La Fiscalía antiterrorista asumió la investigación de la toma de rehenes (AFP) |
Un cura fue asesinado y otro rehén se encontraba “entre la vida y la muerte”, informaron fuentes policiales y del ministerio. Tres rehenes fueron liberados y están sanos y salvos, añadió esta misma fuente.
Se desconocen las motivaciones de los dos atacantes, que murieron durante el operativo lanzado por la Brigada de Busca e Intervención (BRI) de Rouen, pero la investigación está a cargo de la sección antiterrorista.
Esta toma de rehenes se produce en un contexto de alta tensión en Francia, doce días después de un atentado en Niza (sureste), que dejó 84 muertos y más de 300 heridos.
El ataque de Niza fue reivindicado por el grupo Estado Islámico (EI).
Se produce también el día de inauguración en Cracovia (Polonia) de las Jornadas Mundiales de la Juventud, un encuentro mundial de católicos en el que participará el papa Francisco.
El presidente francés, François Hollande, y el ministro del Interior, Bernard Cazeneuve, se dirigían al lugar de los hechos.
El primer ministro, Manuel Valls, aseguró que los franceses “se mantendrán unidos” frente a este “ataque bárbaro”.
Imágenes de los medios mostraban varios vehículos de emergencia en el lugar de los hechos y calles cerradas.
Francia, que ha sido blanco de tres ataques de gran envergadura en los últimos 18 meses —17 muertos en enero de 2015, 130 muertos el 13 de noviembre de ese año y 84 muertos el pasado 14 de julio— vive sumida en el miedo de nuevos ataques.
Varios ataques en Alemania en los últimos días, algunos de ellos reivindicados por el grupo Estado Islámico, han aumentado también los temores en Europa.
Después del ataque en Niza, Francia extendió por seis meses el estado de emergencia, en vigor desde los ataques yihadistas del 13 de noviembre de 2015 en París.
Este régimen da a la policía poderes adicionales para llevar a cabo registros y poner a sospechosos bajo arresto domiciliario.
En su propaganda y sus comunicados de reivindicación, el grupo Estado Islámico insta a atacar a los dirigentes “cruzados” occidentales y al “reino de la Cruz”, una expresión que haría referencia a Europa.
La amenaza de un ataque contra un lugar de culto cristiano estaba en mente de todos en Francia, sobre todo después de que se abortara un proyecto de atentado contra una iglesia católica en las afueras de París en abril de 2015.
El presidente francés, François Hollande, aseguró hoy que los dos autores de la toma de rehenes en una iglesia de Saint Etienne du Rouvray, junto a la ciudad normanda de Ruán, eran “terroristas que reivindicaron pertenecer al Estado Islámico”.
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