Uno de cada tres latinoamericanos reportó haber sido víctima de un delito con violencia en el 2012, principalmente un robo, reveló un informe difundido por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.
La inseguridad ha provocado cambios en las familias latinoamericanas: entre un 45% y un 65% dice que ha dejado de salir por la noche por la inseguridad y un 13% reportó haber sentido la necesidad de cambiar su residencia por temor a ser víctima de un delito, según una encuesta realizada por el Programa.
"Esto es un cambio en la vida de la gente, un cambio en las conductas de las personas", dijo a The Associated Press Heraldo Muñoz, subsecretario general de la ONU y director del Programa para América Latina y el Caribe.
"Como esto tiene un impacto en las vidas de las familias, las clases medias adineradas contratan vigilantes privados. Hoy en la región tenemos casi 50% más vigilantes privados que agentes de policía. Esto lo que hace es agudizar la desigualdad que ya existe", agregó Muñoz.
Mientras los índices de homicidio disminuyen en otras regiones, el problema ha aumentado en Latinoamérica, que registra más de 100.000 asesinatos cada año, llegando a superar un millón de asesinatos entre el 2000 y el 2010, señala el informe. En países como Colombia, Guatemala o El Salvador la tasa de homicidios ha caído, pero en la mayoría de territorios, se mantiene alta: en 11 de los 18 países latinoamericanos la tasa es mayor a los 10 asesinatos por cada 100.000 habitantes, nivel considerado "epidémico".
Honduras presenta los niveles más altos, con 86 homicidios por cada 100.000 habitantes en 2011, dijo Muñoz. México se mantuvo en aproximadamente 25 homicidios por cada 100.000 habitantes en 2010, señala el informe.
Durante una conferencia para analizar el problema en la sede de la ONU, representantes de la organización internacional dijeron que la inseguridad ciudadana frena el desarrollo de la región. Helen Clark, directora del Programa, lo describió como un tema crucial porque "sin paz no puede haber desarrollo y sin desarrollo no puede haber una paz duradera".
A pesar de que las economías de la región han registrado un crecimiento anual promedio del 4,2% en los últimos 10 años, la violencia y el crimen se mantienen a niveles altos, señala el informe.
El robo, por ejemplo, se ha triplicado en la región en los últimos 25 años. Argentina parece ser uno de los países donde más afecta este problema, con una media de 973 robos por cada 100.000 habitantes en años cercanos al 2011, seguido de México con 688 y Brasil con 572. Guatemala, Paraguay y Panamá presentan, sin embargo, niveles bajos, según el reporte. Seis de cada 10 robos en América Latina son cometidos con violencia, dice el estudio.
El aumento de las expectativas de consumo, la relativa falta de movilidad social, el crecimiento urbano acelerado y desordenado y las deficiencias del sistema escolar generan condiciones que inciden en la criminalidad, dijeron los funcionarios de la ONU. El porte de armas de fuego, el consumo de alcohol y el tráfico de drogas también impulsan el delito, destacaron.
Muñoz recomendó que en cada país se establezca un "acuerdo nacional por la seguridad ciudadana" creado entre el gobierno, cada partido político y la sociedad civil, para que así "la seguridad no se vea politizada y se transforme en una política de estado".
Fuente: el nuevo herald
La inseguridad ha provocado cambios en las familias latinoamericanas: entre un 45% y un 65% dice que ha dejado de salir por la noche por la inseguridad y un 13% reportó haber sentido la necesidad de cambiar su residencia por temor a ser víctima de un delito, según una encuesta realizada por el Programa.
"Esto es un cambio en la vida de la gente, un cambio en las conductas de las personas", dijo a The Associated Press Heraldo Muñoz, subsecretario general de la ONU y director del Programa para América Latina y el Caribe.
"Como esto tiene un impacto en las vidas de las familias, las clases medias adineradas contratan vigilantes privados. Hoy en la región tenemos casi 50% más vigilantes privados que agentes de policía. Esto lo que hace es agudizar la desigualdad que ya existe", agregó Muñoz.
Mientras los índices de homicidio disminuyen en otras regiones, el problema ha aumentado en Latinoamérica, que registra más de 100.000 asesinatos cada año, llegando a superar un millón de asesinatos entre el 2000 y el 2010, señala el informe. En países como Colombia, Guatemala o El Salvador la tasa de homicidios ha caído, pero en la mayoría de territorios, se mantiene alta: en 11 de los 18 países latinoamericanos la tasa es mayor a los 10 asesinatos por cada 100.000 habitantes, nivel considerado "epidémico".
Honduras presenta los niveles más altos, con 86 homicidios por cada 100.000 habitantes en 2011, dijo Muñoz. México se mantuvo en aproximadamente 25 homicidios por cada 100.000 habitantes en 2010, señala el informe.
Durante una conferencia para analizar el problema en la sede de la ONU, representantes de la organización internacional dijeron que la inseguridad ciudadana frena el desarrollo de la región. Helen Clark, directora del Programa, lo describió como un tema crucial porque "sin paz no puede haber desarrollo y sin desarrollo no puede haber una paz duradera".
A pesar de que las economías de la región han registrado un crecimiento anual promedio del 4,2% en los últimos 10 años, la violencia y el crimen se mantienen a niveles altos, señala el informe.
El robo, por ejemplo, se ha triplicado en la región en los últimos 25 años. Argentina parece ser uno de los países donde más afecta este problema, con una media de 973 robos por cada 100.000 habitantes en años cercanos al 2011, seguido de México con 688 y Brasil con 572. Guatemala, Paraguay y Panamá presentan, sin embargo, niveles bajos, según el reporte. Seis de cada 10 robos en América Latina son cometidos con violencia, dice el estudio.
El aumento de las expectativas de consumo, la relativa falta de movilidad social, el crecimiento urbano acelerado y desordenado y las deficiencias del sistema escolar generan condiciones que inciden en la criminalidad, dijeron los funcionarios de la ONU. El porte de armas de fuego, el consumo de alcohol y el tráfico de drogas también impulsan el delito, destacaron.
Muñoz recomendó que en cada país se establezca un "acuerdo nacional por la seguridad ciudadana" creado entre el gobierno, cada partido político y la sociedad civil, para que así "la seguridad no se vea politizada y se transforme en una política de estado".
Fuente: el nuevo herald
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