Sentencian a diputado brasileño por escándalo de corrupción

Deberá cumplir la condena en régimen cerrado, en una prisión de seguridad máxima o media, y pagar una multa.

Brasilia. El diputado del Partido de los Trabajadores (PT) de Brasil Joao Paulo Cunha fue condenado hoy a nueve años y cuatro meses de prisión por su participación en el escándalo de corrupción que sacudió al gobierno del entonces presidente Luiz Inacio Lula da Silva.

Según la resolución adoptada hoy por el Supremo Tribunal Federal (STF), el presidente de la Cámara de Diputados en la época en que estalló el escándalo del "mensalao", cuando se denunció por primera vez la existencia de una red ilegal de desvío de dinero público y compra de votos a parlamentarios orquestada por el PT, fue hallado culpable de los delitos de corrupción pasiva, lavado de dinero y peculado.Cunha deberá cumplir la condena en régimen cerrado, en una prisión de seguridad máxima o media, y está obligado a pagar una multa de 370 mil reales (unos 185 mil dólares).
Sobre la pérdida del mandato del actual diputado, la Corte Suprema se expedirá la semana que viene. Eso porque existe controversia entre los ministros de la principal corte del país respecto a si el mandato parlamentario puede ser revocado por la sola decisión del tribunal, o si necesita de que se pronuncie también el Congreso.
Cunha fue acusado de haber recibido unos 25 mil dólares en el año 2003, cuando presidía la Cámara Baja, para beneficiar con contratos a empresas del también condenado Marcos Valério, apuntado como el operador financiero del esquema de corrupción, implementado por el partido de gobierno con el fin de asegurarle al gobierno de Lula da Silva, mayorías parlamentarias.
En la sesión de hoy también fue condenado a siete años y 14 días de prisión, el ex diputado Roberto Jefferson, delator de la red ilegal.
El ex parlamentario por el Partido Laborista Brasileño (PTB, por sus siglas en portugués), aliado en la época del gobierno de Lula, deberá pagar además una multa superior a los 400 mil dólares tras ser hallado culpable por los delitos de corrupción pasiva y lavado de dinero.
El escándalo del "mensalao", que puso en jaque el primer mandado de Lula, estalló en 2005, cuando Jefferson denunció la existencia de el esquema ilegal. En la época, varias figuras de primera línea del gobierno petista fueron alejadas de sus respectivos cargos, entre ellos el ex hombre fuerte de Lula, entonces ministro jefe del Gabinete Civil de la Presidencia José Dirceu, quien la semana pasada fue condenado a diez años y diez meses de prisión por comandar la red ilegal.
Según la Corte Suprema, el esquema operó entre 2003 y mediados de 2005, y en ese período movió alrededor de 76 millones de dólares.
Otros referentes históricos del PT, como el ex presidente de la agrupación José Genoino y el ex tesorero Delubio Soares, también fueron hallados culpables y deberán purgar penas de seis años y 11 meses, y ocho años y 11 meses de prisión, respectivamente.
En la sesión de hoy del llamado "juicio del siglo" fueron definidas las penas de los últimos tres reos del total de 25 condenados en el histórico proceso.
Además de Cunha y Jefferson, fue fijada la pena del ex asesor de éste, Emerson Palmieri, condenado a cuatro años de prisión por el delito de lavado de dinero.
A instancias del voto del relator del proceso y presidente del Supremo, Joaquim Barbosa, y gracias a su "colaboración en las investigaciones", Palmeiri no ira a prisión sino que pagará una pena alternativa, mediante el pago de una multa equivalente a 150 salarios mínimos, que serán destinados a una entidad pública sin fines de lucro que será definida por el tribunal.
Además, durante los próximos cuatro años, el político no podrá ejercer ningún cargo público.
Concluida hoy una de las instancias finales del proceso, que el próximo domingo completa cuatro meses de debates, los ministros comenzarán a analizar diversos aspectos, tales como las pérdidas del mandato parlamentario de los congresistas condenados, el pedido hecho por el Ministerio Público (Fiscalía) de que los mandatos de prisión sean ejecutados en forma inmediata, entre otros.

Fuente: jornada.unam.mx