Según el negociador jefe de China, Xie Zhenhua, esa es la postura de su país "para quebrar el hielo" y conversar sobre los objetivos vinculantes en materia de protección climática después de 2020.
Por parte de los estadounidenses no hubo más que una "ducha fría". "Su ingratitud y arrogancia podrían sofocar las desvanecientes esperanzas de lograr avances concretos en Durbán ", se quejó la agencia de noticias oficial Xinhua. Poco antes del fin de la cumbre sobre el clima, entre los delegados seguía reinando la confusión sobre la postura china, mientras que la nación asiática, con esta táctica, puso exitosamente la pelota del lado de los estadounidenses.
Los críticos se quejaron de "un insoportable juego de ping pong" de los dos grandes contaminadores. Sin embargo, los grupos defensores de medio ambiente tomaron enseguida la posta para aumentar la presión sobre Estados Unidos. Y eso que la presunta oferta de China está asociada a obstáculos apenas superables que ya nadie menciona. Es así como el negociador chino presentó cinco condiciones complicadas y nada nuevas cuando explicó que un día también iba a querer negociar un acuerdo vinculante.
Es así como los países industriales ricos, entre ellos Estados Unidos, deben comprometerse para una segunda etapa del Protocolo de Kyoto, que expira en 2012, a una reducción de los gases de efecto invernadero. A ello sólo estaría dispuesta una minoría. Y Estados Unidos, por su parte, jamás suscribió al Protocolo de Kyoto. China pide una comprobación del cumplimiento, hasta ahora, del Protocolo de Kyoto, para dejar en claro en las próximas negociaciones las responsabilidades y objetivos. Que Estados Unidos quedará nuevamente como el principal chivo expiatorio está claro, no sólo para los líderes de Pekín.
También debe definirse cuanto antes qué disposiciones se adoptarán en relación con el Fondo Climático Verde. Los países industriales deben transferir tecnología a los países en desarrollo y brindar a los estados pobres ayudas financieras masivas para el cuidado del clima por el valor de "cientos de miles de millones de dólares". Pero Zie Zhenhua señaló que "China está dispuesta a asumir los compromisos vinculantes que coincidan con el desarrollo económico de China y con sus capacidades, en base al principio de la responsabilidad común pero diferenciada".
Traducido, esto en definitiva significa que la potencia asiática, que actualmente es el país más contaminante del mundo, seguirá dando prioridad a su crecimiento económico por sobre la lucha contra el calentamiento global, con lo cual China y Estados Unidos vuelven a estar bastante cerca.
Por parte de los estadounidenses no hubo más que una "ducha fría". "Su ingratitud y arrogancia podrían sofocar las desvanecientes esperanzas de lograr avances concretos en Durbán ", se quejó la agencia de noticias oficial Xinhua. Poco antes del fin de la cumbre sobre el clima, entre los delegados seguía reinando la confusión sobre la postura china, mientras que la nación asiática, con esta táctica, puso exitosamente la pelota del lado de los estadounidenses.
Los críticos se quejaron de "un insoportable juego de ping pong" de los dos grandes contaminadores. Sin embargo, los grupos defensores de medio ambiente tomaron enseguida la posta para aumentar la presión sobre Estados Unidos. Y eso que la presunta oferta de China está asociada a obstáculos apenas superables que ya nadie menciona. Es así como el negociador chino presentó cinco condiciones complicadas y nada nuevas cuando explicó que un día también iba a querer negociar un acuerdo vinculante.
Es así como los países industriales ricos, entre ellos Estados Unidos, deben comprometerse para una segunda etapa del Protocolo de Kyoto, que expira en 2012, a una reducción de los gases de efecto invernadero. A ello sólo estaría dispuesta una minoría. Y Estados Unidos, por su parte, jamás suscribió al Protocolo de Kyoto. China pide una comprobación del cumplimiento, hasta ahora, del Protocolo de Kyoto, para dejar en claro en las próximas negociaciones las responsabilidades y objetivos. Que Estados Unidos quedará nuevamente como el principal chivo expiatorio está claro, no sólo para los líderes de Pekín.
También debe definirse cuanto antes qué disposiciones se adoptarán en relación con el Fondo Climático Verde. Los países industriales deben transferir tecnología a los países en desarrollo y brindar a los estados pobres ayudas financieras masivas para el cuidado del clima por el valor de "cientos de miles de millones de dólares". Pero Zie Zhenhua señaló que "China está dispuesta a asumir los compromisos vinculantes que coincidan con el desarrollo económico de China y con sus capacidades, en base al principio de la responsabilidad común pero diferenciada".
Traducido, esto en definitiva significa que la potencia asiática, que actualmente es el país más contaminante del mundo, seguirá dando prioridad a su crecimiento económico por sobre la lucha contra el calentamiento global, con lo cual China y Estados Unidos vuelven a estar bastante cerca.
DPA
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