Mauricio Macri, presidente de Argentina. Foto: Efe. |
“Absolutamente. Ya está requete probado”, aseveró, a la par que consideró que esta investigación no ha generado un costo en su imagen pública.
“Yo creo que no. Creo que la gente ‘creyó perfectamente’. Ya nos conocemos de hace mucho tiempo”, remarcó, para recordar sus etapas como presidente del club Boca Juniors (1995-2008) y como jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires (2007-2015), tras una época, en sus comienzos, en los que hizo carrera en las empresas de su padre, Franco Macri.
En este sentido, el mandatario afirmó que “la gente se dio cuenta” de que él tomó “una decisión” en su vida.
“No sentí que mi felicidad iba a pasar por acumular más millones en mi actividad privada en una cuenta. Yo sentía que la felicidad pasa por el amor y dar es lo que más te acerca al amor”, remarcó.
La filtración periodística de documentos del gabinete de abogados panameños Mossack Fonseca, denominados Papeles de Panamá, reveló el pasado abril que Macri figuraba, según los documentos, como miembro directivo de la empresa Fleg Trading Ltd, registrada en Bahamas, y de Kagemusha, inscrita en Panamá.
Fue entonces que se abrió una investigación judicial en Argentina tras una denuncia presentada por un diputado opositor del kirchnerista Frente para la Victoria, a la que hizo lugar el fiscal Federico Delgado, quien pidió indagar si el jefe de Estado “omitió maliciosamente” su participación en dichas empresas en sus declaraciones juradas de bienes y activos.
Es así que el juez federal Sebastián Casanello, entre las medidas determinadas hasta ahora, libró exhortos a Panamá y Bahamas para que se le informe si Macri “figura o figuró como accionista” en las empresas mencionadas y ordenó estudiar si hay contradicciones en sus últimas declaraciones juradas de bienes.
Tras la filtración, el jefe de Estado ya había explicado que las empresas nunca tuvieron movimientos, que su inscripción como directivo fue algo meramente formal, a petición de su padre, y que todos sus bienes siempre estuvieron declarados ante el Fisco argentino.
En la entrevista de hoy, el mandatario, que asumió el cargo el pasado diciembre tras 12 años de Gobiernos kirchneristas, defendió también la gestión de sus primeros siete meses en la Presidencia, aunque reiteró haber tenido que tomar medidas “tremendas” de sinceramiento de la economía.
“Yo pienso que lo peor ya pasó. (...) La inflación está bajando y el año que viene yo soy muy optimista que vamos a estar debajo del 20 % y así sucesivamente porque la inflación es una mentira, un impuesto perverso que cobra un mal Gobierno a su gente”, indicó.
Respecto al ámbito del empleo, subrayó que es su “preocupación” cuidar los trabajos que existen y generar nuevos.
“Los que teníamos no alcanzan. Hace cinco años que la Argentina no generaba nuevos empleos. Hoy hay sectores que ya arrancaron a crecer y a tomar nuevos empleados como lo que es ligado al campo, la energía y la minería sustentable y a otros les está costando más”, indicó.
En este contexto también se mostró optimista respecto a la evolución económica del país.
“Con las bases que hemos echado para fin de este año vamos a empezar a crecer y el año que viene la argentina va a volver a crecer después de cinco años”, agregó, y matizó que dentro de su prudencia considera que se ubicará entre el 3 y 3,5 % de crecimiento.
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