Una abuela americana se convirtió el domingo en la corredora más veterana en correr el maratón de Nueva York, con 86 años cumplidos, y falleció un día después.
Joy Johnson, que vivía en San José (California), tardó algo menos de ocho horas en completar los 42,195 kilómetros del recorrido por las calles de Nueva York. Cuando no había superado la mitad del recorrido, Johnson tropezó y se golpeó la cabeza. Siguió corriendo. Solo cuando superó la meta se dirigió a una de las tiendas de campaña que la organización dispuso para los servicios médicos para que la atendieran. A pesar de la insistencia de estos, la mujer se negó a ir al hospital.
"Nunca corrió para competir, corría porque lo amaba", dijo su hija menor Diana Boydston en conversación telefónica. Johnson, que habría cumplido 87 años el día de Navidad, había sido profesora de Educación Física y entrenadora durante muchos años, pero solo empezó a correr cuando se jubiló."Hablé el día antes de la carrera con ella y me dijo que era muy feliz".
El domingo fue su 25º maratón de Nueva York consecutivo. Había viajado a Nueva York con otra de sus hijas. Su mejor marca fue en 1991, cuando logró bajar de las cuatro horas. Ganó la prueba en su categoría seis veces.
"Era una mujer con una gran fe. Eso era lo primero en su vida, la fe y la familia y probablemente correr. Le encantaba", dice su hija. "Era realmente increíble".
La preparación de Johnson para el maratón se había relajado en los últimos años, pero era intenso a pesar de su edad. "Salía cada mañana a correr", añade su hija.
Tras la carrera Johnson acostumbraba a darse un baño caliente antes de irse a la cama. El más veterano fue un hombre de 89 años.
18 de los más de 50.000 corredores de este año en Nueva York tenían más de 80 años, según los organizadores. Johnson acabó cuarta en su grupo de edad (de 80 a 89 años).
Fuente: El pais
Joy Johnson, que vivía en San José (California), tardó algo menos de ocho horas en completar los 42,195 kilómetros del recorrido por las calles de Nueva York. Cuando no había superado la mitad del recorrido, Johnson tropezó y se golpeó la cabeza. Siguió corriendo. Solo cuando superó la meta se dirigió a una de las tiendas de campaña que la organización dispuso para los servicios médicos para que la atendieran. A pesar de la insistencia de estos, la mujer se negó a ir al hospital.
"Nunca corrió para competir, corría porque lo amaba", dijo su hija menor Diana Boydston en conversación telefónica. Johnson, que habría cumplido 87 años el día de Navidad, había sido profesora de Educación Física y entrenadora durante muchos años, pero solo empezó a correr cuando se jubiló."Hablé el día antes de la carrera con ella y me dijo que era muy feliz".
El domingo fue su 25º maratón de Nueva York consecutivo. Había viajado a Nueva York con otra de sus hijas. Su mejor marca fue en 1991, cuando logró bajar de las cuatro horas. Ganó la prueba en su categoría seis veces.
"Era una mujer con una gran fe. Eso era lo primero en su vida, la fe y la familia y probablemente correr. Le encantaba", dice su hija. "Era realmente increíble".
La preparación de Johnson para el maratón se había relajado en los últimos años, pero era intenso a pesar de su edad. "Salía cada mañana a correr", añade su hija.
Tras la carrera Johnson acostumbraba a darse un baño caliente antes de irse a la cama. El más veterano fue un hombre de 89 años.
18 de los más de 50.000 corredores de este año en Nueva York tenían más de 80 años, según los organizadores. Johnson acabó cuarta en su grupo de edad (de 80 a 89 años).
Fuente: El pais
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