Considerado el más letal de los últimos tres años en la capital financiera de Pakistán, el atentado ocurrió en Abbas Town cuando un artefacto de fabricación casera, oculto en un coche y con una carga que peritos estimaron en 150 kilos de explosivos, estalló a la entrada de ese barrio con mayoría de población chiita.
Este lunes fue declarado día de duelo por el gobierno de la sureña provincia de Sindh, del cual Karachi es la capital, mientras se observa un alto nivel de acatamiento a la huelga general convocada por organizaciones chiitas. Medios de prensa locales refirieron que una de las pocas instituciones que abrió fue la Bolsa de Valores, aunque con un número de corredores y volúmenes de operaciones considerablemente inferiores a los de un día común.
Programadas para hoy, las sesiones de la Asamblea Provincial fueron pospuestas para el miércoles.
Karachi es víctima desde hace un par de años de la peor oleada de violencia en lo que va de siglo, debido a la rivalidad entre bandas políticas rivales -recrudecida por la proximidad de las elecciones generales-, los enfrentamientos entre chiitas y sunitas y los ocasionales ataques de los talibanes.
Aunque hasta ahora ninguna organización se ha responsabilizado con el atentado de la víspera, muchos se lo atribuyen al Lashkar-e-Jhangvi, un grupo armado sunita vinculado a Al Qaida.
Como en otras naciones del mundo musulmán, en Pakistán son frecuentes los choques entre grupos extremistas sunitas y chiitas que solventan desde la violencia sus diferencias respecto al verdadero sucesor del profeta Mahoma, un cisma que data del siglo VII.
Fuente: prensa-libre.cu
Programadas para hoy, las sesiones de la Asamblea Provincial fueron pospuestas para el miércoles.
Karachi es víctima desde hace un par de años de la peor oleada de violencia en lo que va de siglo, debido a la rivalidad entre bandas políticas rivales -recrudecida por la proximidad de las elecciones generales-, los enfrentamientos entre chiitas y sunitas y los ocasionales ataques de los talibanes.
Aunque hasta ahora ninguna organización se ha responsabilizado con el atentado de la víspera, muchos se lo atribuyen al Lashkar-e-Jhangvi, un grupo armado sunita vinculado a Al Qaida.
Como en otras naciones del mundo musulmán, en Pakistán son frecuentes los choques entre grupos extremistas sunitas y chiitas que solventan desde la violencia sus diferencias respecto al verdadero sucesor del profeta Mahoma, un cisma que data del siglo VII.
Fuente: prensa-libre.cu
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