que estuvieron en el poder, Morsi, varios de sus asesores y líderes de la Hermandad Musulmana supuestamente entregaron secretos de estado a grupos extranjeros como Hamas y el libanés Jezbolá.
Desde el derrocamiento de Mursi, las autoridades han perseguido a los simpatizantes, integrantes y líderes de los Hermanos Musulmanes, declarados grupo terrorista.
Con información de Efe y AP/Univision
Ese mismo día, el Tribunal Penal de El Cairo dictará también su sentencia contra Mursi en el caso de espionaje y colaboración con el movimiento palestino Hamás, en el que también está acusado, añadió la fuente.
En ese caso de espionaje, hoy sí fueron condenados a muerte, también de forma provisional, el líder de los Hermanos Musulmanes, Mohamed Badía, el "número dos" de la cofradía, Jairat al Shater y su hijo, así como el miembro de su ejecutiva Mohamed Beltagui.
También fueron sentenciados a la pena capital por espionaje el presidente del brazo político de la Hermandad, Saad Katatni, su vicepresidente, Esam al Erian, y el destacado predicador islamista Yusuf al Qaradaui, que fue juzgado en rebeldía.
Mursi fue condenado a muerte, junto a otros 105 miembros de los Hermanos Musulmanes, por su huida de la cárcel de Wadi Natrun durante la revolución de 2011, gracias a una supuesta ayuda de combatientes de Hamás y de la organización libanesa chií Hizbulá.
Mursi, que continúa defendiendo que es el "presidente legítimo" de Egipto, fue depuesto el 3 de julio de 2013 en un golpe militar liderado por el entonces jefe del Ejército y actual presidente, Abdelfatah al Sisi, tras varios días de multitudinarias protestas.
El exmandatario, el primer presidente egipcio elegido libremente en las urnas, fue derrocado por el ejército en julio de 2013 tras días de protestas masivas de egipcios que reclamaban su salida debido a sus divisivas medidas. Su sucesor, Abdul Fatá el Sisi, era el jefe del ejército en ese momento y lideró el golpe. El Sisi se presentó a presidente el año pasado y ganó las elecciones de forma abrumadora.
Los partidarios de Morsi y de su ahora ilegalizada Hermandad Musulmana corearon "abajo, abajo el gobierno militar", cuando se anunciaba el veredicto en la sala del tribunal, una antigua aula reconvertida de la academia de policía en un suburbio al este de El Cairo.
Durante el proceso, la acusación alegó que miembros armados del grupo palestino Hamas entraron en Egipto durante el alzamiento de 18 días a través de túneles ilegales bajo la frontera de Gaza y la zona controlada por Egipto de la península del Sinaí.
Aprovechando el caos del alzamiento popular, los milicianos se abrieron paso por la fuerza en varias cárceles y liberaron a Morsi, a más de otros 30 líderes de la Hermandad y a unos 20 mil presos, según la fiscalía. Varios guardas de prisiones murieron y parte de las cárceles asaltadas resultó dañada.
El derrocado expresidente ya cumplía una sentencia de 20 años de prisión tras su condena el 21 de abril en relación a la muerte de manifestantes ante un palacio presidencial en El Cairo en diciembre de 2012.
Morsi eludió la pena de muerte en otro caso instruido por el-Shami relacionado con las acusaciones de que durante el año que estuvieron en el poder, Morsi, varios de sus asesores y líderes de la Hermandad Musulmana supuestamente entregaron secretos de estado a grupos extranjeros como Hamas y el libanés Jezbolá.
Desde el derrocamiento de Mursi, las autoridades han perseguido a los simpatizantes, integrantes y líderes de los Hermanos Musulmanes, declarados grupo terrorista.
Con información de Efe y AP/Univision
No hay comentarios.:
Publicar un comentario