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México: Peña Nieto, un año de reformas que no terminan de transformar

El presidente del PRI impulsó grandes iniciativas, pero no ha logrado poner freno al crimen organizado; la economía, otra de las deudas pendientes de su mandato.

CIUDAD DE MÉXICO.- El aniversario del primer año de gobierno de Enrique Peña Nieto no podría ser más representativo de lo que han sido los primeros doce meses de su presidencia.

México llega a ese aniversario con un inédito puñado de reformas legislativas de gran calado, pero también con el lastre de una población acosada por criminales y una economía en estado vegetativo.

El presidente que prometió mover a México ha logrado, en efecto, reformar importantes leyes. Lo que falta, sin embargo, no es menor: hacer que las nuevas reglas transformen las inercias en un país donde no importa quién gobierne o qué se reforme, porque siempre ganan los mismos.

Peña Nieto, que llevó al Partido Revolucionario Institucional (PRI) de vuelta al poder tras doce años en la oposición, sorprendió al inicio de su mandato con la firma del Pacto por México, una ambiciosa agenda de 95 reformas que tenían plazos específicos. A lo largo de los meses se supo que el acuerdo había sido una idea de la dirigencia actual del Partido de la Revolución Democrática (PRD, izquierda), acogida con gusto por el gobierno y a la que se sumó sin reservas el Partido de Acción Nacional (PAN, derecha).

Fue lo más cercano a tener un gobierno de coalición en donde lo que ocurriera de día, al calor de pugnas políticas, era dejado de lado en las noches, cuando los partidos y el gobierno retomaban arduas negociaciones que dieron como fruto nuevas e importantes leyes en temas clave, como la educación y las telecomunicaciones.

Nunca se discutió tanto en privado, nunca se avanzó tan rápido en el Congreso, marginado de muchas negociaciones. Aunque algunas de esas leyes han sido cuestionadas como insuficientes o imperfectas, se renovaron y reforzaron los órganos reguladores de la competencia y de las telecomunicaciones. Se aprobaron nuevas reglas para el fisco y la banca. Y se negoció hasta el último detalle una nueva iniciativa de reforma político-electoral. El PAN y el PRD exigieron que ésta fuera aprobada como condición a la más compleja de todas las reformas, la que eventualmente derribará el discurso nacionalista cincelado diariamente durante los últimos 75 años: la reforma energética para que inversionistas privados puedan entrar en el negocio petrolero.

Pero el Pacto por México no ha paliado las deficiencias mostradas por el gobierno de Peña Nieto en un tema clave para la población. La crisis de inseguridad que el presidente heredó está prácticamente en los mismos términos que hace un año. El número de homicidios es menor (un 20%, según el gobierno), pero no ocurre lo mismo con otros delitos. Los secuestros aumentaron este año hasta una cifra récord (1500) y diversos especialistas alertaron que la extorsión es un cáncer sin freno en muchas regiones del país.

COMBATES


Michoacán -el estado donde en 2006 el presidente Felipe Calderón inició su guerra contra las bandas del narcotráfico- es hoy escenario de combates entre ciudadanos armados y los integrantes del cartel de los Templarios. Tamaulipas, en el norte del país, sigue siendo, como desde 2005, el escenario de escaramuzas criminales entre los carteles. Mientras tanto, estados como Tabasco, Morelos, Guerrero, Coahuila y Nuevo León han visto crecer el número de secuestros y asaltos. El Distrito Federal, antes considerado un caso atípico en un país anegado de violencia, vio cómo en 2013 aumentaban los secuestros masivos, los homicidios, la corrupción y los abusos policiales.

El actual gobierno prometió que la coordinación entre las fuerzas armadas, la policía y los estados traerá la paz perdida en el sexenio anterior, pero la organización Human Rights Watch (HRW) envió una carta a Peña Nieto en la que concluye que dada la falta de resultados es imposible distinguir entre su estrategia anticrimen y la del conservador Felipe Calderón.

Por otra parte, el PAN entregó una economía en crecimiento moderado, mientras que en el primer año de Peña Nieto en el poder el PBI crecerá alrededor de 1,3%, es decir, la tercera parte de lo que creció en el último año de Calderón en la presidencia.

Para los analistas, el gobierno restringió indebidamente el gasto público y provocó una crisis en el sector de la construcción,

El presidente priísta puede presumir de ser un promotor de reformas, pero su habilidad política para administrar el cambio y su vocación democrática todavía están en entredicho.

Ha impulsado una nueva ley de transparencia, pero más allá de que en varios momentos parecía que esa reforma sería derrotada en el Congreso, la declaración patrimonial de Peña Nieto es causa de burla en los medios de comunicación.

En una ceremonia formal realizada en enero, dijo cuántas propiedades tenía, pero no dio detalles sobre cómo fue posible que varias de ellas fueran producto de "donaciones" de personas cuya identidad se desconoce. Y tampoco es público el monto al que asciende su patrimonio.

Peña Nieto librará en las próximas semanas la más importante de sus batallas de este año. Enfrentará a la izquierda en su intento de reformar la Constitución para abrir la compañía petrolera Pemex a la inversión privada. La calle -el espacio favorito de su adversario Andrés Manuel López Obrador- volverá a movilizarse este domingo contra la reforma energética.

La capacidad de Peña Nieto para aprobar reformas está demostrada. Que estas reformas se conviertan en el factor de cambio para México, no. Romper las inercias es algo más complicado. La falta de resultados de este gobierno en la economía, la inseguridad y el combate a la corrupción restará fuerzas al presidente. Demostradas sus capacidades de negociación, falta probar sus habilidades para la ejecución.

En un solo año, el Congreso ya le dio mucho más de lo que ningún otro predecesor suyo pudo soñar, pero entre la crisis de inseguridad y el pasmo económico, los mexicanos no han notado mejoría en doce meses. Ése es el momento que vive México, entre las promesas de las reformas y la fuerza de las inercias.


Fuente: lanacion.com.ar

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